El Ombú — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Ayer a las 14:15 arrebataron mi mochila de una silla de El Ombú de Plaza Irlada en el INTERIOR del local. El ladrón ingresó desde la calle, fue directo a la silla, se llevó la mochila y salió. Quiero puntualizar la escasa colaboración del personal del lugar. Nadie de la pizzería atinó a llamar a la comisaría. El mozo no quería describir al arrebatador y tras muchas preguntas solo conseguí vaguedades pese a que lo vio porque pensó que había ingresado para llevarse el pago de la consumición. Un cliente trajeado (que sospecho que era un "campana") del lado del ventanal estuvo hablando permanentemente por teléfono (sin sonido, pues estuve al lado esperando para hablarle y no se oía ninguna voz) y mirando la puerta permanentemente durante más de 2 horas. Cuando intenté varias veces hablar con él, se negó a colaborar haciendo señas con la cabez y mano de que no lo molestaran pero presenció todo. Puedo asegurarlo porque la puerta no cierra bien y tuve que cerrarla cerca de 8 veces por frío y me llamó la atención que no dejara de hablar en 2 horas, siempre con cara de enojado y que mirara a la puerta todo el tiempo. Por eso creo que era el campana. Cuando me levanté de la mesa y me alejé solo unos pasos para cambiar de mesa, ingresó un descuidista y se llevó la mochila. Cuando regresé a la mesa (INMEDIATAMENTE pues no llegué siquiera a sentarme) el hombre se había ido. Una clienta que estaba en la mesa de al lado me dijo que vio al hombre con mi mochila y que acababa de salir, pero no pude ver a nadie con mi mochila, o apurado o en actitud sospechosa a 100 metros en todas las direcciones. La policía asistió porque cuando salí a buscar al ladrón, pedí ayuda a una agente de prevención que fue quien hizo la llamada al patrullero. La policía de la comisaría 7 cuando llegó al lugar no se acercó ni al mozo ni al cliente que señalé para tomarles declaración (pese a que insistí por lo menos 3 veces). El mozo tampoco se acercó a la policía cuando ingresaron. En la comisaría me dejaron para el final, atendiendo incluso a personas que habían arribado después. Apenas ingresé a la comisaría, cuando los agentes del patrullero informaron al oficial de turno, escuché que éste dijo que era un extravío y no un hurto. Lo corregí pero luego amablemente me dijo que también lo podía denunciar como extravío. Si deciden consumir en el local háganlo lejos de las puertas. Sospechen de los clientes que están por horas sin moverse o simulando un comportamiento sin cambios mirando hacia la salida y/o plaza. No se alejen de la mesa ni para ver las tortas. Varias personas conocidas (cuando conté mi experiencia) me dijeron que en Plaza Irlanda hay muchos descuidistas y arrebatadores al acecho y que los mozos de los locales de alrededor los reconocen. Esto me hace pensar que debe ocurrir lo mismo en otros locales de la zona....

Las dos estrellas del servicio son únicamente por la chica que nos atendió, que fue divina desde el primer momento y hasta vergüenza le dio todo lo que fue sucediendo. Lamentablemente son la cara visible de los errores que se producen de forma interna. No es la primera vez que vamos, pero si la última vez hoy. Pedimos algo tan simple como 2 platos de ravioles 2 platos de sorrentinos de calabaza y queso. Los platos de ravioles estuvieron súper bien, al momento de servirse los sorrentinos le expliqué a la moza que los míos no eran de calabaza, se disculpó y se lo llevó. A los cinco min vuelve diciendo que el cocinero decía "SON DE CALABAZA H QUESO, ALGUNOS SON DE QUESO Y OTROS SON DE CALABAZA" más alla de ser algo inaudito por qué JAMAS son surtidos, tuve que abrirle uno por uno para mostrarle que NINGUNO tenía calabaza. La moza se los vuelve a llevar trayendolos al rato solo con bolognesa pero no Génova como había pedido. Reclamo (incómoda por qué no me gusta ser insistente) que me faltaba la salsa, me la trajeron en un recipiente ínfimo que tuve que volcar en mí plato.

Para postre pedí si podían traerme un tiramisú el mismo tenía hongos, para no comprometer una vez más a la moza me acerque al mostrador , la respuesta del encargado fue la siguiente "SI, PUEDE SER".

NEFASTO. Nunca se disculparon , jamás ofrecieron un café en compensación, ni un descuento sobre lo consumido. Nadie se acercó a la mesa.

No vuelvo. Y ojo quienes coman ahí, por qué tampoco sacaron la torta de la heladera cuando les dije lo del hongo que estaba...

Debut y despedida Atención menos que pésima, 15 minutos esperando a que nos den la carta, el mozo nos acomodó todo arriba del mantel con restos de comida que habían usado los comensales anteriores, tuvimos que pedir que lo cambie. Pedimos provoleta y faina rellena de entrada, de principales suprema Mary Poppins y Bococcinos de pollo. Todo insulso, sin condimentos ni sal. La suprema era pechuga a la parrilla rellena en una salsa de tomate usada directo del frasco, ni un poco de orégano, pimienta, sal, nada Los Boconccinos uno se imagina algo redondo con pollo, bueno, no, eran trozos de pollo más grandes que un bocado en una salsa insulsa con panceta, hongos y verdeo Los platos no tienen identidad, nada característico, todo sin gracia. Ah y esos platos principales que elegimos son de la especialidad del chef, ni me quiero imaginar el resto.

Apartado baño, mucho olor a cloro, demasiado y el jabón para manos estaba en una botellita de agua sin rotular, había que adivinar qué era.

Conclusión: no vayan, la atención general del personal es pésima, la comida sale mucho mejor en casa que ahí y los precios son altísimos. No vale para...