Situación poco afortunada, fuimos considerados ante lo que sucedió, y no recibimos el trato que (considero yo) hubiera correspondido.
Hemos pedido 4 entradas para tener una "cena-picada" (+ 3 bebidas y 2 cafés), en uno de los platos, (bastones de mozzarella) había adentro de uno de ellos una "arandela seeger", al masticar y sentir algo anormal, se llamo al mozo, se le pidió que se ACERCARA para no hablar en voz elevada y que puedan escuchar de otras mesas, se le informo lo sucedido ACLARANDO: "parece de película, pero mira lo que había dentro del bastón de mozzarella", se le entrego la arandela (no le sacamos foto, ya que no había intención de hacer una publicación al respecto), el encargado (o dueño) estaba a metros y vio todo el suceso. No pretendíamos "no pagar" pero: Nadie se acerco en el momento a pedir disculpas por el hecho, o al menos a dar una explicación de como una arandela podía haber llegado a un pedazo de mozzarella el cual se pasa por huevo batido y pan rallado, sin que intervenga ninguna maquina que use este tipo de seguros, solo recibimos un "disculpen" al retirarnos del lugar. Al pedir la cuenta (no pretendía que no nos cobraran), de hecho yo tenia decidido que si no me querían cobrar iba a pedirles por lo menos que me cobren el 50%, solo hubo una bonificación: "los bastones de mozzarella no se los cobramos" (léase: la cena salió $2100 y los bastones salían (si mal no recuerdo) $540. Es decir que de un total de $2640, solo tuvieron la amabilidad de descontar los bastones de mozzarella. En el momento en que el camarero trajo la cuenta, escuché al encargado decir: "les dijiste?" (como asegurándose que nos haya informado que los bastones eran sin cargo).
Fue la segunda visita al lugar ya que la primera habíamos salido completamente complacidos. La atención es buena, el servicio es rápido, los precios son correctos, pero en segunda experiencia, decidimos lamentablemente no volver a este lugar, no por la comida, no por el servicio sino porque realmente sentí un trato completamente espantoso ante lo sucedido.
Solo pretendo que a un cliente se lo trate bien y consideradamente SIEMPRE y no solo cuando se le pregunta que va a comer o se le alcanza la cuenta. Hubiese preferido que alguien se acercara en el momento a pedir disculpas y no cuando me estaba retirando (ya saliendo del lugar caminando) como sucedió.
No solo se pago la cuenta tal como la trajeron, sin hacer ningún tipo de reclamo, sino que además de ello, se le dejo propina al camarero, quien obviamente no tenia nada que ver con el hecho, y su atención fue correcta.
Pero para algunas personas parece que a los clientes hay que tratarlos bien solo cuando se les cobra o se los recibe.
Por suerte, y menos mal, que no había un niño comiendo en nuestra mesa, porque de seguro, hubiese sido muy diferente, si quien mordía esa ARANDELA, era un pequeño, mas allá de que cualquiera podría romperse un diente con algo así.
Ojala no vuelva a suceder esto.
Dejo una imagen de lo que es una arandela (o seguro) seeger para aquel que no...
Read moreEl ambiente es agradable, aunque en el interior para aprovechar el espacio las mesas se hallan bastantes juntas, y en el momento en que fuimos se encontraba lleno de gente (sábado a la noche), lo que opacaba un poco una cena tranquila en pareja. La atención de los mozos es para destacar, muy amables y correctos en todo momento. Pedí una pizza individual de provoleta parrillera y panceta ahumada, y mi pareja, que buscaba algo liviano y saludable, optó por una ensalada de rúcula, queso, maní, praliné y pesto. La pizza es a la piedra y la masa es rica, la muzzarella es muzzarella, la panceta ahumada sumamente escasa y cortada en minúsculos trocitos que a duras penas alcanzaban para darle algo del sabor detallado en la carta, y la provoleta que realmente brillaba por su ausencia. Comenté el detalle de la provoleta parrillera con una persona que podría ser el encargado o dueño del lugar, y muy amablemente me mostró las escasas cuatro y "sumamente delgadas fetitas" de provoleta que utilizan para saborizar la pizza, sabor que realmente NO existía. La provoleta se caracteriza por su sabor suave y ahumado, y éste no se hallaba en la pizza por la escasa cantidad utilizada, y solo sabía a muzzarella. Creo que, si se ofrece algo en la carta, se debe cumplir realmente bien, y eso implica utilizar las cantidades necesarias para justamente aportar los sabores destacados en el menú. La ensalada resultó sabrosa, los primeros bocados, hasta que apareció el pesto, el cual convirtió a la misma en lo más lejano a una opción sana, por lo embebido en aceite que se hallaba... Igualmente es de destacarse que ésto fue subsanado por el mesero quien cordialmente accedió a reparar el detalle a partir de lo que pudo comprobar personalmente al ver el plato servido, motivando esto una nueva preparación con el pesto por separado, para que sea agregado al plato de acuerdo al gusto del comensal. En lo referente a los postres (cosa que no hemos pedido pero sí hemos visto al servirse en otras mesas) puedo aportar, para aquel que desee probarlos, que son en su mayoría servidos en los conocidos y pequeños vasos de vidrio de yogurt, tales como el "tiramisú" (no en "porción"), los musse, y la panacota, raciones pequeñas acorde al precio de los mismos que rondaban los $150. Creo que son cositas que podrán tomar en cuenta para continuar mejorando el servicio, y evitar caer en la línea media de los servicios gastronómicos de la zona, puesto que se trata de un local recientemente abierto y del...
Read moreExcelente lugar. Sin dudas uno de los mejores restaurants de la zona, que supo descatacar como muy pocos pudieron hacer. Ambientado como una pizzeria tradicional, de las que ya han quedado en el recuerdo, logra brindar una experiencia notable.
Lo mejor: -El interior tiene mucha personalidad, con cuadros tallados, lámparas antiguas y vitros clásicos en medio de luces cálidas, brinda un buen comfort para prepararse y degustar.
-El frente exterior tiene toldos a rayas, mesas amplias y una pared con una gran porción de pizza que es original y llamativa desde lejos. Ideal para tomar algo o cenar con un buen clima.
-El menú es muy amplio, y todos los platos con una gran presentación. La pizza, a la piedra como debe ser, es muy buena y también se ofrecen muchísimas variedades más unos detalles: Poseen la pizza clásica Italian de tamaño único con boccinos y además ofrecen faina Al Verdeo.
Entre las bebidas se ofrece la posibilidad de pedir uno de los antiguos botellones de cerveza, con su respectivo logo, que es muy original.
Muy atípico y aún más agradable, es que ofrecen Sidra tirada (que es costumbre española pero es raro en Argentina) y encima 1888 con su respectiva copa de la marca (muy buena para acompañar una buena pizza). *Como extra, resulta súper módico su precio, ya que a fecha de esta reseña sólo cuesta 5 pesos más que una gaseosa común (obviamente me incline por esta opción).
-Los baños (detalle para muchos importante) están excelentes y con mucho estilo, además la estatua previa a su entrada es muy bella. Detalle: hay baño para discapacitados en la planta baja
Lo peor(?:
-Es por lejos difícil encontrarles algo malo a este excelente lugar, o al menos en mi experiencia. Pero a modo de advertencia (pero no como si fuera algo negativo) sus precios no son económicos aunque tamoco desorbitados. Por lo que por su estilo y precio, lo recomendaría más para quienes busquen una buena experiencia en la comida, más que algo para llevar o de último momento (aunque es libre de hacerlo quien quiera).
Recomendación: Por mucho a destacar son las papas cuña o rústicas CON ALIOLI. Un aderezo nuevamente atípico y de costumbre española que funciona como una perfecta entrada y...
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