1.30 Am de un viernes que palpita una primavera hermosa.
Salgo de cerrar el día de mi sandwicheria italiana con menos de un mes de vida (Donhernaccios) con 3 vermouths dentro de mi cuerpo, posterior a haber dejado en su casa a un amigo adquirido durante el camino del emprendimiento... y una lija tremenda.
De repente, me topo con este hermoso y llamativo edificio "Imperio". Automáticamente me lleva al imperio romano (por su fachada imponente) pero también me conecta directame con nuestra característica pizza porteña con un adicional tinte modernoso y llamativo (azulejos color verde Petroleo y carteles de neon)
El local por dentro inmenso, techos altos, ductos de ventilación a la vista, más azulejos color verde petróleo y una barra que expone pizzas, empanadas, facturas y hasta alfajores...acompañado de una tropa de mozos, cocineros y cajeros con muy buena predisposición para atender y satisfacer paladares/estómagos hambrientos.
Inmediatamente, al acercarme a la barra me hablan 2 o 3 personas con el fin de atenderme, con una sonrisa autentica en la cara y buena actitud más allá de la hora.
Miro la extensa carta (que ofrecía desde pizza y empanadas hasta omelette, milanes, sandwiches y hamburguesas. Rápidamente decido (una porción de fugazzeta + una empanada de carne) y le comunico mi pedido al cajero. Instantáneamente me genera un QR, pago, espero 3 minutos y me entregan mi pedido.
Una fugazzeta porteña hecha y derecha, un caballo de batalla. Perfectamente balanceada (no muy grasosa, la cebolla ni muy cruda ni muy cocida...y una masa muy bien lograda para tratarse de pizza porteña). Probablemente la mejor pizza porteña que probé sin exagerar. La empanada, también perfecta, me la deglutí mientras escribía esto y no llegué a analizar sus sabores tan profundamente.
Este tipo de pequeños grandes momentos son los que alimentan mi ser profundamente. Esa pizza ayer, en ese momento de mi vida, a esa hora. En eso encuentro el sentido de la vida. En intentar disfrutar cada segundo...o cada momento que aparece porque son unicos e...
Read moreLes comentó mi experiencia en este lugar se trata de una de las clásicas pizzerias de Buenos Aires con una buena ubicación cerca de una salida del subte de la estación malabia estéticamente tiene muy buena apariencia tanto en la fachada como en el interior destacando lo como aspectos importantes de este lugar. En cuanto al servicio tengo que decir qué probando la pizza estándar de mozzarella que probaría en cualquier otra pizzería me pareció buena como para el puntaje que le di al lugar quizás 7 puntos porque es buena pero no se destaca mucho más la cerveza que acompaña la promoción estirada y fría lo cual está a la altura de las expectativas pero la atención me pareció que demoró más de lo esperable en una pizzería solicitando unas porciones para una promo y no había muchas porciones en la zona caliente en sí el lugar me pareció más tranquilo y menos bullicioso que las pizzerías de la calle corrientes en la zona de los teatros y el precio si me pareció que está en la gama media alta una promo de dos porciones de mozzarella sin faina con la cerveza salió $130 y en otras pizzerías de la misma calle corrientes podemos encontrar promociones que incluyen la faina a precios menores y San más cerca de los $100 en resumen digo que es un buen lugar por la comodidad pero no tanto por el servicio creo que...
Read moreEs un clásico del barrio, punto de encuentro, majestuoso. No falla. El lugar es muy cómodo, y está bueno para ir de a pocos o de a muchos, a juntarse a tomar un café o a comer. Tiene planta baja y primer piso. La atención es siempre excelente. Ayer me di cuenta que no le había hecho reseña, así que se van a encontrar con algunas fotos de platos incompletos para darse una idea. Ni la panera llegó a la foto. Por cierto, excelente panera, el pan es buenísimo y súper adictivo. La milanesa de ternera con guarnición (papas fritas) estaba muy rica. Las pizzas: la última vez pedimos una Napolitana (muzzarella, rodajas de tomate natural, provenzal y queso parmesana gratinado), la cual por algún motivo tenía morrones, pero eso sólo la hacía aún mejor, estaba muyyyy rica, devoramos, la albahaca estaba súper fresca. Eso sí, las aceitunas negras estaban flojas de papeles. Pedimos también una Cuatro quesos (salsa de tomate, mozzarella, queso roquefort, queso provolone, queso parmesano y olivas verdes) muy buena, aunque vino con olivas negras (suelo preferirlas, pero como les dije estaban flojelis) y la masa no estaba tan rica como la anterior. Trabajan con línea Coca-Cola en envase de vidrio (o sea todo lo que está bien). Les dejo fotos de la carta para que puedan chusmear...
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