La Parolaccia Trattoria (Belgrano) — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Cena sábado 27/01/2024

Realicé telefónicamente la reserva, y también me enviaron mensaje escrito por Whatsapp. Por ambas vías me atendieron e informaron muy bien. Un punto destacado es el parking propio, con valet, ubicado en su local "Dolce & Caffe" de la vereda de enfrente. Este servicio es sin cargo.

Ubicación de la mesa: Nos ubicaron en el salón del frente, separado del salón principal, en una mesa alejada del tránsito interno, tal como lo habíamos solicitado al reservar.

Servicio de mesa: Al llegar a la mesa, nos ofrecieron un trago de Aperol, de cortesía. La panera tenía una buena variedad, destacándose la focaccia, tabletas crocantes con queso rallado gratinado, esferas de queso tibio, y pan mignon. También una cazuelita con olivas verdes.

Entrada: Camembert del campo (Rúcula, peras, queso camembert gratinado, almendras y vinagreta de mostaza y miel). La incorporación de los ingredientes dulces como la pera y la miel, combina muy bien con la rúcula y el queso.

Cappellacci di zucca al mascarpone: La masa estaba bien cocida en su punto "al dente", pero puede resultar levemente dura para quien no esté acostumbrado al punto. El relleno de zapallo era una mezcla con otros ingredientes que le restaron a la cabutia su color y su característico dulzor.

Malfatti di spinaci: Perfectos y muy bien armados. Suaves en su consistencia y sabor combinado de espinaca y ricotta. Nota: el queso gratinado le restaba sabor a la ricotta y a la salsa pomodoro.

Flan de claras: La estrella de la noche. 10 puntos. La cremosidad lograda entre las claras y el yoghurt fue el resultado de estar muy bien emulsionados. El flan se mantenía firme cucharada tras cucharada. La mermelada de naranja con confitura de su cáscara daba un muy buen equilibrio entre dulce y amargo.

Cafetería: Pedimos dos cortados, que los sirvieron acompañados por petit fours de elaboración propia.

Al finalizar la cena, nos sirvieron una copa de espumante, cortesía de la casa.

Muy buena selección musical, en este caso: Bossa Nova.

Carta con precios actualizados, disponible para descargar en su website.

Desempeño del personal: La atención de los mozos fue muy amable y atenta en todo momento. Al pedir el postre, también pedimos dos cafés cortados, a lo cual el mozo nos preguntó si los cafés los servía con el flan. Muy acertada pregunta, que demuestra el dominio del oficio. Al pedir la cuenta, el mozo la acercó y llevó la tarjeta. El manager de salón se acercó a la mesa para traer la tarjeta con la factura y el comprobante del pago realizado, preguntando cómo había estado todo y agradeció por la visita.

Oportunidades de mejora en la recepción: No había personal en la puerta para abrirla y recibir a la gente. La jovencita que oficiaba de anfitriona estaba del final del pasillo de entrada, no se acercó a recibirnos, y sólo esperó a que nos acercáramos. Cuando la anfitriona verificó nuestra reserva, nos indicó la mesa que estaba reservada, diciendo: "acompáñenme", a lo cual debería haber finalizado su frase con "por favor". Al retirarnos del local, tampoco estaba la anfitriona para abrirnos la puerta, despedirnos y agradecernos por nuestra visita. Estos detalles restan puntos. Con muy poco, se puede hacer mucho. Sugiero una capacitación para el personal que recibe a los clientes, para que puedan desarrollar y/o ampliar habilidades sociales acordes a la...

I have the opportunity to try this place near by the closing time I was helped by Guillermo such a great service from the staff but the host unfortunately. The atmosphere was nice and quiet we have the opportunity to start our meal with a burrata and pumpkin soup. Both of them were okay nothing exceptional. Then we tried the carbonara and every soul from Lazio will feel aggravated and embarrassed for such a plain and boring try of carbonara that looks more like a Béchamel with no taste, no pecorino, no pepper and bacon instead guanciale.

So in just a few words, the wine selection is decent. Service is good and the place is pleasant, but the food has no originality, innovation, or tradition. It feels just like a chef who goes to collect his salary, waiting to leave until it's time to run away from his workplace.

P.S. The pasta, nowhere near al dente, seemed more like noodles rescued from the compost bin, reheated countless times, and salvaged for the last course of...

Supongo que lo más relevante de esta reseña es tratar de entender porqué un restaurante con nombre italiano, del cual se desprende su esencia (supuestamente), tenga una carta tan escasa, tan común y totalmente en disonancia con su ambiente. Al entrar te sientes en un restaurante contemporáneo muy lindo y bien atendido, inmediatamente te abraza esa sensación de franquicia que no te suelta hasta tu salida.

Todo empieza con una buena cesta de panes pero acompañada con unas pocas aceitunas (las cuales tuve que exigir), siendo honesto esperaba mínimo unas berenjenas u otro tipo de acompañante, (si no les resulta, sugiero subir el precio del cubierto).

Luego, de las 8 personas que fuimos, 3 tuvimos que cambiar de plato porque no había la opción elegida lo que es molesto en un lugar de éste estilo, resulta que a pesar de tener pollo en la carta, no hacen milanesa de pollo; bueno hasta acá todo tranquilo pero luego de aceptar que sea de carne, te llega un plato de milanesa de carne con fritas digno de cualquier esquina o de PedidosYa (incluso hay mejores en esa aplicación).

La tardanza para la llegada de los platos fue crucial, más de 45 minutos y no llegaron juntos, pero bueno igual uno se entretiene charlando si estás en familia en éste lugar un poco apretado.

No deja de sorprenderme el emplatado tan pobre sin ninguna atención a los detalles, suponía que darían más.

Al pedir un exprimido de naranja (el cuál está en la carta) te dice el mozo que no tienen ningún tipo de bebida fuera de las gaseosas, por cierto si había agua evian, lo que resulta curioso, esperaba poder disfrutar de algo más que una gaseosa común ya que no era opción para mi ese día un buen vino.

Yo particularmente pedí un pollo a la pizzaiola (si no se me vuelvan locos, no existe pollo a la pizzaiola, pero me arriesgue en mi intento por mejorar la sensación y ser más optimista) la pizzaiola es un plato que conozco muy bien por tener un padre napolitano (de donde proviene la pizzaiola) el cual me debió llevar a mi infancia llena de tradición; pues para mi mayor sorpresa, recibo una suprema de pollo a la napo, sin el típico toque de vino blanco y acompañada de una papas salteadas con tomates cherry y aceitunas negras (sí, nada concuerda).

Definitivamente, La Parolaccia, un lugar lindo con carta común y sabor a franquicia el cuál no creo que...