Cipriano — Restaurant in Buenos Aires

Durante años fui a comer a Cipriano por su calidad en pastas, pizzas y postres. Volví este año, siendo vegana y realmente me llevé una decepción, no solo porque no tenían un menú apto sino porque tuvieron muy mala predisposición para hacerme una ensalada. Aclaro que si bien todavía en Provincia de Buenos Aires no es reglamentario incluir un menú vegano, siempre que voy a un restaurante o bar a comer buscan qué plato pueden hacerme, no soy para nada exigente pero uno nota la predisposición y en este caso fue casi nula. Les pregunté si podían hacer una pizza con vegetales y sin queso, dijeron que no porque todas ya tienen queso, entonces, les pedí una ensalada pero manifestaron que no podían cambiarle ingredientes a las que ofrecían en el munú, ni crear una ensalada con los ingredientes aptos. Después de insistir, hicieron una ensalada de lechuga, tomate, zanahoria y albahaca, sin ningún tipo de condimentos y con grandes pedazos de lechuga sin cortar. Tardé mucho en hacer esta reseña porque no suelo hacerlo y sobre todo con un restaurante al cual fui por años, pero me sentí muy mal cuando no quisieron ofrecerme una comida apta y que para colmo, tuve que insistir e insistir para que hicieran algo que no fuera solo lechuga y tomate. Este post está lejos de agredir, solo busco concientizar sobre la importancia de incorporar un menú apto vegano, al menos, con los ingredientes que ya tienen a su disposición (que justamente son muchos). Espero que en el futuro lo incluyan, además de uno sin tacc que al menos hasta abril no tenían. Más empatía y cariño con sus comensales, sobre todo, con quienes hace años y años...

El lugar está muy lindo ambientado, el personal de salón te atiende muy amablemente y la comida es sabrosa. Sin embargo, no recomiendo el lugar para ir con niños: no solamente porque no tenga menú infantil ni sector para entretenimiento de los niños sino porque tampoco los baños no poseen cambiador, sino que sólo una mesita diminuta (tipo pupitre de escuela) en el baño de mujeres. Mi marido fue a cambiar al nene y tuvo que volverse porque el baño de hombres no tenía un lugar para apoyarlo, y el baño de mujeres tenía esta mesita super insegura desde donde casi se me cae el nene cuando fui a agarrar una toallita para limpiarlo. Pero por suerte no pasó nada grave. Por otra parte, no pude detectar que hubiera baño para personas con movilidad reducida, lo que también lo hace bastante restrictivo. Finalmente, respecto del menú, el fuerte del lugar son las pizzas y las pastas aparentemente. Comí los ravioles de calabaza y son muy ricos. Las porciones no son abundantes pero tampoco escasas. Además, justo pedimos una entrada de queso burrata que no tenían y tardaron 15 minutos en venir a decirnos cuando nos trajeron otro antipasto sin darnos mucha opción a elegir otra cosa, como que te dan lo que...

Uno de nuestros lugares preferidos a pesar de tener un servicio de mozas que no logran la excelencia, no son muy simpáticas, tampoco atentas, hay que volver a pedirles lo q se les solicitó...y si bien para mí esto es fundamental en un lugar, lo seguimos eligiendo porque tiene un ambiente muy armónica,.música acorde, precios acordes a la calidad y la comida es muy muy rica, excelente presentación y vajilla. Las pastas son excelentes y las pizzas y empanadas una locura. Hemos tenido inconvenientes con algunos platos algunas veces o por estar fríos o por no tener los ingredientes indicados en la carta, pero enseguida lo subsanan. Hacen reservas hasta las 21 me parece, luego es por orden de llegada. Tienen débito. Ambas cosas que fueron agrando, porque no las tenían, ni la reserva ni el débito. Solían tener plato del día, pero las últimas veces que fuimos no había, nunca fallaba. Los ravioles de calabaza son geniales, las milanesas de peceto con fideos de diez, las empanadas de verdura muy ricas. Todo es de muy buena...