La Criolla Ranch, restaurant — Restaurant in Federación

Ambiente bodegonero que cumple con lo que ofrece. Gran salamandra y hogar a leña encendidos que dan calor y confort y suman un montón. Las mesas están lo suficientemente distanciadas entre sí como para que no sea ruidoso y haya cierta intimidad. Atención cordial y amable aunque bastante lenta. La comida tuvo altibajos: La empanada frita de pescado es deliciosa. Super jugosa y muy bien condimentada. Yo pedí los ravioles de dorado que tenían el mismo adobo que el relleno de la empanada. Esperaba un sabor más neutro por tratarse de pasta, teniendo en cuenta que acompaña una salsa. De todos modos estaban ricos y la masa casera, correcta. La salsa que pedí era de crema de verdeo y panceta. A la panceta no le retiraron el cuero por lo cual tuve que sacarme de la boca los hilos del borde que son imposibles de masticar. La crema era en realidad una salsa blanca. No estaba mal de todas formas. Mi pareja pidió lomo con puré. El puré normal. El lomo no era lomo o era algún recorte de lomo. No estaba al punto pedido, parecía viejo y recalentado. Nos trajeron otra porción que estaba bien, por supuesto cuando yo ya estaba terminando mi plato. Café de bodegón. Flan muy rico pero la crema.... No sé si estaba pasada o es alguna especialidad que desconozco. No tenía ni azúcar ni vainilla. Estaba montada pero no tenía gusto a crema Chantilly y estaba absolutamente agria. Aún poniéndole azúcar era incomible. Precios moderados: casi 40 mil con 1 entrada, dos principales, un postre y un vino. Cobran cubierto y traen un pancito de manteca con una salsita que fue por lejos lo...

Fuimos a cenar la semana pasada. Pedimos una porción de vacío, una de asado, y una morcilla, papas fritas y una ensalada de tomate, zanahoria y parmesano. Para tomar una cerveza grande. La carne durísima, tanto el vacío como el asado, casi no se podía cortar. La morcilla no me gustó ni un poco y las papas fritas no eran ni ricas ni feas. Gastamos $27 mil pesos. La verdad que no sé lo que estarán el resto de las parrillas pero me pareció muy caro para lo que ofrecen. No volvería. Le doy dos estrellas porque la moza siempre fue muy atenta. Edito la reseña porque no encuentro otra forma de responder a la triste respuesta de este lugar. Cuando terminamos de comer la moza nos preguntó sobre la cena y le informamos amablemente que la carne estaba dura para que, si a ustedes les servía, estén informados al respecto. Que tenga hambre y coma lo que pedí no quiere decir que haya estado bueno, además dejé media morcilla, se nota que no saben de qué cliente hablan. Yo fui a cenar a ese lugar por las buenas críticas, por lo cual aporto mi experiencia para el resto de la comunidad. Si hubiesen ofrecido un buen producto, les hubiese hecho la crítica acorde a ello. Asuman sus imperfecciones, resuélvanlas con humildad y a lo mejor el resto de la gente no tiene que estar leyendo comentarios que a ustedes les desagradan. Y ahora sí que definitivamente NO...

GENERAL: Aceptable.

COMIDA: Aceptable (promediando con la anterior vez que fuimos y fue muy buena la experiencia). Empanadas de dorado muy buenas. Mi esposa pidio un dorado con salsa de pesto, pero tenía una costra de carne muy dura en toda la parte superior del pescado que no se podía cortar casi con el cuchillo, no se si sera así el plato pero fue muy raro, como que se enfriaba y más duro se ponía. El matambre de CERDO que me trajeron (yo no lo pedí) no estaba bueno, muy grasoso el pedazo y demasiado ancho para mi gusto.

SERVICIO: No me gustó esta vez, pero le dejo Aceptable promediando con la vez anterior. Yo me pedí un matambre de CARNE TIERNIZADO a la pizza con fritas, pero al traerlo y probarlo me habían traido matambre de CERDO. Se lo mencione a la moza, me pidio disculpas y se fue, pero no intento cambiarme el plato (no quise insistir porque no me iba a morir por comer cerdo pero no era lo que quería comer).

AMBIENTE: Muy lindo y cálido. Un GRAN TEMA que deberían revisar es la salamandra de hierro que tienen prendida en el medio del salón sin ninguna defensa, habían niños jugando muy cerca y tuvimos que avisarles a los gritos a los padres porque iba a ocurrir una desgracia si la tocaban o se caían sobre ese hierro...