Ana Bolena — Restaurant in Lomas de Zamora

No vuelvo más. Usaron mi tarjeta de débito y cobraron extras sin autorización. Entramos, todo bien, pedimos tragos y dos wraps. El wrap de pollo tenía sabor raro (después ví que tienen denuncias por salmonella por el mismo wrap). Llega la cuenta y vemos que nos quisieron cobrar los tragos más caros que lo que decía la carta (se excusaron en que la carta estaba cambiando, puede ser, pero está mal). Hasta ahí todo normal, entiendo que se pueden equivocar, ok. Se llevan la cuenta para hacer el cambio. Acto seguido, pido un "vasito de agua" mientras espero que nos cobren. La mesera empieza a dar vueltas con eso (nunca me pasó que en un bar me den vueltas con un vasito de agua). Al rato (largo) viene con un agua de medio litro y un vaso con hielo. Me dice "el agua te la tengo que cobrar". Le digo que no, gracias, la devuelvo intacta. Hasta ahí, todo bien, (ponele), porque de última tienen derecho a ponerse en mala onda y querer cobrarme el agua (aunque con una cuenta de 14 lucas por ahí un vasito de agua no les iba a hacer daño). Vuelve la mesera con la cuenta, revisamos, todo bien, hacen el débito, nos traen el comprobante para firmar, firmamos, nos vamos, todo "lindo" con muchas comillas. Al día siguiente revisando el home banking nos encontramos con que nos cobraron 650$ en una segunda transacción que ni autorizamos ni nos trajeron para firmar. No termina ahí. Llamamos para reclamar. Nos dicen que ok, que nos devuelven la plata pero que la vayamos a buscar al local. What? Si, encima tengo que ir a buscar la plata... pues no, nos quejamos y al día siguiente nos transfirieron. Entiendo que se pueden equivocar, pero tantas equivocaciones juntas con dinero a favor de ellos me parece raro. Y pasar la tarjeta dos veces y no traer a firmar el segundo comprobante... lo dejo a tu...

Fuimos hace algunos años para tomarnos una cerveza con 4 amigos a Lomas. Era un sabado y todo estaba que explotaba. Este lugar, si bien habia gente no estaba lleno. Apenas entramos note que el lugar estaba con muy poca luz (casi la única que había era una led azul... es como si estuvieras oscura). Como no había mesas, por lo que nos pusimos en una columna que tenia una mini barra. Mientras estábamos leyendo la carta se nos pone un tipo al lado para preguntarnos la edad que teníamos. Le decimos que dos teníamos 23, uno 22 y los otros dos 21, y le pregunto porque quería saber eso. A lo que me contesta que el bar era para "Mayores de 23" y que teníamos que irnos. Le pregunto el motivo po el que tendría que irme si en todo caso todos eramos mayores de 18 años y que legalmente podríamos estar, ademas que dos de nosotros cumplíamos el requisito y que solo estábamos ahí para tomar algo y conversar. La persona esta me dice que los clientes se podían sentir incómodos (INCÓMODOS CON QUE? CON SER MAS JÓVENES QUE EL RESTO?). Yo le planteo que, si el lugar era tan exclusivo porque no ponen a alguien en la puerta o un cartel que lo dijera. El me plantea que no querían parecer a un boliche (por las luces, su "exclusividad" y la música que estaba al palo, casi que lo son). Mi hermano, que no es tan diplomático como lo fui hasta el momento, directamente cerro la carta y le dijo que se metiera la birra por donde no le da el sol y nos fuimos. Realmente nunca me paso que en un bar donde venden comida y bebida, donde se supone que la gente se reúne a charlar, me echaran porque no cumplo con una edad. No lo recomiendo, el reservarse el derecho de admisión déjenselo a los boliches denigrantes que te dicen que tenes que ser flaco/a y blanco...

Bar estilo antiguo, con lámparas de época y todo el mobiliario de madera. Tienen mesas afuera, adentro, uno se puede sentar a tomar en la barra o bien, tienen terraza al aire libre. Fuimos y habían un par de mesas festejando cumpleaños -aceptan juntar varias mesas cuando en grupo-. La música estaba bastante alta, muy ruidoso para hablar y escucharse. La carta es bastante escueta, re escasa la cantidad de tragos que ofrecen y son económicos porque los hacen super rebajados con mucho hielo. Mala la cocktelería, pedimos 2 tragos supuestamente diferentes y sabían casi igual. Las hojas de menta estaban re marchitas, por lo que poco aromáticas. En la barra se ven más botellas de lo que ofrecen en carta, por lo que imagino estarían vacías. No estaba totalmente lleno y al menos en PB adentro, parecía vimos como 4 mozos, pero se tardaron mucho para tomarnos el pedido. La chica que nos vio sentarnos, después de 10 minutos nos retiró los vasos de clientes anteriores, pero no nos limpió la mesa. Pasaron par de minutos más, nos trajo el cartoncito con el código QR para escanear el menú… pasaron como otros 10 minutos más y no nos tomaba el pedido. Veran en fotos que ya se habían retirado los del cumpleaños y no nos levantaba el pedido. Cuando ya por levantarnos e irnos, llego a hacer conexión visual con otro mozo, que SUPER agradable, nos atendió amablemente y nos tomó el pedido y al rato lo trajo. Nada que ver a la mujer, que cero empática. Hacía par de años que no iba y no lo recordaba así. Antes aún re lleno, atendían más rápido y la cocktelería era...