La experiencia al principio fue mala. En planta baja nos atendió el mozo de muy mala manera, contestaba malísimamente y por lo que pude escuchar en la mesa de al lado fue igual. Decidimos subir a la terraza, dónde nos atendió una chica súper educada y buena onda a pesar que subía caminando 2 pisos todo el tiempo. La comida es rica, los precios son un poco altos a comparación de otros lugares, salvo la bebida que está a un precio módico. Si fuese por la atención que recibí al principio no volvería. Pero en buena hora nos cambiamos de lugar donde la moza era todo lo contrario al otro muchacho mal humorado y mal educado.