Bvar — Restaurant in Neuquén

Pasaron muchas cosas, ninguna de ellas buena… Fuimos a almorzar con mis padres, y la comida fue casi un desastre.

Tuvimos que pedir que por favor nos alcanzaran tres botellas de agua, tres veces porque no nos la traían. Y para colmo llegó tibia.

Pedimos empanadas de entrada, una llegó tibia y la otra fría. La empanadas no eran nada de otro mundo. La que llegó fría, pedimos que la calentaran y tardó tanto que llegaron los platos principales y de la empanada ni señas. Cuando la trajeron volvió a venir fría. Directamente la devolvimos.

De los tres principales solo llegó uno bien. La entraña llegó más cocida de lo esperado, la milanesa napolitana llegó fría. Lo único rescatable fue la costeleta.

Pedimos después limonada, que llegó bien. E igual el Aperol, que estaba muy bien. El café también estuvo correcto.

Es una pena que el servicio halla decaído tanto. No entendemos si es una falla en el sistema de los mozos o de cocina. No lo...

Concurrí al local el jueves próximo pasado, si bien la comida fue buena, deja mucho que desear la atención del personal , cuando llegamos le solicitamos a una moza que apenas nos saludo que limpiará la mesa para poder ocuparla luego se fue y después de una espera bastante considerable, se acercó un mozo y nos preguntó si estábamos atendidas y nos llevó la carta. Finalizamos de almozar y tuvimos nuevamente otro tiempo importante de espera sin que nadie se acercara, llamamos a otro mozo y le solicitamos que nos trajera la carta nuevamente para pedir el postre, y para nuestra sorpresa no volvió a aparecer más. Por último pedimos la cuenta para pagar y tuvimos que volver a insistir al mozo, quien nos pregunto si no nos habían traído posnet, ante la negativa lo trajo él. Lo mas llamativo es que estaba prácticamente vacío el lugar, lo que no justifica la falta de atencion por parte...

Una experiencia de desencanto veloz. Una señorita que tiene el increible talento de demostrar a los clientes que le molesta que elijan el lugar. Te pregunta con cara de Caronte si vas a almorzar o merendar. Te tira la carta y te deja en una nebulosa de espera. Va tirando cartas. Un par de mozos vestidos de verde, atienden. Todos, junto con la señorita, tienen un común denominador: desganados, arrastran los pies, y les importa una papita pay atender al cliente profesionalmente. Ni siquiera las tentadoras propuestas, tanto en precios como en variedad, nos convencieron a seguir esperando NOS TOMARAN EL PEDIDO. No estaban con todas las mesas ocupadas no gente esperando para sentarse. Eramos varias mesas revoleando los ojos y haciendo señas (a las que hacian caso omiso) para que nos atiendan. Nos levantamos, le avisamos a la señorita que dejabamos la mesa, fiel a su estilo: NI SE...