Festejé mi cumpleaños. Voy a comenzar por lo bueno: el lugar estéticamente es hermoso. Bastante espacio, tanto techado como abierto. Las pizzas ricas. Las papas no tanto. Las bebidas estaban buenas. Música es muy personal, a mi parecer no es mala. Ahora, lo negativo: me dieron muchas vueltas y demoras para reservar. Me pedían inicialmente una seña por persona bastante alta, instagram, también lista de invitados con edades de cada uno. Y así y todo no me confirmaban si tenían el lugar o no. Uno no sabe qué pensar, si hay algo de vos o de los invitados que no les gusta, o qué sucede. Pude lograr después de días y varios intentos la reserva. No me comentan en el momento de reservar que las mesas las levantan antes de las 23:30hs (mi cumpleaños era a las 00). Me avisaron recién al momento del ingreso al lugar el sábado que levantaban a las 23:30, lo cual no fue así, en mi mesa eran 23 personas, estábamos aún comiendo y tomando, nos vinieron a sacar todo y levantarnos a las 23:15hs. Me parece demasiado temprano, honestamente. Comienzo a querer hablar por el tema de la torta que necesitaba resolver para las 00hs, nadie se ocupó. La seguridad (mujer rubia), muy mala onda y cero resolutiva, con tratos que no corresponden. El encargado de los que estaban levantando las mesas tampoco me dio solución, solo me dijo que básicamente me las arregle como pueda. Tuve que irme con la torta y los veintipico de invitados a una mesita afuera por mi cuenta, y apenas estaba cortando la torta ya me estaban sacando de nuevo. Cero respeto, cero empatía. Otro tema: los tickets que se compran antes de las 22hs, no te avisan cuando los compras que tenes tiempo hasta las 00 para canjearlos. Nadie lo sabía de las 23 personas, a ninguno nos dijeron, menos que menos a mi. Muchos perdimos la posibilidad de utilizar los tickets ya comprados y pagados, ya que nos enteramos de casualidad 10 min después de las 00 y no los reconocieron. Una lástima, porque tienen un espacio hermoso y mucha gente interesada en ir. Podrían organizarse mejor y cuidar más a...
Read moreFuimos con amigas y un sábado por primera vez nos pidieron documentos, y no nos dejaron pasar porque dos amigas tenían 21. Cuando 2 sábados atrás habíamos festejado los 21 de una de las chicas AHI ADENTRO, literalmente al grupo de atrás de nosotras no le pidieron documentos a ninguno/a, y en ninguna parte dice que el sábado es más 25 (veías adentro y había toda edad posible). Depende de como se levante la de la puerta y con que cara de culo te mire, te dejan entrar o no. El chiste de todo es que había mandado lista con todas las edades y nunca me dijeron nada, justo este sábado 10/5 se aplicó la política de "me fijo a quien dejó entrar", horrible el trato los de la puerta. Para terminar cuando ya nos habían dicho que no entrabamos, nos fuimos a la esquina a esperar que viniera otra amiga así nos íbamos, el de la puerta nos hace seña para que volviéramos para decirnos que podían hacer una "excepción". ? Una decepción porque siempre íbamos ahí, viernes y sábados, y siempre la pasábamos genial. Nunca nos pasó de que nos pidieran documentos o que nos traten así. La verdad que encima que me lo digan en la puerta que cambiaron la "política" cuando había confirmado la lista con todas las edades, es porque no querían que entremos por portación de cara básicamente. Una lástima pero bueno. !Gracias BASQUIAT por salvarme la noche y el cumpleaños!, por si les pasa lo mismo,...
Read moreNos dirigimos a ustedes para manifestar nuestro total descontento y repudio ante el trato que recibimos anoche cuando intentamos ingresar al boliche con una reserva previamente confirmada.
Éramos un grupo de mujeres mayores de 21 años, todas trabajadoras y estudiantes, con nuestros nombres y edades ya informados al momento de hacer la reserva. A pesar de haber recibido la confirmación, al llegar fuimos discriminadas, maltratadas y violentadas por parte del personal: las policías en la puerta, la persona encargada de la lista, y especialmente el patovica.
Nos cuestionaron la edad —exigiendo que todas debíamos tener más de 23 años, algo que nunca se nos informó previamente— y nos rechazaron solo por nuestra apariencia: por vestirnos de rosa y, claramente, por no responder a un estereotipo superficial (rubias, ojos claros, ropa ajustada o reveladora). Incluso llegamos a ser empujadas, apartadas y tratadas con una violencia completamente innecesaria.
Este hecho nos hizo sentir vulnerables, agredidas y profundamente discriminadas. Además, implicó un gasto adicional ya que tuvimos que trasladarnos a otro lugar en taxi, luego de haber hecho planes con anticipación y organizado nuestra noche de buena fe.
Esperamos una respuesta y una disculpa formal. Lo que vivimos no debería pasarle a nadie más. El respeto y la inclusión no deberían...
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