Fuimos por un sushi libre con reserva previa un sábado, a las 13hs.

Somos habitué de Izakaya y sus sushi libres, habiendo probado en Coronel Diaz y Caballito en repetidas ocasiones. Ese sábado era nuestra primera vez en el local de Olivos, ya que en los otros no había lugar. Les cuento el final de la historia: voy a seguir yendo a los otros locales, particularmente a este, no volvería.

El inconveniente no está en la comida, la cual es similar a otros SushiPop, sino en el servicio. Estamos acostumbrados a que en el sushi libre, llegan dos tablas: una de calientes, una de fríos. Esta vez cambio un poco, pero igual estuvo bien: una tabla de entrada con algunas piezas calientes, otras frías, pero todo rico.

Luego, la tabla principal, con una variedad de piezas. Usualmente la dinámica constaba en repetir aquellas piezas de mayor agrado para el comensal, lo cual, requerimos inmediatamente terminamos las rondas de rutina. Ahí empezó a ponerse rara la experiencia.

Nuestra moza nos indicó: "voy a consultar si pueden elegir cuáles piezas repetir", y acto seguido, esperamos más de 15/20 minutos sin respuesta alguna y sin pasar por la mesa. Luego de pararnos e ir a consultar a la barra, donde estaba el personal charlando entre sí, en lugar de responder nuestra consulta y atender nuestro pedido, nos comentaron que "se habían olvidado, y que iban a consultar". Acto seguido, nos traen 4 piezas (para 3 personas) que queríamos repetir unas piezas en especial.

Luego, al terminarlas, pedimos una segunda variedad, basada en las que más nos habían gustado de la tabla principal, y la repuesta y la actitud volvió a ser la misma.

A los 20 minutos, nos traen una tabla principal, con toooda la variedad de piezas que había antes, a excepción de las que habíamos pedido.

Era tan fácil como acercarse a la mesa, o pedirle al mánager que se acerque, y nos explique, que en este local, o en la nueva dinámica de SushiPop, no se pueden elegir las piezas a repetir, sino que se repite a criterio de la casa. Pero nadie de todo el personal fue capaz de venir a darnos una explicación o una respuesta a nuestra consulta, la cual, fue súper cortés y desde la rutina de que siempre en SushiPop la dinámica era así.

De este modo, la experiencia fue rarísima, estábamos a la deriva de un servicio distante y sin comunicación hacia el cliente.

Con tan solo habernos dado una explicación, la experiencia hubiera cambiado completamente y hubiera sido menos incómodo para todas las partes.