Malcriado - Entre Fuegos y Vinos — Restaurant in Villa Udaondo

Restaurante Malcriado de Leloir

La experiencia en este establecimiento fue absolutamente deplorable. Sin duda alguna, el estado calamitoso de sus baños podría estar reflejando la higiene que manejan en su cocina. Cuando un restaurante descuida de manera tan escandalosa sus instalaciones sanitarias, es inevitable cuestionar qué tipo de prácticas están siguiendo donde preparan los alimentos.

Ya que te cobran 75.000 pesos por un plato, perfectamente deberían acompañar las condiciones del establecimiento. He visto baños de una estación de servicio que cuidan más la higiene siendo que son lugares de repaso.

El mecanismo para tirar la cadena no funciona en absoluto. Hay papel higiénico tirado por el suelo. Es alarmante la pileta del baño, cubierta de hongos visibles, evidencia clara de que la limpieza no forma parte de sus prioridades. Estos baños no han recibido mantenimiento ni limpieza peofunda en meses.

Debo destacar que esta es la segunda vez que visitamos el establecimiento. En nuestra primera visita, los baños ya se encontraban en estas deplorables condiciones y, meses después, no han realizado absolutamente ninguna mejora. Esto demuestra una negligencia sistemática y un desprecio total por la higiene básica y el bienestar de sus clientes.

Como si el estado deplorable de los baños no fuera suficiente, cuando hicimos la sugerencia a una mesera sobre el mal funcionamiento de los botones del baño y la presencia de materia fecal y sangre vieja se mostró ofendida por nuestro comentario, en lugar de tomar nota de la situación.

Resulta inaceptable que un restaurante ubicado en Lelois que cobra precios tan elevados descuide de manera tan flagrante la higiene básica. Mi sugerencia para la administración es que contraten a una persona exclusiva para realizar una limpieza profunda al menos una vez por semana, y que además las meseras mantengan un nivel mínimo de higiene durante el servicio. No recomendaría este lugar bajo ninguna circunstancia, y considero que las autoridades sanitarias deberían realizar una...

La primera vez que fuimos el año pasado comimos espectacular. La segunda vez fue en el TOM y me trajeron sopa helada y fideos crudos pero fueron tan amables y trataron de compensarnos (espera para calentar la sopa + super espera para la pasta, yo arranqué a comer cuando mi marido ya había terminado)que decidimos ir una vez más, esta vez de nuevo a Leloir. Arrancamos bien, ricos pancitos, la sopa de verduras como siempre muy rica. Pedimos una hamburguesa y una canastita de cordero (es una pasta rellena con cordero que viene en una especie de bowl) La hamburguesa estaba muy sabrosa, un poco pasada de sal (me pasé el día tomando litros de agua) pero las papas fritas eran horribles, estaban empapadas en aceite, blandas y alguna que otra medio cruda. La canastita de cordero, honestamente, no tenía gusto a nada. Vino la chica que nos atendía a preguntar cómo estaba todo y le dije que las papas estaban horribles. "Me tendría que haber dicho y se las cambiaba" (no, no deberían ser horribles de entrada, uno va a comer bien no mal, y si me traes otras, me quedaba esperando con la hamburguesa ahí cuánto tiempo? es mucho más educado pedir una disculpa) Pagamos, y en efectivo había 10% de descuento. Nos traen el ticket con el descuento pero nos habían cobrado de más la hamburguesa y la canastita, cosa que arreglaron al reclamar. La verdad, uno va a comer afuera esperando comer bien, y termina yendose con sabor amargo. No vamos a volver. Comentario aparte las sillas: son espantosamente incómodas, en la que me fui a sentar estaba rota, con el almohadón arrancado. La escalera para los baños, hecha con metal desplegado es una berretada, te tropezas, te hundís, y el baño...

Fuimos el feriado 9 de julio, tres personas sin reserva al mediodia, había mesas disponibles. Al sentarnos, nos trajeron una sopa de zapallo de cortesía por el frio, muy rica. Te cobran servicio de mesa ($1300 x persona). Pedimos un t-bone steak ($24500), una picaña de ternera de 1,100kg para compartir ($37000). La carne llegó en el punto solicitado. Para acompañar pedimos una porción de fritas ($6000) y una porción de crujientes de papas ($12500). Este último acompañamiento consistía en papas fritas, huevo frito, chorizo, pimientos asados y pimenton español, al llegar a la mesa vino sin pimientos y sin pimentón, al reclamar, se lleva el plato la moza y le tira dos rodajas de pimientos y sigue faltando el pimenton. Para tomar pedimos agua sin gas ($3000), un vino animal orgánico cabernet ($12500) y dos tragos (cynar julep $6000 no tenía casi alcohol y negroni jager $6900 estaba excelente). De postre pedimos un capricho de chocolate ($7900) , venía una bochita de helado de limon con mouse de chocolate, delicioso. La atención excelente, muy atenta la mosa en todo momento. Las porciones son normales, pero excesivos los precios ya que la comida no se destaca entre otros restaurantes. Si debo criticar, al momento de querer ir al baño, no tenían ninguno en planta baja (tengo un problema de salud y no puedo subir escaleras), me mandaron fuera del restaurante a un baño que esta dentro del paseo donde están todos los locales. Y lo segundo a criticar es que no podías estar sentada del frío que hacía en el lugar, todas las personas se quejaban de los mismo, y no se sacaban las camperas, no habia calefaccion estando...