Tras unos días de muy mal comer en Floripa, al llegar a Camboriú buscamos “los mejores restaurantes de Camboriú” en Google y encontramos Max’s.
Al entrar, nos trasladamos a un restaurante italiano del pasado (o a la casa de una nonna elegante y cálida).
La decoración es antigua, pero elegante, a su vez es simple y refinada. Manteles de tela blancos, una estufa a leña que parece de la realeza, vajilla original italiana en un escaparate de vidrio de la mamma de la dueña y varios otros preciosos detalles.
Lo acompaña un exquisito aroma a comida casera, que te abre el apetito de inmediato. Es la definición exacta de un lugar acogedor.
El servicio es muy cálido. Nos atendió Rafael, quien hizo su mejor esfuerzo para comunicarse en inglés, ya que no hablaba español ni nosotros portugués (reciben muy pocos turistas, lo cual nos resultó curioso y extraño).
La comida: una opción es probar toda la carta, para lo cual habría que preparar el estómago, porque son -creo- 17 platos (entre pastas y salsas), que incluso se pueden repetir, así que -guiados por Rafael- pedimos una entrada y un plato para dos, lo cual fue más que suficiente.
La polenta frita es muy crocante por fuera y cremosa por dentro. Deliciosa así de simple, con queso por arriba. Al probar los canelones sentimos emoción, la textura y el sabor son perfectos, delicados pero muy sabrosos.
El plus de la noche fue conocer a la dueña, Nena (María Helena) Rossetto, una mujer muy cálida, quien nos contó la historia del lugar, lo que lo hace más especial.
Ella y su hermano, Max, tenían el sueño de abrir un restaurante. Antes de que pudieran hacerlo, Max falleció en un accidente, así que Nenna abrió Max’s en 1993, en su honor. Luego abrió otro llamado Mino, en el paseo San Rafael, que es más vanguardista y con platos un poco más gourmet. El vino de la casa, tiene el nombre de su madre, Irene, cuya foto está en la etiqueta. También exquisito. Nos llevamos la botella, de souvenir. Ah, y como si fuera poco Nena nos envió dos raviolones de calabacín espectaculares y también el postre como cortesía. Sin palabras.
Lo mejor: no es nada caro!!! Cuesta lo mismo que un restaurante de los que hay tantos en la zona, de fritura y mala comida (135 reales por persona probar toda la carta o alrededor de 100 reales la pasta para dos personas, como los canelones, que eran 6).
Quisiera dar más detalles pero no me alcanzan los caracteres.
Gracias Max’s por brindarnos una experiencia que llevaremos siempre en nuestros corazones.
Ojalá podamos volver...
Read moreEu estava procurando um lugar para comer com a família na noite de quinta-feira e fui abençoado por parar nos reviews do Max’s Ristorante. “Sensacional” é a única palavra pra descrever esse restaurante.
Comida: Massas com estilo clássico italiano. Nos experimentos a sequência da casa, que oferece literalmente todas as coisas que a casa tem no menu. Indescritível. Uma maravilha. Eu nunca experimentei uma comida tão simples (em questão de ingredientes) e tão gostosa. Foi uma experiência que inclusive mudou minha percepção sobre massas num geral; sempre apreciei com moderação, mas terminei a noite louvando esses pratos. Atenção especial ao tortelli e ao molho de tomate. Simplesmente impecáveis!
Existem opções vegetarianas e elas são deliciosas. A minha namorada é vegana e conseguiu comer bem também.
A única coisa que não foi surpreendente foram as sobremesas. Não estavam em hipótese alguma ruins, mas não fizeram nossos olhos brilharem (note que também estávamos empanturrados com a sequência de massas que mal podíamos pensar).
Atendimento: O Robison nos atendeu e nos fez sentir em casa. Pensa numa pessoa carismática, querida, simpática, e atenciosa. Não tinha como ser melhor.
Atmosfera: Lugar com estilo clássico italiano. Foto de gente velha na parede, lustres em todos os cantos, mesas longas com toalhas mais longas ainda. Um espetáculo para quem aprecia a beleza nas coisas clássicas.
Recomendadíssimo. Durante a semana não vem tanta gente também, então mais...
Read moreAcolhedor desde a fachada e com aspecto de casa . Tem mesas na varanda e ao entrar vc se depara com uma sala cheia de mesas de madeira com toalhas de bordado richelieu . É rústico e ao mesmo tempo delicado , um ambiente para toda a família. A comida é muuuuuito gostosa, ( servido em forma de rodízio) pena eu não conseguir comer tudo que veio a mesa (eu queria comer tudo ) servido no meu ponto de vista com grande variedade, várias pastas e vários molhos muito saborosos ( e tem sobremesas) . A polenta frita é um arraso e a saladinha de almeirão com Bacon eu amei. Tem uma boa variedade de bebidas e tb carta de vinhos. Tudo é muito limpo e o atendimento tb muito bom. O preço fica na faixa dos 60 e poucos reais por pessoa + 10%. Vale a pena! Voltarei...
Read more