CASA DOMINGA ALGARROBO — Restaurant in Algarrobo

Buena música en vivo, bonito y bien distribuido el local. Pero se queda sólo en eso. Casa Dominga se ofrece como un buen lugar para pasar un viernes/sabado por la noche, pero es todo lo contrario, estos días encontrarás el local saturado de gente y la espera para tener una mesa será de mínimo 60 minutos. Así nos comentaron personas que ya estaban acostumbrados a esto. Ahora sobre mi experiencia, llegamos al local, se nos ofreció para la larga espera (de 80 minutos fue) tomar unos tragos de pie o sentados en la escalera disfrutando del show; aceptamos al ver que la música estaba buena. Después de 45 minutos haciendo fila para poder pagar y pedir los tragos, se demoraron otros 40 min. en servirlos (en la mesa ya, por fin). Los tragos mal preparados, caros y con mucho hielo, si no te lo tomabas en 2-3 minutos, te quedaba sólo agua insípida. Ya cansados, y para evitar esperas, pedimos sólo unas 2 porciones de papas fritas ($4.500 un plato mediano, personal diría yo al momento de la entrega); pasadas en aceite, prefritas (congeladas), donde lo único que rescato una lactonesa que las acompañaba. Para terminar la noche, una segunda ronda de tragos, donde para sorpresa aumentaron aún más la cantidad de hielos por vaso (de verdad un combinado con 6 hielos?). Al pedirlo sin hielo el barman sólo lo cambio de vaso; al pedir uno nuevo, se notaba la porción real de alcohol que llevaba. Esto terminó por agotarnos y nos retiramos del local. En el transcurso (y la espera) pude ver los demás platos mientras los servían, tablas de $20.000.- con maní, un par de jamones y algo de queso. De verdad, me voy con una sensación bastante amarga. Tienen buena música, pero de restaurant o pub nada. A falta de panoramas en Algarrobo es una opción, pero que personalmente no la recomiendo. Gracias por leer. Saludos, Diego. pd: nuestra visita fue el día sábado 22 de Febrero de 2020, llegamos a las 22:00 hrs. y nos retiramos cerca de...

Entramos y el señor del estacionamiento sentí como que no quería que entráramos, en 30 minutos cerramos, eran 15:30, luego llegamos sentarnos y había harta mosca, relaciónamos con que era tipo terraza, llegó el mozo y nos recibieron bien, nos sentamos y nuevamente nos recordaron el cierre es en 30 min, pedimos todo bien, la comida bien, pocos platos, pero en sí estaban buenos, pedimos machas, ceviche (no quedaba palta ) lomo, entre otros. Nos modificaron el pescado de reineta a merluza por el mismo precio ya que tampoco quedaba, no me quejo de la comida pero si pediría ser más respetuosos con el público en general, ya que cuando se cierra la cocina generalmente no se cierra el bar, bueno acá si se cerro y no se podía pedir ni una cocacola en lata, así que terminamos comiéndonos los platos en seco. No se quien será el dueño, pero le falta esa supervisión del dueño, que se pone la camiseta por hacer sentir bien a sus clientes, sentimos como que los chicos (todos venezolanos) querían puro cerrar e irse. El precio de los platos de fondo parten desde 15.500 merluza frita lomo 18.900 jugos 3900 bebida lata en 2900 Ojo si van con niños las mesas son chicas para pedir todos los platos más las copas, mi bebé casi toca el plato de greda caliente con su manito. En realidad más parece un restobar para ir en pareja...

Estimados, hace un hora salí del bar y siendo muy sincera respecto del servicio y la atención particular de una mesera, que fue muy mal educada y agresiva al momento de atender, debo decir que las expectativas que puede tener uno del local deja muchísimo que desear. Llegamos al local, nos otorgaron una mesa después de media hora, nos tomaron el pedido y llegó a la mesa la comida, sin embargo, los tragos (incluyendo bebidas en lata) llegaron después de que terminaramos de comer (1 hora después), lo cual es absolutamente deficiente el servicio, adicionalmente a esto se le menciona la tardanza a la mesera de los tragos, y ella en vez de otorgar una solución, responde de forma agresiva y mal educada, mandandonos a hablar con las personas que preparaban los tragos. No bastando con esto, antes de terminar nuestro consumo, intervino en la mesa, tomando nuestros tragos y cambiando todo de lugar sin tener siquiera la delicadeza de pedir permiso para retirar lo que estábamos usando. El servicio debería estar a la misma altura de los precios que se cobran. Finalmente, uno ingresa a este tipo de locales para pasar un momento agradable en familia y sale con un mal rato.

La verdad que no lo recomendaría, por la falta de...