Barbaro Club House — Restaurant in Mexico City

Venden este lugar como una “experiencia” y vaya que lo es. La experiencia más desagradable que he tenido en años.

Hice una reservación para 2 personas el sábado 16 de abril a las 2 pm. Llegamos puntuales y nos dieron acceso hasta las 2:20 pm sin siquiera ofrecer una disculpa por el retraso. La mesa que nos dieron estaba literalmente hasta atrás de todas, mas cerca de la barra que de la vista a la pista de carreras que es lo que a uno le interesa cuando va al Hipódromo. Ni siquiera tenían sillas sino bancos (sin respaldo). Era más cómodo estar de pie. Resulta que las mesas que sí tenían sillas eran para grupos de 8 o más personas o de plano una supuesta zona VIP cuyo consumo mínimo es de 15 mil pesos, ¿es un antro donde te condicionan mesa a consumo de botellas o un restaurante digno de un hipódromo?

El audio para escuchar la narración de las carreras era inexistente, ni siquiera conectaron la transmisión a las bocinas. Pero la gota que derramó el vaso fue que llegó una persona que se presentó como “capitán” y que me dijo que el dress-code del lugar es sin sombrero (yo llevaba sombrero porque... pues... es el hipódromo al que llevo asistiendo más de 30 años y así se asiste regularmente). La cuestión es que mientras a nosotros nos pidieron quitarnos el sombrero, había otras personas igual con sombrero a las que no les dijeron nada porque estaban consumiendo más.

Ni siquiera calificaría este lugar de elitista. Es un lugar wannabe, pretencioso y sin sustancia. No tienen la más mínima idea de la esencia de un lugar que está en el hipódromo. La peor experiencia en...

El lugar es lindo, pero tiene un pésimo servicio! Moría de hambre cuando llegué (que vaya es complicado llegar, pues hay que caminar mucho y está muy enredado el camino desde el estacionamiento) pues moría de hambre... y ya en la mesa, nadie se acercaba a tomarnos la orden! Tuve que levantarme a pedir un mesero... a la media hora por fín llegó una mesera, ni menús nos ofreció! Sólo preguntó (como haciéndonos un favor) -¿Qué quieren tomar?- ¿Pues qué tienen? pregunté y sólo dijo pues cerveza, tequila, etc.- Grrr pues ordené 2 cubas SIN HIELO y por supuesto, las trajo media hora después CON HIELO!!! Pedimos nos cambiaran de mesa (éramos 12 personas) y cuando nos dicen que la mesa está lista... era para 8 personas! Y ni un banquito ni nada nos ofrecieron! Ahí teníamos 3 meseros rondando la mesa y de los 3 no se hace uno! Le pedí algo de comer a uno (recuerden que moría de hambre), así que pedí una simple orden de papas a la francesa (pues ni menús ni nada) y una hora después pregunté por mis papas y el mesero me dice que aún no hizo el pedido! Grrr LO CANCELÉ por supuesto. Me ofrecieron una rebanada de pizza otros amigos y me la comí... dicen que todo sabe rico cuando tienes hambre... pues NO! Es la peor pizza que he comido en mi vida! Pregunté el precio.... wow! carisisísimaaa!!!! Total que toda la noche estuvo más o menos igual de mala... la música a ratos bien, a ratos horrible. cuando pedí mi cuenta... $450 pesos POR DOS CUBAS!!! Se pasan!!! Así que NO LO RECOMIENDO...

The spot's overpriced and packed like a can of sardines, blasting nothing but mainstream tunes. Our crew of 18 got the stink-eye from security all night. The kicker? They bounced one of us for rocking shorts, calling it "policy." They treated us like we were plotting a heist. Plus, their vegan options are as scant as their tolerance for diverse wardrobes. Elitist, much? Time to stop bankrolling places that can't chill on dress codes and prefer exclusivity over...