Este lugar suele estar lleno de gente las noches de fin de semana, una indicación que en México, un país con una de las mejores cocinas del mundo, hay un sinfín de gente que no sabe nada del buen comer. De los restaurantes del centro de Tlalpan, es quizás este restaurante "italiano" que se destaca la disparidad más grande entre sus pretensiones y sus logros. No puedo ofrecer mejor ejemplo de su extrema mediocridad que su pan. Ni siquiera logran servir buen pan! En México, un país panadero por excelencia! Nos sirvieron una canasta de bolillo rebanado. Primero, era claro que había sido cortado hace una eternidad, pues las superficies de migaja ya estaban endurecidas. Segundo, y más imperdonable, el centro del pan estaba CONGELADO, literalmente. En un restaurante que se ubica a MEDIA CUADRA de una panadería, nos sirvieron pan congelado y recalentado. Ni la fondita más humilde de la esquina cometería un crimen tan ofensivo en contra del paladar y muestra que en Dolce Amore no les importa nada la experiencia de la comida buena. Pedimos una lasaña al horno, un platillo tradicionalísimo y que varía relativamente poco de la punta de la bota hasta los Alpes. Llegó algo no solo irreconocible como lasaña, sino ni siquiera bueno. En vez de capas de pasta, boloñesa y bechamel hecho con antelación y horneado, nos sirvieron capas de pasta con queso y julianas de calabaza y zanahoria, calentado en el momento, probablemente en microondas. No me opongo a nuevas perspectivas sobre los platillos clásicos, pero este plato fue puro cinismo: rápido y barato para el restaurante sí. Satisfactorio y bueno para comer, no. Las tiritas de verduras combinaron pésimamente con las láminas de pasta y chocaron las texturas. Horrible. Son solo dos ejemplos porque de ahí todo se fue hacia abajo. Dolce Amore es una muestra triste de los estándares bajos de la gente que, en vez de exigir buenos ingredientes y una preparación sencilla, se dejan engañar por la apariencias. Una ofensa no sólo a la comida italiana sino a la...
Read moreHace 10 meses elegimos Dolce Amore para celebrar el cumpleaños de mi hijo y como fue una velada tan agradable por la buena comida y el ambiente decidí celebrar el mío el día de ayer. Reservamos dos días antes. Fue una decepción y el ahora Dolce ORRORE se presenta como un fracaso de restaurant. Al la hora de la comida, el ambiente grato de la cena se convierte en una verdulería de mercado donde en las mesas de alrededor gritan. No se puede oir la conversación más que a gritos. La bien lograda atmósfera interior de la casona histórica ha sido rota en una esquina interior donde hay un vulgar hueco descubierto por donde se ve una bocina del bar. El servicio que fue muy esmerado el año pasado estuvo a cargo de un mesero irresponsable, negligente y cínico. Nos sentamos en la mesa 3. Tanto al señor que recibe y que está en el bar como al mesero se les dijo que era mi cumpleaños. Para de mi hijo tuvieron el gran detalle de un Tiramisu decorado para el festejado! Para mí un platillo Brociola que primero llevó frío el meserito y MEDIA HORA DESPUES lo llevó semicrudo!! El otro Brociola llegó mucho más tarde cocido. Estos platillos los pedimos al hacer la orden junto con las entradas de Carciofi. Quiere decir que en la cocina dispusieron de más de una hora para tenerlos listos!! Pésima organización. El meserito ni siquiera se disculpó. No nos cobraron los Brociola. Hubiera sido el colmo. El gerente en lugar de disculparse fue a nuestra mesa a justificarse!! Pésimo servicio, mala comida, carecen de preparación meseros y gerente de cómo tratar al cliente, precios demasiado elevados para lo que ofrecen. Echaron a perder el buen concepto de restorán que teníamos, ahora es Dolce Orrore!!! En las fotos se ve a mi hijo con su Tiramizu el año pasado y en seguida, la apertura en la esquina con la bocina del otro lado. Y los trozos de carne del...
Read moreEl viernes intenté llevar a mi mamá a comer aprovechando que ese día no tenía malestares por su tratamiento contra el cáncer, lo cual sucede solamente unos tres días al mes. Llamé y el muchacho que me contestó dijo de mala manera "no se entiende nada" y colgó. Volví a marcar y le pregunté si me había colgado y me dijo que sí porque no entendía nada. Le dije que estuvo muy mal de su parte y cuando intenté preguntarle si tenía espacio para dos personas, me interrumpió para decir de mala manera "déjame decirte que colgué porque no se entendía nada". Entonces repetí mi pregunta acerca de si tenía espacio y nuevamente de mala manera dijo que no y que hasta dentro de una hora, "tal vez", y volvió a colgar. Era mi restaurante favorito del centro de Tlalpan pero no volveré NUNCA. No sé si todos los empleados son así o sólo la persona que atiende el teléfono o si este muchacho tiene la intención de que el restaurante se quede sin clientes, pero al menos a mí me perdieron. No voy a soportar groserías de nadie. Evidentemente él no tiene ni idea de la situación por la que estamos pasando en mi familia, pero tiene cero empatía y, con las emociones que estoy transitando en este momento, he desarrollado un rechazo absoluto por su...
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