La Casa de Toño — Restaurant in Mexico City

Me recomendaron el lugar. El menú tiene varias opciones para hacer el paquete que más te convenga, ws buena la idea para probar de todo un poco. Al llegar le mencione a la mesera que era la primera vez que los visitaba, esperando que me explicara la forma de elegir mejor, lamentablemente la atención en ese sentido no fue la mejor, puso mas énfasis en vender un ponche de la temporada, que por cierto es muy pequeño para el precio de venta. Pedimos Chilaquiles, café y fruta. No soy un crítico de comida, voy a donde disfruto de comer rico, y de pasarla bien, puede ser caro o barato según andemos de hambre. Lamentablemente para mi, hay mejores lugares que este, definitivamente había mucha gente, y muchas mesas llenas también, no me gusto su servicio y la atención, y la constante presión por desalojar la mesa, la porción de la fruta es muy pequeña, no te ofrecen refil de café y los adicionales creo que están muy caros. Los Chilaquiles muy grasosos y sin sabor. Preferiría ir a comerlos a Mi Viejo Café que se encuentra en el Chedraui de Plaza Cristal, y están similar en precio con otras ventajas En mi caso no volvería a éste lugar, ya realice la experiencia de ir, hay mejores lugares menos conocidos con una mucho mejor calidad, precio y servicio. Lo considero por arriba del promedio, con...

Muy buen servicio son muy rápidos muy ágiles te atienden lo más rápido que pueden, la capitana de meseros siempre está al pendiente de lo que necesiten los comensales. La comida como siempre es buena se disfruta mucho, son buenas porciones suficientes para una persona normal. Yo pedí el plato grande de pozole al igual que los familiares que me acompañaban, al centro siempre nos ofrecen tostadas y limones los cuales no sabían que una vez que terminas de comer el platillo, las tostadas son destruidas y los limones tirados a la basura por qué acusaban al restaurante de reciclar tanto las tostadas como los limones según comentarios del mesero que levantó la mesa una vez que acabamos de comer. Quizá valdría la pena en que los meseros te preguntaran cuántas tostadas requieres para el consumo para de esta manera evitar esas malas prácticas de desechar toda esa gran cantidad de alimentos, de igual manera valdría la pena que nosotros como comensales podríamos indicar a los meseros cuántas tostadas y limones requerimos para no desperdiciar recursos, algo debemos de hacer. Ojalá que esta opinión ayude a mejorar esto último...

Ya había ido en otra ocasión a este tipo de hipódromos, creo que parte del entrenamiento para trabajar en estos tristes establecimientos es CORRER. Es una cosa absurda, llega uno y desde que te sientas empiezan a bombardear con la pregunta y la urgencia de que órdenes, al menos 7 u 8 empleados nos preguntaron si ya estábamos listos para ordenar y no te dejan ni ver la carta. Yo que tanto he comido en restaurante así como trabajado en ellos nunca me había tocado ver que los empleados lleven sus termos , tuppers, envases así como sus bebidas. Un lugar donde los empleados utilizan palabras vulgares, corren se empujan, arrastran, golpean y hasta brincan. También sus utensilios parecen de reclusorio ya que hay mucho plástico barato.

No entiendo porque la gente asiste a lugares así.

El pozole realmente feo la carne pasada de cocción y el maíz deshecho. Los empleados en su mayoría con una limpieza regular pero sin embargo alcance a ver qué algunos traen sus tenis muy PUERCOS.

EN FIN...