Casa Manzano Restaurante Boutique — Restaurant in Morelos

Para mí la casa manzano es un buen lugar ocasional para ir a comer, sin embargo hay cosas por mejorar, primero cuando el valet parking te recibe el auto no te da boleto, entonces cuando sales te hace muchas preguntas sobre tu auto para localizarlo o localizar tus llaves, más fácil tener un boleto y con eso llevar el control. Al restaurante se accesa por medio de unas escaleras, así que no me di cuenta cuenta si había rampa para silla de ruedas. En cuestión de servicio la verdad deja mucho que desear, no sé si sea porque me toco personal nuevo, pero la verdad si hay que revisar esto. Primero se hizo reservación con unas dos semanas de anticipación y cuando llegamos no encontraron la reserva, afortunadamente había espacio suficiente para que nos armarán una mesa para las 10 personas que éramos, si no quien sabe que hubiera pasado. Nos dieron una carta por cada dos personas y nos tomaron la orden, entonces para servir las entradas se tardaron muchísimo, yo pienso que el único que tiene justificación es el guacamole que se pidió porque lo preparan al momento, pero los tamales, la sopa de tortilla y otras cosas que deberían ya estar disponibles tardaron casi 20 minutos en traerlos. Al principio cuando tomaron la orden se le indico al mesero algunas cosas especiales como "traer un plato fuerte como entrada", "cambiar una guarnición de un platillo por vegetales por ejemplo" y de todas las cosas ninguna las hizo, aunque las anotó. Cuando traían las bebidas preguntaba mucho "¿Para quien es esto?" Y digo, ¿No se supone que había anotado? Incluso nos preguntó por una bebida que al final era de la mesa de al lado. Cuando nos regresaron las cartas para pedir el postre, nunca nos hizo ninguna aclaración y pedimos, entonces a los 5 minutos regresa y nos dice "De los pasteles de manzana que pidieron, fueron 4, ya solo tengo uno, es que en la mesa de al lado pidieron varios y se me terminaron" Entonces todos los que habíamos pedido eso lo cambiamos, una de las personas que pidió su cambio al final no le traían su postre y al preguntar por el le dijeron "te dije que se me había terminado y no me pediste un cambio" y pues obviamente si lo había hecho, pero el mesero insistía que no, al final cuando el mesero entendió que quizás no lo oyó fue por el postre que habían pedido. Otra cosa más, junto con el postre varios pedimos unos capuchinos, entonces nos traen el pastel y 10 minutos después llega el café y 5 minutos después ponen al centro el azúcar y complementos para el café, entonces esa desincronia hizo que algunos se terminarán su postre a secas, y el café por separado en vez de ser el acompañamiento. Hubo tantos temas con las cosas que algo que normalmente no hacemos que es revisar la cuenta está vez lo hicimos para asegurarnos que no se hubieran equivocado ahí también, pero al final ahí no hubo errores. Sobre la comida, para mí gusto son porciones un poco pequeñas, pero tampoco tanto, que si satisfacen el hambre, tienen un excelente sabor. Por ejemplo los tamales de frijol servidos con mole están bien, te ponen unas semillas de calabaza que adorna y contribuye a la mezcla de sabores. La pasta a los 4 quesos acompañado de pollo está muy bueno, lo recomiendo mucho, y finalmente de los postres, por tamaño el único que me convenció fue el estrudel de manzana, el tiramisu y la bomba de chocolate son pequeños, comparados con otros restaurantes que sirven un postre similar, aunque el sabor está muy bueno. Para las bebidas, son muy pequeñas, no lo medio, pero diría que están en un vaso con una medida entre 250 y 350ml entonces seguramente durante tu visita pediras dos. Entonces es un lugar a dónde podría regresar porque la comida realmente si me gustó, pero el servicio en general...

Primero lo positivo: el lugar donde se encuentra es en una cada muy bonita con jardines, mucho verde, flores y agua. Hay salones privados para familias y terrazas donde pueda llevar a tu perrita (son pet friendly). La comida está rica y es abundante, por lo menos en el desayuno que es lo que tomamos. Hay dos menús, uno más económico con varios platillos a elegir y otro más caro. Ambos arriba de 200 pesos. En total por dos personas pagamos $600.00 (30 dls). Entre los diversos platillos elegimos enchiladas con salsa de chile guajillo (levemente picosas) y mi pareja eligió el pastel azteca. Ambos pueden verlos en las fotos. El menú del desayuno incluye café o té, fruta o quinoa y juego. El de mandarina estaba muy bueno. El pan de la casa es rico pero no avisan que se cobra a parte. Algo importante, los baños, por lo menos los que visité de hombres, bastante limpios y con todo: papel, agua y jabón. Lo no tan bueno: el servicio es muy lento, la primera parte la sirvieron pronto: el café, el pan, los sopes de cortesía, pero para el platillo principal se tardaron más y en vez de traerme las enchiladas rellenas de pollo me las trajeron de requesón. Ofrecieron cambiármelas, pero se tardaron tanto que no acepté y de todas maneras me gustaron. Otro detalle negativo fue que les pedimos aguas para Manchitas nuestra perrita y nos dijeron que no tenían recipiente para traérnosla; siendo pet friendly es extraño que no tengan recipientes para ofrecerles agua a los animales. Como les dije que lo iba a poner en esta reseña, se movilizaron y consiguieron un pequeño recipiente desechable para traerla. También para traer la cuenta se tardaron mucho. En conclusión y como balance general, sí volveré...

Acudí a desayunar el 10 de mayo para celebrar, el menú tuvo un cambio de precio por "menú especial" a 580 pesos, el cual, no tenía NADA de extraordinario. El pan bastante simplón, la comida buena a secas y un plato de frutas para llorar de lo pequeño. Lo especial consistía en que podías pedir mimosas opcionales, aunque el pago extra obligatorio.

Entrando, nos dijeron que por la demanda solamente podríamos estar una hora, aunque no nos fascinó, lo cual entendimos sin problemas. Nosotros nos apuramos para cumplir con el horario que nos dieron, sin embargo, para pedir cualquier cosa teníamos que esperar mucho y pocas veces volteaban a ver la mesa, adicionalmente tuvimos que esperar cerca de 30 minutos a que nos trajeran la cuenta (como si fuera algo complicado, si cobras "x" cantidad de menús y ya, ni siquiera hay opciones), al querer pagar, dividimos la cuenta y la mesera se equivocó y cobró dos veces la cuenta completa. Me comentó que se le complicaba hacer la devolución y la haría en efectivo; para lo cual también tardó bastante y nos pidieron "amablemente" que si nos podíamos levantar de la mesa, debido a que ya habían llegado los que tenían la siguiente reservación. Entonces nos dirigimos a caja y todavía tuvimos que esperar a que nos pagaran e hicieran cuentas.

La verdad, por el precio, no tengo la menor idea de como sobrevive el lugar. El servicio es pésimo, la comida no tiene nada de extraordinario y abusan de que no existe una competencia decente en Cuernavaca. Hubiese preferido mil veces ir a un Sak´s o un Cardenal y por un...