Casa Garmendia - Una Experiencia Decepcionante y un Desastre en Atención al Cliente

Si pudiera dar cero estrellas, lo haría. Nuestra visita a Casa Garmendia en Hermosillo fue, sin exagerar, una de las peores experiencias de servicio que hemos tenido en un restaurante. No solo demostraron una total falta de profesionalismo, organización y atención al cliente, sino que también arruinaron el desayuno de cinco familias que solo querían pasar un buen rato.

Desde el inicio, todo fue un desastre. Teníamos reservación para 12 personas, llegamos antes de la hora y el lugar estaba prácticamente vacío. No había razón alguna para que nos ignoraran, pero aún así tardaron más de 20 minutos en tomarnos la orden de bebidas: 7 cafés americanos, 2 limonadas y un moka. Pedidos simples, sin ninguna complejidad. Aun así, tardaron demasiado.

Lo más indignante es que vimos cómo llegaban otras mesas mucho después de nosotros y recibían su servicio de inmediato, incluso con bebidas más elaboradas. Nos ignoraron por completo. Es inaceptable que un restaurante haga sentir a un grupo de clientes como si fueran menos importantes solo porque no piden lo que ellos quieren vender primero.

Intentamos buscar a la gerente, una persona a la que llamaban “Azul”, y después de insistir varias veces, apareció, pero jamás se acercó a nuestra mesa. Tuvimos que ir a buscarla nosotros, algo que es inaceptable en cualquier restaurante que valore mínimamente la experiencia del cliente. Un gerente está para resolver problemas, no para esconderse de ellos.

Pero lo peor aún estaba por venir. Después de UNA HORA de espera, la comida seguía sin llegar. Para un grupo de adultos, niños y adultos mayores, esto es completamente inaceptable. Los adultos podemos tener paciencia, pero los niños no pueden entender por qué en un restaurante tardan más de una hora en servirles. Si tienes hijos, ni se te ocurra venir a este lugar. No tienen la capacidad ni la mínima empatía para atender familias.

Las buenas prácticas de servicio al cliente brillaron por su ausencia. Un restaurante de calidad debe: • Tomar la orden en los primeros 5 minutos. Aquí nos hicieron esperar más de 20 solo para las bebidas. • Priorizar a las mesas con reservación y respetar el orden de llegada. Hicieron todo lo contrario. • Asegurarse de que los clientes reciban su comida en un tiempo razonable. Una hora de espera es INACEPTABLE. • Tener un gerente accesible y con actitud de servicio. Aquí la gerente ni siquiera se acercó. • Brindar un trato equitativo a todos los clientes. Nos relegaron como si nuestra mesa no importara.

Casa Garmendia es el peor lugar para desayunar en Hermosillo si valoras tu tiempo, si tienes niños o si esperas un mínimo de atención. No volveremos jamás, y no recomiendo este lugar bajo ninguna circunstancia.

❌ Pésimo servicio, cero organización, y una experiencia completamente frustrante. ⭐ Si quieres perder el tiempo y ser ignorado, este es el lugar ideal.