Casa Laguna Tampico — Restaurant in Tamaulipas

The thing I liked is the view on the lagoon during daylight time. I went to have lunch (party of 3) which turned in tiodinner since it took the Kitchen to prepare our meals more than 1 and a half-hour. Staff compensated the lacking of workforce in the kitchen, which we appreciated a lot, however the managing is bad, the same restaurant gave a catering service at the garden of the Hotel where the restaurant is located, and prioritized catering first, leaving only 1 cook in the Kitchen. Food is OK but could be better... I'll give it another try...

Uff, un lugar Paradisiaco bueno es la primera ocasión que no encuentro palabras para expresar tanta belleza, los Hoteles fiesta Inn a nivel mundial se catalogan por su existencia desde las instalaciones servicio hotelero pero el restaurante es cosa única la comida exquisita el servicio excelente el paisaje en este restaurante en especial es inigualable con una terraza frente a la laguna el Jardín limpio bien cuidado los meseros te hacen sentir en casa sin hostigar son amables están atentos la mesa siempre limpia el servicio de cocina es rápido el sabor es exquisito es un hotel que conozco en diversos países y la estadía es un recuerdo inolvidable vale la pena el costo aunque para ser sincera ( es económico) a pesar de la calidad de los productos ah, lo olvidaba marisco fresco todo genial gracias y otro secreto (los meseros son discretos lleve mi pareja en sus cinco minutos me costó convencer que comiera que disfrutara, ellos actuaban con tal normalidad que me inspiró calma y pude resolver la situación sin perder la cabeza fue algo mágico sin dirigirse a él lo convencieron de comer diciéndome que si requería yo un plato adicional para compartir que realmente la comida estaba deliciosa etcétera, Y comió mi cucaracho la pasé muy bien, regresaría...

He estado allí dos veces. La primera vez cené en forma. La comida rica. El emplatado es aburrido y está pasado de moda para un restaurante con esos precios… La segunda vez fui a la barra, ordené la carta de bebidas y el mesero respondió que no estaba disponible. No había carta en formato físico ni en digital… extraño. Entre mi acompañante y yo pedimos agua mineral, una chelada y una margarita sin conocer los precios. Al final fueron casi $300 pesos por bebidas que no exigían para nada de un nivel de ‘Expertise’, y que, más de uno de nosotros se habría sorprendido por ese costo. Cuando pedimos el ticket para aclarar nuestras dudas el ¿Hostess? dijo que no era posible porque su impresora no servía. ¡No pueden trabajar de esta manera! Algunos clientes más afilados ( si se quiere) podrían llevar esto a otro nivel. Cuidado con eso. El lugar tiene una vista privilegiada y se nota el esfuerzo de su personal por volver placentera tu experiencia en el restaurante. Sin embargo, aquí la queja es que los precios no son claros desde el inicio y con toda sinceridad no...