Las verdaderas experiencias que se impregnan de por vida en el alhajero de nuestros corazones, siempre se cultivan y germinan a partir de cada alimento que gozamos en el menú de nuestras vidas. En este recetario lideran la mano y la sazón; el amor y la pasión… fieras combinaciones que siempre llevan consigo una pizca de fraternidad y lealtad.
Con estos ideales en mente, decidí emprender el camino para reencontrarme de nuevo con esa correspondencia sagrada entre alma y sustento, donde la Chef Lupita Vidal confirmó que nuestro encuentro ya había sido tallado y confirmado por los designios de la gran fortuna culinaria.
Salón Caimito se levanta como un faro entre las selvas tabasqueñas para ofrendar su amplio repertorio de pizzas artesanales de masa madre, donde la incomparable corteza al estilo “cornicione” resalta por la impecabilidad de su presentación.
Asimismo, Salón Caimito no sólo se distingue por la propuesta original de sus sabores y combinaciones, ya que cada uno de sus platillos entrega un recorrido de composiciones que nos impulsan a explorar y gozar del talento local gastronómico. Estos horizontes se expanden tanto a través del corte estético y preciso de cada vegetal, así como en la composición, conjunción y contraste de cada proteína.
Además, la hidratación y frescura de las cervezas locales; la frescura del agua de matalí y la fina tersura de la horchata de arroz preparada con coco y pétalos de rosa, recubren y sacian los caminos de la sed desde el primer trago, hasta el último rocío de su elixir dulce.
El día siguiente comenzó desde temprana hora en la mañana con la eficiente ingeniería culinaria del auténtico chocolate caliente tabasqueño y una concha de mandarina recién salida de la alta repostería de Caimito. Para el plato fuerte, esta vez disfruté a tope unos crujientes chilaquiles verdes con pollo, un tamal de chipilín y un chanchamito abrigado por frijolitos negros refritos con queso para iniciar bien el día. Como consejo aparte, les recomiendo bastante la salsa de habanero tatemado para agregarle ese picante extra que no puede faltar en nuestros menús nacionales.
Sin duda, estas son apenas las primeras ediciones en mi camino por Salón Caimito, un lugar más donde puedo revitalizar una de las experiencias multisensoriales más fundamentales para la vitalidas humana. Una experiencia que solo la gastronomía tiene el poder de entregarnos a través de un solo platillo que siempre nos remité a nuestros momentos más felices en la...
Read moreBuen lugar, comida rica y buen servicio. En Villahermosa hay poquitos lugares que mezclen buena comida, servicio, ambiente y precios moderadamente accesibles. Este es un lugar q logra todo eso. Hay platillos únicos y deliciosos aunque también algunos no tan ricos. En mi opinión lo bueno, lo no tan bueno y lo malo:
-- Lo bueno: mezcla ingredientes y perfiles gastronómicos de la región en sus platillos...por eso algunos platillos son realmente únicos y deliciosos!! -- Lo no tan bueno: sus opciones veganas/plant based son ultra limitadas y no tan buenas. Además de que el staff no está capacitado para entender o distinguir entre opciones veganas vs vegetarianas vs normales (a pesar de estar en su menu) -- Lo malo: algunos precios son raros...por ej el café tiene precio normal pero el capuchino tiene un precio RIDICULAMENTE elevado... Más caro que cualquier café gourmet de cdmx o sitios equivalentes. Otra cosa es q al staff le falta algo de capacitación en ciertos temas operativos de servicio.
Por ej en una ocasión el staff se equivocó con mi platillo... Era un smoothie bowl de frutas, le incluyeron un ingrediente al q soy alérgica (pese q que insistí mucho cuando pedí, que no llevara eso) ..a consecuencia, tuvieron q rehacer el platillo. A pesar de q el error fue de su proceso operativo, pusieron la comanda al final de la lista de pedidos... Es decir, me tocó esperar como si acabara de llegar. La gente de mi mesa termino su comida y yo apenas iba a empezar ( Ni siquiera requería cocina!! y a pesar d eso demoro...
Read moreEl lugar es muy bonito, los baños y su decoración super linda. Definitivamente la terraza es lo mágico del lugar, decoración y ambientación de primera. Desde que llegamos quien nos recibió fue muy amable, el mesero Jonathan siempre atento y nos explico las dudas que teníamos de los platillos. Todo el personal le pone mucho empeño en la atención y eso se agradece.
La comida es rica, las porciones de lo que pedimos fueron grandes. Pedimos la papa pop de entrada, me empalago un poco el sabor a queso pero no dejaba de ser rica. Pedimos el Rigatoni de la abuela , me gusto mucho y la porción bastante generosa, finalizamos con pizza carnívora, sabor bueno, pueden no ser las pizzas más espectaculares pero depende el gusto de cada quien.
Sin duda regresaría para probar más cosas del menú, amo la gastronomía local con ese toque gourmet que eleva los sabores.
He leído muchos comentarios que los precios son elevados. Les invito a que vayan, prueben y juzguen. El servicio de calidad que te ofrecen, las instalaciones y la comida que es buena te hace reflexionar si en verdad están o no...
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