Antigua Taberna Queirolo — Restaurant in Lima Metropolitan Area

This place is in San Miguel District. I have to say it was suggested to us by our taxi driver since we wanted a “local “ place to go! We were amazed!!! Peru is not cheap and specially when food comes into play. But this place is a hidden gem! Old and rustic looking. Tradition all the way! Simple yet so delicious!! Plates are bigger than expected, we wanted to try a few plates and all were amazing. We ordered a “sandwich “ oh my! Ham was soo good! Then we ordered chicharrón de chancho; which is pork cracklings, plate was served with sweet potatoes chips/fries delicious!!! Then (yes we ate more) we ordered tongue stew and beef stew it was amazing!! It’s not a fancy place at all! So jeans is good! WiFi was not working so we got a taxi outside and worked great! Total after all we...

Pedir S/.40 por un cau cau o S/.29 por una papa rellena me resulta una insolente criollada. Y sin embargo estuvimos dispuestos a pagar S/.26 por cada uno de nuestros panes con huevera y leche de tigre.

Ah, diría el entrometido de turno, criticas por pagar por una cosa y no por otra. Es que un buen cau cau y otros tantos platos criollos son tan cotidianos y fáciles de encontrar a mejores precios que no amerita gastar más guita en esta ciudad impía pero bendita . En cambio, esos suculentos inventos que han decido catalogar como "sánguches tigres" dónde así nomás los podría encontrar.

"Con leche de tigre para remojar" sugiere la carta, pero yo prefiero maridar una mordida al pan con un sorbo a la leche de tigre. En fin cada cual sus maneras y sus gustos.

¿No sería lindo de ver (y disfrutar), en vez de tanta hamburguesería y brostería, fastfoods de panes con pescado o huevera y leche de tigre por doquier? Digo nomás.

PD. Tres estrellas al ambiente por ser muy bullicioso. Bullicioso por la gente que, en lugar de charlar, vocifera.

Actualización: Volvimos tan pronto como pudimos para repetir el disfrute del sánguche de huevera y leche de tigre, y aunque mantuvo invariable el sabor, esta vez la porción de huevera en ambos panes estuvo fulera. Inevitablemente se sintió la escasez.

Por otra parte, es imperativo que capaciten más a los mozos en el manejo del menaje. No es aceptable, por ser antíhigiénico, que, mientras los depositan en la mesa, sostengan los vasos con los dedos desde arriba, en contacto con la superficie que a su vez entrará en contacto con los labios al momento de beber. El mozo que nos atendió fue respetuoso pero poco amable, se le notaba cansado, tal vez por hallarse al final de un extenuante turno. Espero estén realizando una rotación adecuada de turnos de personal para lograr mantener el mismo estandar de servicio a los clientes desde el principio hasta el final de cada jornada.

Por lo expuesto, una estrella menos en la calificación del servicio, y por ende del promedio general. Reevaluaremos en una próxima oportunidad.

Por cierto, observé en varias mesas bebidas gaseosas en envases de vidrio, algo que, además de contribuir a mantener inalterable el sabor de la bebida, es remarcable y digno de imitar por otros...

This historic spot has such a cool old-world vibe — it feels like you’re stepping into Lima’s past while enjoying hearty Peruvian food. The tequeños de ají de gallina were a fantastic modern twist on a classic, warm and filling. The rocoto relleno came out in a cast-iron skillet alongside pastel de papa and was full of flavor and comfort. For drinks, both the pisco intipalka chilcano clásico and the maracuyá pisco sour were excellent — refreshing and balanced. A must-visit if you want authentic food in a place that’s as much about the atmosphere...