Gasthof — Restaurant in A Coruña

Nos atendieron a las 17h porque acabábamos de visitar la ciudad así que encontrar abierta la cocina nos encantó! La carta de comida muy variada por lo que es un gran punto. Pedimos un menú (principal+postre+bebida) y un plato suelto (éramos dos personas). La ración abundante y para ser un local de comida rápida la comida está buena. Lo malo y lo que más destacamos de nuestra experiencia es la poca profesionalidad del camarero Jefrey. Cuando finalizamos nuestra comida, se le preguntó qué había de postre (debido a que el menú incluía postre). Nos indicó postres y elegimos una tarta de queso. Recordemos que solo pedimos un menú (por lo que sólo pedimos un postre y lo compartimos entre los dos). Más adelante en la cuenta vemos un cargo de la tarta de queso. Le preguntamos al camarero que estaba en la barra a que se debe este cargo si el menú incluía postre. El camarero de la barra (muy educado) llama a Jefrey y le indica a Jefrey que nos ha echo este cargo en la cuenta y que esa tarta no estaba incluida en el menú. Jefrey se da cuenta del error de: 1-no indicarnos que esa tarta no estaba en el menú cuando le preguntamos por los postres

Entonces viene la situación: Al camarero de la barra le indico yo que no me parece bien que nos cobren por un postre que cuando estamos pidiendo lo hacemos porque hemos pedido un menú. La solución de Jefrey: “bueno como ha sido un error de ambos hagamos mitad-mitad “ Le indico que por nuestra parte no ha habido ningún error, más que el de no asegurarnos que el postre que pedimos estuviera en el menú. Cuando si ya hemos pedido el menú es evidente que estamos preguntando por los postres que están en el menú.

El camarero de la barra nos dice que no nos la va a cobrar ya que ha sido error de Jefrey. Hasta aquí podíamos haber acabado bien todavía, ya que aunque toda esta escena fue un poco tensa y desagradable, no era de mayor importancia pagar o no pagar una tarta de 5€. Le indico al camarero de la barra que la comida y la tarta estuvieron muy buena, para rebajar la tensión y agradecer la comida, mientras pagaba la cuenta.

Jefrey, el cual prefirió alejarse de la escena un par de metros, responde: “Claro, ahora que ya te la comiste esta buena, no?”

Un comentario totalmente fuera de lugar. He visto varios comentarios del local donde no es la primera vez que la atención y servicio de Jefrey en concreto te pilla bien o mal dependiendo de su estado de ánimo.

Si vais, tened en cuenta que os puede coger de...

En el transcurso de una experiencia gastronómica, me vi sumido en la degustación de unos pancakes que, lamentablemente, suscitaban una profunda decepción. Mi entusiasmo se vio eclipsado por una decisión culinaria desafortunada que, en última instancia, resultó en un menoscabo evidente de la calidad del plato.

El exceso de jarabe, una elección que peca de generosidad, devino en una amalgama pegajosa que sobrepasó las barreras de la tolerancia sensorial. La dulzura, lejos de ser sutil y equilibrada, se convirtió en una nota discordante que eclipsó por completo la paleta de sabores de los pancakes. La perfecta armonía entre la masa delicadamente elaborada y el sutil toque dulce que se espera de un platillo de este tipo se vio desvanecida por una inundación de jarabe que dejó poco espacio para la apreciación de los matices gustativos inherentes al conjunto.

Es lamentable constatar cómo la exuberancia de un elemento puede eclipsar los esfuerzos dedicados a la elaboración de un plato. La culinaria, cuando se ejerce con maestría, es un arte que busca la armonía y la excelencia en cada bocado. En este caso, la DESMESURADA generosidad con el jarabe eclipsó la esencia misma de los pancakes, arrojando una sombra sobre el potencial culinario que, de otro modo, habría brillado con destreza.

En conclusión, el acto de empapar en EXCESO estos delicados pancakes en jarabe no solo desdibuja la esencia de la receta, sino que también desatiende la búsqueda de la excelencia gastronómica. Un respeto por la sutileza y el equilibrio es esencial para preservar la integridad de cada componente en un plato, y, desafortunadamente, esta ocasión se presenta como un recordatorio de la importancia de ejercer prudencia incluso en la...

A great place to sit and people watch. Very fair prices and nice complimentary tapas served with alchoholic beverages. We really felt for the two front of house staff who couldn't cope with the demand of a full restaurant bar on a Saturday evening. We had to keep going inside to get the attention of the waitress and had to wait ages for orders to arrive throughout the evening but appoint no blame whatsoever to them as they have a godforsaken job under the circumstances due to being so grossly understaffed. We'd certainly revisit but only during a much...