La primera vez que fuimos a comer a este restaurante, era 2001. La materia prima era buena, el servicio aceptable y la relación calidad-precio muy adecuada. La decoración sencillamente curiosa. Uno no va a un restaurante por su decoración, sinceramente. En aquel momento eran muy recelosos de que se hicieran fotos de esta.
Pero no me quiero desviar. A lo largo de estos 15 años, hemos ido a comer a este mesón en numerosas ocasiones, hasta la última vez, que es esta que relataré a continuación.
Tras esperar un rato junto a la barra a que nos atendiera alguien para asignarnos mesa, tuvimos que preguntar a uno de los camareros, que tampoco parecía realmente ocupado en aquel instante. Cuando uno espera a que le atiendan para darle mesa, no lo hace con ínfulas de nada, sino por respeto al personal de sala.
Total, nos dijo el chico que nos tenía que abrir "la cadena" y como si fuésemos a acceder al salón del trono, aparta la catenaria para que pasemos... Nos sentamos y esperamos a ser atendidos.
44 minutos después de sentarnos, nos toman nota. Los precios de la carta, inflados exageradamente. Que por un plato de patatas fritas con huevo, pretendan cobrarte 16€, me parece un atraco. Ni siquiera en Lucio en Madrid son tan caros. Por otro lado, el servicio lentísimo. A los 44 minutos de espera iniciales (ya se había hecho tarde y no quisimos arriesgarnos a buscar otro restaurante) se sumaron otros 45 para servirnos la comida. La calidad de la carne ha bajado MUCHÍSIMO. Los precios, como digo, han subido de una manera absurda. El personal de sala se comportaba como el de cualquier tasca y para colmo, una de las clientas, antes de marcharse se puso a cambiar el pañal de su bebé encima de una de las mesas del comedor con toda la tranquilidad del mundo. Fue un broche bastante acertado de lo que supuso nuestra última experiencia...
Read moreMi experiencia fue muy lamentable ya que nada más llegar nos estuvieron vigilando y escuchando una persona mayor del bar que estaba dando vueltas por alli. Tras un tiempo nos dimos cuenta que estaba dentro del bar al lado de una puerta donde nosotros estabamos situados escuchando nuestras conversaciones. Después un tiempo se acerco a nuestra mesa el mismo camarero con un pequeño plato de aceitunas y una pequeña cesta con pan, nos pregunto si nos tomaba nota, a lo que nosotros le contestamos que estábamos pensando que íbamos a pedir, y él cogió el plato de aceitunas y la cesta de pan que acababa de poner en la mesa y tal y como le contestamos SE LO LLEVÓ. Nosotros al ver ese gesto de tan mal profesionalidad, decidimos pedirle la cuenta de los refrescos y pedirle explicaciones. Él nos contestó que desde que nos habíamos sentado "sabia" que no nos íbamos a quedar a comer, y con gestos chulescos dijo que no nos hizo ningún gesto feo. A lo que nosotros le pedimos una hoja de reclamaciones y al traernosla un camarero no tuvo VALOR a traerla él, solo se escondía detrás de la puerta escuchandonos, nosotros solo dijimos que los precios estaban muy inflados como por ejemplo un plato de patatas fritas y huevo 16€. Me gustaría volver a ver a ese camarero y darle las gracias por haber echo q nos fuéramos del Mesón El Corcho y no pagáramos esos precios disparados de comida y no aguantar la mala trata y la poca profesionalidad...
Read moreRestaurante que te hace sentir el auténtico ambiente de la maravillosa sierra de Aracena.
El local posee una atmósfera especial. Es una gran nave donde destacan multitud de objetos realizados con corcho en la decoración. Una gran chimenea proporciona calidez y preside la estancia. Para combatir el frío, si la mesa no se encuentra cerca de la chimenea, el camarero coloca un brasero tradicional con cisco de la propia chimenea, lo cual proporciona un toque tradicional y hace la estancia más agradable en los fríos días de invierno.
La comida se basa en elaboraciones sencillas con productos locales de alta calidad, como setas, carnes ibéricas, jamón, etc. Los platos no son baratos, pero su relación calidad precio es adecuada por la calidad de los productos y la cantidad de comida.
Pedimos para compartir: un "yo qué se", una de las especialidades de la casa, compuesto por setas salteadas, huevos, patatas fritas en rodajas y virutas de jamón. También un combinado ibérico que incluía churrasco, chorizo, huevos y patatas fritas.
Los postres caseros son también muy buenos, de gran calidad y esmerada elaboración. Recomendable pedirlos, una vez el camarero indique la disponibilidad de los mismos.
El servicio es profesional y eficiente. Los camareros son bastante profesionales. Restaurante totalmente recomendable.
Muy recomendable pasear por la bonita localidad de Alájar y subir a la Peña de...
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