Es un Bar/Restaurante con un sistema de trabajo cuanto menos curioso, pues tiene muchísimas mesas y servicios de camero, pero tienes que encargar la bebida y comida en la barra y una vez abonado, te llevas la bebida a tu mesa y el camarero de sirve la comida. Creo que lo hacen así porque hace muchos años había merenderos en la zona en los que tú te llevabas la bebida de casa y lo que adquirías allí era la comida. Hemos estado varios años y tengo que decir que sabiendo esto, sabiendo lo que pueden ser incomodidades como que las mesas estén en suelo de tierra, que te pille con una boda (este establecimiento está pegado a la Ermita) o que los niños hagan juegos de agua, si sabes estas cosas, pues te sientes a gusto. Por eso me ha supuesto una enorme decepción que el sábado 22 de Junio, a las 22:00, se os tratase como se nos trató, principalmente por la dirección. Llegamos 10 personas y al ver una mesa con varias sillas sin ocupar, preguntamos a un camarero si podía juntar más mesas (había unas cuantas apiladas a apenas 15 metros) y la primera respuesta ya me puso en guardia : "un momento que se lo tengo que decir a mi jefe". ¿Un restaurante en donde el camarero no puede decidir si se ponen más mesas para atender a clientes? Raro, muy raro. El jefe vino enseguida y nos preguntó si teníamos reserva, a lo que indicamos que no y lo primero que nos dijo era que "había que hacer reserva" a lo que le respondimos que habíamos venido en otras ocasiones y nunca se nos preguntó nada igual pero que si habían cambiado sus normas, que ya o sabíamos para la próxima vez. Lo más sorprendente es que en cualquier establecimiento normal o bien nos hubieran dicho "lo sentimos, no hay mesas sin reserva previa" o hubieran hecho lo posible para ponernos una mesa. Pero no, este hombre nos abroncó, literalmente, "es que ahora me ponéis en un compromiso porque claro, tengo que quitar mesas a quienes han reservado", "lo que tenéis que hacer la próxima vez es llamar y reservar, y lindezas por el estilo mientras de mala manera se puso a montar mesas. Yo personalmente discutí con mis acompañantes porque asumieron una actitud de sumisión y pacientemente se pusieron a esperar a que este "amable" empresario terminase, pero les dije que no teníamos que soportar eso, que si quería regañar a alguien, que se había equivocado y que nos fuéramos. Todo esto, delante del resto de comensales y de algunos camareros. Supongo que ellos tenían más vergüenza ajena que nosotros.
Yo no entiendo muy bien por qué alguien con un establecimiento abierto el público se toma la libertad de tutearte, pero lo que es inaceptable es que alguien te regañe por no cumplir las normas que él sólo conoce. Yo tengo un negocio con atención al público. Ni se me ocurre por un instante regañar al cliente como digo por no cumplir con unas normas que de desconoce. Acudes a muchos lugares de España y en los restaurantes se desviven por atenderte. Pero parece ser que si tienes un monopolio, como un chiringuito (porque no deja de ser eso) en un lugar ciertamente privilegiado, puedes tratar a los clientes como probablemente trates a tu personal. Estoy viendo que la mayoría de reseñas negativas son de este año y curiosamente desde que empezó el buen tiempo.
O cambia ese crack de empresario su actitud o muy pronto cerrará su negocio, porque si bien se extiende muy bien la buena fama, la mala fama corre como la pólvora y él desde luego está siempre con la...
Read moreJuego, set y partido. Experiencia más que satisfactoria en este asador situado al lado de la Ermita del Val de Alcalá de Henares. Ideal para celebraciones como fue el caso que nos ocupa, el cumpleaños de la madre que nos parió. Decidimos comer en el local ya que tienen servicio de carta y camarero, mientras que en la terraza la comida la tienes que recoger en la barra mostrador. Me resultó curioso esta manera de atender a los comensales, desconozco la razón de esta forma de proceder. En fin decidimos la manera tradicional en un restaurante que te traigan la comida y bebida a la mesa. Al lío, primero indicar que nos pusieron en una zona amplia, estábamos más anchos que largos. Un punto a favor. Comenzamos con unas cervecitas y un aperitivo que eran unos garbanzos con ropa vieja muy sabrosos. A continuación nos decidimos por unos entrantes de toda la vida croquetas y torreznos, muy bien resueltos en ambos casos, contundentes y bien elaborados. Los principales fueron variados, todos ellos muy contundentes y sabrosos. Las carnes a la brasa fueron dos chuletones de Ávila y una de carne a la piedra. Menos mal que el camarero Francisco nos indicó que pidiéramos sólo dos chuletones ya que ambos sumaron 2,9kg. La carne pura mantequilla, con un sabor suave y agradable. En cuanto a la carne a la piedra resultó de muy alta calidad y con más sabor y contundencia. Mola lo de la piedra caliente para darle el punto que cada comensal necesite. El resto de los principales fueron rabo de ternera, secreto ibérico y codillo asado. Calidad y cantidad, a destacar las salsas en todo los casos., muy buenas elaboraciones. En definitiva te quedas como los padres capadocios, como el chico del esquiador o como un longines. Para acabar pedimos postres, por puro gocheo y el resultado fue óptimo. Entraron tanto por los ojos como por la boca. Fueron unos piononos, brownie, tarta de queso y helado frito. Un buen final para una comida familiar excelente y agradable. Para concluir resaltar que en este restaurante triunfan como Nadal por abrumar al rival, en este caso al comensal. Por avasallar con un gran producto, con una elaboración exquisita y con una cantidad importante. El servicio fue el adecuado, el camarero fue diligente y profesional, una buena nota a Francisco. Estuvo ahí para nosotros. #gocheando #gocheandoqueesgerundio #filustro #restaurantesalcaladehenares #restaurantesmadrid #gastronomía...
Read moreComimos 6 en la parte de dentro ya que la carta de dentro tiene más variedad que la de fuera y en verano a medio día, a pesar de que hace sombra, comer en la terraza me parece pasar un mal rato innecesario (ojo, que somos amantes de las terrazas, pero creo que en verano hasta por la tarde/noche, no es plan). La parte de dentro es más restaurante, buena presentación, recetas elaboradas etc, pero con recetas de asador y cocina tradicional. La parte de terraza es totalmente distinta, más tipo bar, con tapas y platos menos elaborados, vasos de plástico, etc. Pedimos 1kg de lomo alto (exquisita la carne para el precio que tiene, 40€, croquetas, arroz meloso, buenísimo por cierto, con muchísimo sabor a pesar de ser de verduras y buen punto del arroz, huevos estrellados, secreto con una salsa echa a partir de soja. Toda la comida buenisima, todo lo pusimos para compartir y quedamos totalmente saciados, no pidiendo ni siquiera postre. Todo con dos rondas de bebidas y cafés se quedó en 124€. Para la calidad de la comida, el trato y el entorno, hace que sea un sitio más que recomendable. Volveré sin duda para probar asados y sobre todo por la noche para disfrutar...
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