Llamamos a las 15,40 a este restaurante, me dijeron que si tardábamos 10 minutos nos atendían sin problema. En 8 minutos estábamos en el restaurante. El camarero que nos atendió lo hizo con mucha desgana y bastante mala educación. Preguntamos si tenían pimientos del padrón, y nos dijo que no, a lo que luego mas adelante nos intento echar en cara que queríamos cosas fuera de carta. Ademas cuando preguntábamos que nos recomendaba nos dijo que todo lo de carta con muy mala cara y un tono muy despectivo. Pedimos unos entrantes, los cual estuvieron bien, y hamburguesas poco hechas. Las hamburguesas llegaron calcinadas, parecían zapatos. Uno de mis amigos le dijo al camarero que no le gustaba nada la carne hecha que si porfavor se la podia cambiar. Se lleva la hamburguesa y vemos que sale la cocinera con esa misma hamburguesa la pone encima de la mesa y con mucha agresividad la parte en dos y le dice que esta perfecta y que se la come y punto. Yo le comento que si fueran mis padres los que están sentados en la mesa en vez de yo (ya que tengo 23 años), esta falta de respeto no la tendrían. Nos empiezan a echar en cara que nos han hecho un favor atendiéndonos a lo que le decimos que hemos llamado a preguntar y si nos hubiesen dicho que no podían pues nos hubiésemos ido a otros restaurante. La cocinera nos empieza a gritar en ruso, a lo que sale otro camarero a gritarnos conforme habiamos intentado pedir pimientos del padrón y que si no están en la carta que no teníamos derecho a preguntar si habían. En este momento es cuando la cocinera nos empieza a recoger todos los platos que ni habíamos empezado a comer y a lanzar las bebidas que habíamos pedido por la mesa y por el suelo. Nos levantamos corriendo ya que nos estábamos mojando y antes de poder decir nada salió otro hombre girándonos como si fuéramos perros: "fuera de aquí". La mesa de al lado, que estaban con niños, se asustaron y nos cogieron a decirnos que encontraban que el trato de este restaurante era fatal, y que lo que nos había pasado era vergonzoso y...
Read moreDecebedor. No hi tornarem mai més.
Vam anar a dinar a Cal Padrí i l’experiència va ser, sincerament, lamentable. No era hora punta, era un dissabte a les 3:30 de la tarda, i tot i això el servei va ser desastrós. Va arribar un punt en què només hi havia 5 o 6 taules ocupades, i tot i així van trigar una hora sencera a portar-nos els plats. Durant aquesta hora, l’únic que ens van servir van ser unes croquetes, tot i que havíem demanat també trinxat i pa que mai van arribar. Ningú ens va dir res. Ni una disculpa ni cap mena d’explicació.
Després d’una hora exacta, finalment ens van portar els plats principals. El menjar, tot i que passable, va ser molt pobre en quantitat i qualitat pel preu que té. El servei va ser un autèntic desastre: sense atenció al client, sense comunicació, sense cap cura. Durant tota l’espera ningú es va acostar ni per preguntar ni per donar la cara.
I el pitjor va ser a l’hora de pagar: ens van cobrar plats que ni tan sols ens havien servit. Vam haver de demanar que els traguessin per poder pagar només el que realment havíem consumit. Ni una disculpa, ni una mirada, ni una paraula. Una actitud completament inacceptable, sense professionalitat ni respecte.
A més, el local pateix talls de llum constants, cada 10-15 minuts. La sala és plena de taules molt juntes, amb llum insuficient i un ambient incòmode. La zona exterior està molt deixada, bruta i mal cuidada.
No té res a veure amb les fotos que surten a Google Maps. El que s’hi veu no reflecteix gens l’estat actual del restaurant: està molt més deixat, més lleig, més pobre. Es nota que ha anat molt a menys i ha perdut completament el nivell que potser va tenir fa anys.
Vam pagar 140 € per quatre plats, dues racions de croquetes, 4 postres, una ampolla de vi de la casa i una d’aigua. Un preu totalment desmesurat per a una experiència tan dolenta. A 35€ per cap aquest restaurant no té cap mena de sentit.
Cal Padrí ja no és el que era. No hi...
Read moreUbicado en la pintoresca localidad de Alp, el restaurante Cal Padrí ofrece una experiencia gastronómica deliciosa y acogedora con un toque de montaña. La terraza exterior con parque infantil es un espacio perfecto para disfrutar del entorno y mantener entretenidos a los más pequeños.
El comedor interior está decorado con un estilo cálido de montaña, lo que crea un ambiente confortable y hogareño para degustar los apetitosos platos que se sirven en el restaurante. La comida está bien elaborada, con ingredientes frescos y sabrosos, y las porciones son adecuadas para satisfacer el apetito sin dejar a los comensales abrumados.
El equilibrio entre precio, cantidad y calidad en Cal Padrí es excelente, lo que garantiza una experiencia culinaria agradable sin romper la hucha. El menú ofrece una variedad de opciones para satisfacer a todos los paladares, desde los clásicos platos de montaña hasta opciones más exóticas y creativas.
El personal de Cal Padrí merece una mención especial por su trato atento y amable. Incluso en el caso de grupos grandes, los camareros se esfuerzan por asegurar que todos los comensales se sientan bien atendidos y disfruten de una experiencia inolvidable.
En resumen, el restaurante Cal Padrí es una buena opción para aquellos que buscan una experiencia culinaria en un entorno acogedor y encantador en Alp. La combinación de buena comida, un ambiente cálido y un servicio amable garantiza que los visitantes querrán volver...
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