Ni en los peores sitios, en los que el servicio ha sido pésimo, se han atrevido a tanto.
Un día plácido y la aparente fortuna de haber encontrado el único restaurante en la zona disponible para comer dibujaba una tarde maravillosa… o eso pensábamos.
Lo que comenzó siendo una experiencia agradable en un restaurante normal, acabó siendo un espectáculo dantesco por parte de la dueña en un intento vergonzoso de intentar humillar a un cliente.
Pedimos una ensalada de bonito, dos doradas y un solomillo al punto.
Cuál fue mi sorpresa cuando al primer bocado noté un sabor extraño. Raro. No dejándome llevar por mi impresión, le pedí asesoramiento al resto de las personas que me acompañaban a la mesa: había algo regular.
Pequeño problema, pero solventable: Muy a mi pesar, tendría que avisar al servicio y pedir que un cambio de plato.
Dio la casualidad de que la persona que en ese momento estaba en la sala era la dueña y su actitud aparentemente simpática, cambió de forma drástica y repentina en cuanto le hable el plato.
Ya no sólo la actitud a la hora de recibir la petición, sino escucharla a dos metros como me “parafraseaba” con retintín y desdén al ir a comentarlo con cocina.
Vino, ya envalentonada, a mostrarme una pieza de carne que a mí ni fu, ni fa. Vino a “enseñarme lo que era la carne”. Gracias, era mi primera vez en un restaurante y no sabía lo que era un solomillo hasta que me lo explicó ella.
Yo entre atónito e indignado. No podía concebir lo que estaba sucediendo. Toda los comensales flipando.
No teniendo suficiente con las alusiones a mi mal gusto y a mi falta de conocimiento, hablando de los otros “buenos clientes” o de la experiencia del camarero “en restaurantes de Nueva York o Suiza” (sic), tiene la desfachatez de alegar que los platos no se cambian “por capricho”.
Qué triste es que alguien con el ego tan frágil regente un local así, pues antepone su fragilidad y soberbia al interés del cliente.
Una verdadera lástima, pues la experiencia había comenzado muy bien.
Nunca, pero nunca en mi vida, me habían tratado tan mal en un restaurante. Esa sensación de que más que cliente, vas a que te perdonen la vida.
Huelga decir que seguiré visitando esta región que tan buena cocina siempre ofrece. Pero a ese gallinero con ínfulas de restaurante “de bien”, ni a...
Read moreThis is a fairly standard quality restaurant, with air conditioning, a terrace, parking under olive trees, cloth napkins, a good choice of wines. What is exceptional about it is the roast lamb leg which is the best most people we've taken there have ever eaten. We've been going there for years and it's always as good as the first time. You have to order a day in advance, telling them you want lamb for x number of people. It comes with creamed potatoes and it's delicious, lots of it for a very reasonable price. They do paellas too but the lamb is so exceptional we've never tried anything else. Their house red is good, their alioli and bread is to die for. Service is good. But you've never had...
Read moreMuy buena comida en un lugar típico de la zona y además de un buen servicio precios que no son para nada mareantes, en definitiva una óptima relación calidad precio en un acogedor lugar autóctono. 👍. Un año después sigo considerando lo mismo pero eso sí me permito introducir un plato de mi tierra que es lo equivalente a lo que a significado la existencia indiscutiblemente óptima y provechosa del Mallol, osea la pierna de cordero al horno con puré de patatas con leche y almendras, fantástico, nada que decir, solo elogios, después de 48 años es digno de mencionar, mantener siempre el mismo resultado, 47años se dice pronto, sobre todo que es un plato muy simple, yo acostumbrado a cambiar de menú casi cada día en los fancy restaurants con on sin estrella en los que me he movido no hubiera aguantado y así a sido. Bueno, sin menospreciar la pierna asada del Mallol tengo que decir que el lechazo (cordero lechal) por cuartos o delantero o trasero que viene a ser el plato típico en la Ribera del Duero, Burgos o Valladolid es incomparablemente mejor, sin duda ni discusión y si además uno puede tiene la mejor oferta de los mejores tintos ribera a buen precio, no hay mejor maridaje salvo el tuyo mismo si es el caso. Eso sí, hay que desplazarse a la Ribera del Duero, sur de Burgos y Valladolid,, 80 minutos al norte de Madrid N1. También hay algún asador de Aranda en Madrid, Dubai y quizás ahora en Comunidad Valenciana, no lo sé, en todo caso la comida en restaurante Mallol esta bien, incluso el cordero muy bien hecho pero que para el que conoce el lechazo de Aranda no se comenta por respeto y también por que no es lo mismo por lo cual no es la misma base comparadora osea seria injusto, un saludo y que todo...
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