Descontenta y decepcionada con este restaurante de Avilés. Somos de Avilés y es triste ver como en tu propia ciudad, siendo clientes habituales te traten así después de asegurarse una cena de 510€. Reservé con un mes de antelación una espicha (espicha de pie, que no sentados) y me dijo que mínimo tendrían que ser 20 personas. Llega el día y me llama por la mañana, le digo que al final somos 17 personas y me dice que va a poner sillas por si queremos sentarnos. Me encuentro con una mesa montada que no es lo que había reservado y en lo que habíamos quedado por teléfono esa mañana. Hablo con el encargado y me da excusas y que pongamos la mesa como queramos… si ya esta montada de una forma, tendría que estar montada para espicha y no tener que estar nosotros moviendo mesas y sillas. Al final nos sentamos, comimos el menú de espicha sentados y no nos dieron nada por el malentendido. Además pasada una hora se alejaron y no pasaban ni cerca de nuestro sitio, teniendo que ir a buscar a alguien para pedir. Me acerco a la barra para hablar con el dueño y después se presenta el hijo (con el que hable al principio), hablándome con soberbia y poniéndose a discutir conmigo. Le pido una hoja de reclamaciones. Lo peor no es lo de la mesa, sino el mal trato, la indiferencia y la tensión después de dejarnos una buena pasta y encima siendo de Avilés con lo fácil que hubiera sido haber tenido un buen gesto con nosotros después de la equivocación. A veces, pensamos que como somos restaurantes de toda la vida lo tenemos todo ganado y no, hay que cuidar siempre a los clientes porque sino los pierdes. Por ultimo, de los camareros ninguna queja, sino que fueron agradables...
Read morePrimero nos pusieron en una sala con un grupo grande que eran muy ruidosos, entendemos que no todos los clientes vayan con el mismo plan, pero el ambiente ya no era agradable. Pedimos un pastel de cabracho que bueno.. estaba aceptable. Unas gambas al ajillo duras e insípidas, el tamaño era grande pero no parecían frescas y el aceite no superaba mi medio dedo. Pedimos un cachopo para compartir… ahí viene la peor parte. Nos lo trajeron cortado en dos. Mi parte venía totalmente cruda uno de los lados, se lo digo al camarero y me dice que es el jamón… claramente no es el jamón ya que era grueso y la tira de jamón estaba encima. Se lo rebato y me dice que me lo va a mandar a freír más. Ni disculpas ni leches. Cuando viene con el planto escarbó un poco el trozo de cachopo y veo que en el interior tiene literal una tira de panceta sin ningún sentido. No pruebo ni un trozo más y mi acompañante hace lo mismo ya que a él nisiquiera le han ofrecido pasárselo más. Pedimos la cuenta y como no viene con el datáfono nos movemos a pagar a la barra. Nos atiende un señor que viene sonándose los mocos y no recibimos ni disculpas ni nos preguntan si lo queremos para llevar. Obviamente pagamos el precio completo. No me gusta dejar malos comentarios pero este sitio no nos ha dejado otra opción. Obviamente no volveremos. Y todavía tendremos que dar nosotros las gracias por que nos hayan pasado un alimento que nisiquiera está hecho por completo. No tengo fotos porque me gusta sacar fotos de las cosas ricas que me sirven, no pensaba poner ninguna reseña, pero viendo la falta de empatía por el personal no me han dejado...
Read moreTuvimos una comida familiar en Casa Alvarín con una docena de personas y la experiencia fue muy positiva. El restaurante está muy bien ubicado, a escasos metros del ayuntamiento, lo que lo sitúa en pleno corazón del casco viejo. Su integración con el entorno histórico es notable; se nota que forma parte del tejido tradicional del barrio, tanto por su fachada como por el ambiente acogedor del interior.
Nos atendieron con amabilidad y eficiencia desde el primer momento. A pesar de ser un grupo grande, todo fue fluido, sin largas esperas, y con mucha atención por parte del personal. Nos ofrecieron los entrantes habituales, bien preparados y con producto de calidad: embutidos, croquetas, ensaladas y alguna sorpresa del día. Como plato principal optamos todos por carne, bien cocinada, en su punto, y con guarniciones sabrosas.
Se agradece el ambiente tranquilo, perfecto para charlar y disfrutar de la comida sin prisas. Casa Alvarín es de esos sitios que no buscan deslumbrar con florituras, pero cumplen con creces en lo esencial: buena comida, buen trato y una ubicación privilegiada. Sin duda, un lugar recomendable para reuniones familiares o comidas con amigos en el...
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