Una vergüenza y una enorme decepción. Llevo DÉCADAS yendo a Yumay y la relación calidad-precio siempre ha sido inmejorable. Hasta hoy. Justo hoy invitaba a mis suegros (“no es un sitio glamouroso pero la calidad merece la pena”) y la primera en la frente: nos traen un larguero de marisco a la plancha y DESPUÉS de haber repartido el contenido de la bandeja entre 8 llegan y dicen que es para otra mesa y lo RECOGEN de los platos. Flipamos.. “que algunos ya los hemos chupado”… Nos traen nuestra parrillada de marisco y flipamos más: “perdona, esto no es lo que aparece en la foto por 58€“… “no, es que la foto está MAL, aparecen 2 RACIONES cuando el precio es por ración”, Perdona?!! Flipamos más y pedimos el larguero de 46€ (que antes costaba 28€ con ñocla en vez de bugre). Pero después llega los SUPUESTOS calamares de potera: que ni de potera ni frescos!! Mi cara ya es un poema… llevo más de 30 años yendo a Yumay, antes de que fuera Sidreria! Y esto es una VERGÜENZA. No sé si ha habido algún cambio en la dirección (no estaba Jesús, el camarero de siempre), pero sintiéndolo mucho NO VUELVO. Suben el precio y bajan la calidad… ergo, a mi...
Read moreFuimos a comer por semana dos personas. Tapa de langostinos en la barra (no recomendable), en el comedor solicitamos información para la cantidad y fue un error, pedimos de más. El pastel cabracho no sabía a nada, calamares potera que estaban buenos pero algo salados (vienen cortados muy pequeños por lo que se ve gran cantidad) y el arroz ciego, le faltaba sabor a marisco y nos llegó frío (por algo decía el camarero que se iba a pasar). Pedimos para llevar sin problema. La sorpresa fue cuando al salir a fumar a la terraza (se ve desde el comedor) al volver la mesa se encontraba ya lista para nuevos comensales (no habia nadie esperando pues estaba medio vacío el comedor). Sin preguntar si queríamos postre o café, vamos ni pagar. Nos volvieron a poner el agua y la mitad de la sidra que nos había quedado apartando un poco el mantel...
Read moreZamburiñas, pastel de cabracho, parrillada de la casa, sangría de sidra, agua y pan. Todo para tres personas, sobre 90€.
Fuimos la noche de los fuegos artificiales a las 9 y acabamos saliendo a las 11. Es una noche ajetreada pero mientras hay camareros y cocineros para salir del paso, solo hay un parrillero, lo que hace cuello de botella en las comandas y retrasos de media hora entre platos o de 20 minutos a la hora de pedir la cuenta.
Las zamburiñas riquísimas, a la plancha, lo malo que algunas no tenían apenas sal y otras estaban rebozadas literalmente. La sangría sin edulcorantes, como beber de la botella. La parrilla muy rica, sin nada de sal por encima, se notaba el sabor original de la carne. El pastel de cabracho tenía buena textura, pero apenas se notaba el sabor porque tampoco tenía...
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