LA SILLA ENCANTADA — Restaurant in Azuqueca de Henares

Hace poco más de 2 semanas fuí por 2da vez dando la oportunidad de ser bien atendidos, pero NO. Es una pena que un sitio tan bonito y acogedor, me atrevería a decir que de los mejores (en ambiente de Azuqueca), tenga un personal tan borde.

Ambas veces fui con mi familia que venían de vacaciones desde Alemania y aproveché de llevarlos a este sitio por lo bonito que es. En la primera oportunidad nos atendió un chico de gafas bien maleducado, sin tener ese sentido de atención al público, llegamos a una mesa para tomar unos cafés, pedir unos postres, refrescos y quizás hasta comer y de manera muy grosera se acerca diciendo EN NINGUNA DE ESTAS MESAS SE PUEDEN SENTAR PORQUE ESTAN RESERVADAS PARA CENAR cabe acotar que ninguna mesa tenía la etiqueta de "RESERVADO" y así la tuviera, no era la manera de tratar a 6 adultos y 1 niña que iban a consumir, yo particularmente le respondí y le dije maleducado, le dije a mi familia nos vamos y eso a él le dió igual.

Hay un dicho que dice "EL OJO DEL AMO, ENGORDA EL GANADO* Ojalá que el dueñ@ o dueñ@s puedan tomar medidas y estar más pendiente de su negocio.

No obstante, le di la oportunidad por 3ra vez nuevamente con mi familia y dos amigos que llegaron de Alemania también (8 adultos y 1 niña) 1 semana después, nos vuelve a atender este mismo chico, le hicimos una pregunta tan sencilla "tienes disponibilidad de cafés a esta hora y que bebidas frías nos puedes ofrecer"...el chico con tono sarcástico y una risita bastante burlona responde "obvio que sí, no ves la maquina de café allá" en esta oportunidad mi mujer fué quien le respondió para dejarlo en su lugar. Al final mi familia y amigos consumieron unos cafés y zumo de naranja todo rápido, pagué y nos fuimos.

De verdad no regreso más. Espero que los dueños si me leen, no lo tomen personal, pero un local tan bonito es para tener un personal extraordinario, porque no dudo que la comida sea buena... Así que no queda otra que desearles buena...

Es una pena tener que dejar una reseña negativa no! Lo siguiente... Hace 25 días vine al local con mis primos y ni siquiera pudimos disfrutar de un café por la manera en que nos trataron, en especial el chaval de gafas que hace el servicio, nos dijo que no había espacio etc etc etc para un café, ok entendimos que quizás por motivos de las fiestas del pueblo podrían estar un poco estresados y bueno nos fuimos y no pasa nada, ayer 8 DE OCTUBRE en horario de la tarde decidimos ir de nuevo porque en realidad queríamos poder tomar un café y poder comer algo, llegamos nos sentamos todo bien hasta allí, apenas apareció ese chaval de nuevo con sus gafas a atendernos nos destruyó el momento, es un arrogante, no sabe tratar al público, se burla, es irónico al momento de tomar el pedido, es una PENA que un sitio tan lindo y acogedor sea atendido por un tipo de personas como esa, es triste ver qué un local pierde clientes por situaciones así, ya no habrá una tercera vez porque está claro que ya no volveremos allí, pero espero que con este comentario tomen conciencia y de verdad valoren más lo que tienen y hablen con el personal para que el restaurante salga adelante y no se hunda por falta de respeto, me quedé con las ganas de poder comer y probar sus platos pero queda claro que con ese atendimiento solo terminar el café y salir corriendo, buenas tardes y espero que tomen en cuenta los...

Luces y sombras sería el resumen. Empezó atendiéndonos un camarero muy amable y posteriormente nos sirvió una camarera que fue amable pero le faltó algo de profesionalidad. Pedimos patatas encantadas, buenas sin más, un surtido de croquetas que estaban correctas también sin más, quizás destacar algo la croqueta de queso que estaba mejor que el resto tanto en textura como en sabor y un Uramaki de atún y salmón que igualmente estaba bueno pero no sorprendió al igual que los platos anterirores. Al traer los uramakis a la camarera se le cayó uno y digo lo de falta de profesionalidad ya que no hubo ni una disculpa ni nos explicó de que manera lo iba a solucionar hasta que no preguntamos y nos ofreció una rebaja de precio, la cual cambiamos por unos nigiris de huevo de codorniz que estos sí que estabam realmente espectaculares, lo que ha hecho que nos quedemos con ganas de volver. La camarera fue simpática, pero le faltó iniciativa. Respecto a la bebida probamos vino de Rioja por copas que no fue nada bueno la verdad para el precio de la copa y un verdejo bastante correcto para el precio. Volveremos a probar...