Restaurante-Bar Juli (Elizondo) — Restaurant in Baztan

Fuimos el otro día a comer con unos amigos y nuestros niños y la primera "sorpresa" fue enterarnos de que SÓLO se podía escoger el menú del día (para adultos) cosa que otras veces no suele ser así. El camarero resultó ser bastante grosero y poco flexible a la hora de pedirle un plato para los niños repitiendonos una y otra vez que sólo se podía elegir lo del menú. Decidimos entonces coger un menú entre dos y al pedirle añadir unas patatas fritas a las albóndigas nos dijo que tampoco se podía!! No me importaba pagar el plato de patatas a parte!! Pues no hubo forma!! Me parece indignante que no sean un poco más flexibles sobretodo con los niños. De todas formas no es la primera vez que nos topamos con este señor tan desagradable. Es una pena porque cuando nos atiende la otra señora, la cosa cambia como de la noche a la mañana: es muchísimo más agradable y nos sugiere varias opciones de platos, a parte de que sabe tratar con la clientela. El lugar es muy acogedor y se come muy bien pero ese señor ahuyenta a la clientela. Ya había oído hablar de él en el pueblo y no bien precisamente. Si no le gusta su trabajo que se dedique...

Para repetir. Muy recomendable. Muy buena atención, menú entre semana de 11 euros con variedad de platos y muy apetecibles.

Hemos probado la ensalada de txaka(creo que no se escribe así) consiste en un picadillo de cangrejo y ensalada, que estaba muy bueno pero quizá era demasiado grande y se hace un poco pesado. Los garbanzos estaban bien bien guisados, con buen sofrito,mucho sabor y la piel no se les notaba apenas.

Los segundos un costillar de cerdo. ESPECTACULAR, la carne se deshace y se suelta sola del hueso, con pimientos de piquillo muy ricos y patatas caseras. Y truchas a la plancha. 5 truchas pequeñitas super tiernas con jamón Serrano pasado y patatas.

Postres tarta de queso. En mi opinión lo que menos me ha gustado,me ha resultado un poco empalagosa.

Sitio para...

Bar-restaurante de tradicion en el pueblo. El ambiente es de bar de pueblo con su gente que va echar el rato de conversación con los vecinos. Aunque la gente está conversando se escucha perfectamente el hilo musical (blues, me llamó la atención gratamente). Tiene un pequeño comedor, hay que reservar con antelación. El trato del personal (los propietarios entiendo) es inmejorable, pero además hay que decir que la comida está muuuuy rica y es abundante a un precio ajustado. Toda la comida es casera. Recomiendo las croquetas muy cremosas y sabrosas. El plato de truchas también está muy rico. Las ensaladas son abundantes. Altamente recomendable. Muchas gracias a los dueños que nos hicieron un hueco a las 20:00 para poder disfrutar de su comida....