El peor bar en el que he estado en muchos años. Para empezar, la suciedad. Latas en barra llenas de polvo, grasa incrustada por todas partes y los baños dan asco. Hemos pedido bacalao rebozado (por pedir algo, la verdad, porque daban ganas de marchar nada más entrar) y han tardado más de 40 minutos en servirnos. Si el bar estuviera lleno, lo entenderíamos, pero solo estábamos 4 personas en todo el bar. Y cuando nos los traen, era de lo peor. Incomible. Del bacalao salía agua, el rebozado muy grasiento. No lo hemos terminado por miedo a que nos sentara mal. Lo unico bueno es que el dueño nos preguntó que tal estaba (cuando se dió cuenta de que apenas los habíamos tocado) y recibió bien las críticas. De hecho, no nos lo han cobrado. Pero tienen mucho que mejorar.