La Lonja De Olabeaga — Restaurant in Bilbao

Fuimos a comer en familia. Demasiados detalles, y no tan detalles, se sucedieron de tal gisa que nos decepcionó el sitio como para no volver. Se reservó con mucha antelación y nos dieron una mesa en el interior que fue nuestro único resguardo en un día de febrero helador, ya que en el local no había sistema alguno de calefacción. La mayoría de los comensales no se desprendieron de sus abrigos y con personas mayores, como nuestro caso, resulta un lugar poco confortable. Nos sirvieron las bebidas de inmediato pero hasta MEDIA HORA después, y por así reclamarlo, no nos tomaron nota. Una vez se eligieron los platos se fueron sirviendo sin pausa salvo unas rabas que nunca llegaron.... Unas navajas muy pequeñas (alguna con arena) que no deberían ofrecerse o, por lo menos, no al mismo precio que cuando son de tamaño adecuado para su consumo que, por las fotos de otras reseñas, sí las han servido. Mojojones al vapor, pulpo, zamburiñas (en verdad volandeiras) con buen sabor. Nécoras a la plancha crudas. Y, de segundo: mojarra para tres, lubina para dos y rodaballo para dos. Pescados de muy buena calidad pero servidos casi crudos lo que es un auténtico pecado..... Se tuvo que pedir pasar por la plancha de nuevo el rodaballo. Tenemos experiencia y criterio para poder realizar la anterior afirmación; y un pescado bueno ni debe estar demasiado hecho ni tampoco crudo. Sólo había un cocinero, muchas mesas llenas, y se notaba su elevada carga de trabajo pero hay que ser honrados con el cliente y, para cobrar el precio que se nos cobró, éste no sólo debe ser proporcional a la calidad del producto sino también a una buena preparacion, y no fue el caso. Postres caseros, buenos y con precio razonable. Personal atento y amable. Ahora bien, ya en los postres, y como detalle por el cumpleaños de un familiar ("se nos dijo") fue cuando nos ofrecieron las típicas toallitas mojadas en limón para limpiarnos las manos, con su nombre comercial, lo que unido a lo anteriormente descrito nos dejó muy...

We visited La Lonja 3 times in a row because our accommodation was in the neighborhood - the first time we came it took quite a while to get noticed by the staff but once they had set up a table for us our experience was absolutely great. Which is why we came back the 2 following days as well! The seafood is fresh, the selection is thorough, the Pulpo is one of the best we’ve ever had and the prices are fair. The two ladies operating the place have a great vibe and make you feel very welcome - be sure to visit this restaurant when in Bilbao!...

Mucha decepción, el precio no se ajusta a la atención recibida, ni al local, ni a la cantidad de comida. El local vintage total, con vajilla y cubertería que puede tener tu abuela en casa. Si lo demás hubiera estado correcto no es una cosa a tener en cuenta, pero no fue así.

Llegamos un grupo de amigas a la hora reservada con un menú concertado, y después de 40 minutos sin que nadie pasara ni a preguntar por si queríamos beber algo, tuvimos que llamar a una camarera. Finalmente una hora después nos ponen la comida, porque les recordamos que habíamos reservado menú, porque nadie sabia nada.

Los entrantes muy deficientes, el jamón nos lo tiraron directamente en el plato, sin separar, como lo sacas tu en tu casa cuando lo traes del super. Los langostinos tocaban a 1 y medio por cabeza. Las almejas a dos. Y las verduras braseadas a una cucharada. Eso fueron los entrantes.

El segundo plato estuvo bien de cantidad y calidad para ser justos. El postre no se pudo elegir, sacaron varias tartas para compartir, sin más, nada del otro mundo. Eso por 50 eurazos. Buena calidad si, pero super escaso y con un mal servicio.

Además a una amiga le quemaron los dedos, le dijeron que su plato no quemaba que lo podía coger, y se quemó llegándole a salir dos ampollas, y la que le sirvió dudaba que se hubiera quemado allí, y no se acerco ni a pedir disculpas ni a preocuparse por ella, aunque otras camareras si lo hicieron. Nos regalaron los cafés, aunque a mi amiga no le compenso, porque no pudo disfrutar para nada de su comida de los dolores que tenia.

Resumiendo, no volveré ni lo...