Restaurante Abiña Barri Jatetxea — Restaurant in Busturia

Viernes noche, 22:15hs llegamos tras búsqueda en Google y nos quedaba de paso, podía estar bien, con "miedo" de molestar ya que muchas cocinas de la zona cierran pronto pero fuimos a la barra, preguntamos si nos daban de cenar y que sí, que nos sentáramos dentro o fuera sin problema. Genial. Hacía muy buena temperatura y fuimos a la terraza, después de 10 minutos entramos a pedir de beber dentro porque no venía nadie. Eran las 22:40 cuando por fin, un camarero borracho y desorientado me muestra una carta con lo que hay, y sin soltarla no sé si pretendía que le dijera que quería sin poder leer, mi preocupación del horario pasó a otro plano cuando vi que atendían y servían antes a otra mesa que llegó después nuestro pero eran conocidos del bar. Pedimos patatas bravas, rabas y un bocata "atún aguacate mayonesa"...no tienen rabas, lo cambiamos por croquetas...me dice "bocadillo vegetal de lechuga normal ehh?" Y le digo que no, que era el otro y me dice que pone eso la carta pero que es normal...ante esa respuesta cambio a bocata de pollo. 23hs salen la croquetas, frías alguna pero están buenas, las de jamón un poco inexistente. 23:15hs nos dice que el bocata "tardará 5 minutos porque están horneando pan" (las bravas no aparecen y los bocata de los que llegaron después...ya están digeridos casi!) 23:40hs sale el bocata. El pan caliente y yo que ya no comí, pero dice mi pareja que "está bueno pero hace más de una hora que tenía que haber salido" (le daban piedras y se la hubiese comido) Nos levantamos a pagar adentro para irnos, queríamos por algo rápido y ya llevábamos más de hora y media para (en mi caso) no comer...y ahí ya me acabó de dar asko el sitio cuando veo a los camareros fumando en la cocina, el humo por el comedor y la zona de la barra y me doy cuenta que nuestro camarero no era el único borracho trabajando. 16€ por croquetas, bocata, mosto, Cocacola, agua y porque le recordé que la patatas nunca me las sacó. No vuelvo y espero que si estás leyendo ésto no corras la misma "suerte" en tu paso por la zona. Penoso ver gente así...

Fué un asco. Las mesas con unos manteles de plástico en los que te quedabas pegado,muy sucio todo, macetas completamente secas encima de la mesa,telarañas y un servicio pésimo. Pedimos 15 bocadillos y sólo 3 fueron servidos como se pidieron. Los demás metieron los ingredientes como les dió la gana y se los inventaron sobre la marcha. Cuando se le dijo a la camarera que los bocadillos no eran así, no sólo no se disculpó sino que nos contestó mal diciendo que nos servían lo que habíamos pedido. Un compañero le enseñó la lista escrita en un papel con la que habíamos hecho el pedido por teléfono, para comprobar con la suya pero no nos la trajo. Les metieron cebolla a todos sin preguntar,si pedías un bocadillo de tortilla con pimiento rojo, lo sacó con pimiento verde, ( y con cebolla), si pedías un bocadillo de filete te echaban alubia verde, los de lomo con pimiento verde, el pimiento estaba crudo, otro compañero pidió un bocadillo de tortilla de atún y la tortilla estaba cruda además de encontrar una rama verde que aún estamos por averiguar si era la rama del perejil o de cebollino y así hasta 15. En fin, no voy a seguir porque hay mucho más y yo creo que para hacerse una idea...Ya es más que suficiente. Por cierto,nos quisieron cobrar un bocadillo de más (que le devolvimos porque nadie había pedido eso) porque ese no tenía remedio y no lo...

Muy bien. El entorno, Busturia, dentro del estuario de Urdaibai, es espectacular. La comida con un toque casero, sin tonterias. Cocina parcialmente a la vista. Terraza cubierta. Buena musica de fondo. Advertimos de alguna alergia alimentaria y se amoldaron sin problema. Hay menu. Pero basicamente -cual en taberna griega- nos dejamos llevar por las sugerencias del propietario (euskaldun zaharra), uno de los tres o cuatro hermanos que regenta el local, que por un cartel en la entrada lleva abierto desde la fiesta de San Antonio 1975. Decoracion, pues, eclectica en continua reforma.

Eramos cinco, dos niños. Varios platos al centro para compartir. Ensaladilla cojonuda. Ensalada de ventresca bien, se nota que Bermeo esta cerca. Unas alubias, densas, con tocinito, para repetir. Bacalao pil-pil bien ligado, quizas faltaba un punto de sal o curado al pescado, no podria competir con un buen portugues. Pollo muy bueno, con patatas fritas de verdad, desgraciadamente una rareza hoy en dia. A esas alturas sobraban ya los entrecot, y aunque se hizo un esfuerzo no pudimos apreciar. Pedimos tupper para llevar. Y como no hay buena comida sin buen postre, la milhojas brutal.

Resumen: sitio tranquilo (cierto es que era temporada baja, en verano supongo estara a tope), buen producto, sin...