Han perdido dos clientes habituales.(les importará poco ya que van sobrados) como de costumbre fuimos a comer sobre las13:20y la sorpresa vino cuando nos dijeron que no nos daban de comer, ya que alegaban estar con muchas reservas( más del 60% de las mesas vacias y sin cartel de reservado...)ahí se ve las ganas de trabajar y complacer al cliente que al fin y al cabo es el que hace que el negocio funcione... Queda claro que prefieren el cliente de carta que el que va a comer un plato combinado.Lo mejor fue la alternativa que nos ofrecieron, bocadillos prefabricados, no tienes ni la opción de verlos ya que los tienen envueltos en albal. Si los ves no los comes ni tu ni tu perro. Eso sí cobrarlos bien 2 cañas y 2 bocadillos 16.80. Juzguen ustedes mismos. No fui el único en tener esta impresión, asi es como los negocios empiezan a ir a pique,ellos verán.respeto a la contestación de la propietaria reedito: si era un día especial cierra la tasca y da de comer a tus amiguetes, así no quedarías mal con el resto de clientes tal y como se percibio( no por mi solo,si no por el resto de comentarios que oímos y coincidían en lo mismo ) se ve que los aplausos te han desarollado el hemisferio derecho y confundes la realidad con la fantasía,otro aplauso...
Read moreLugar que escogimos casualmente porque tropezamos con él, y que fué todo un acierto. Tomamos unas hamburguesas, que estaban deliciosas, y fuimos atendidos en un ambiente casi familiar, siendo muy atentos con los peques (que había muchos, por cierto). Nos dejamos asesorar y eligieron nuestros platos de forma impecable, añadiendo que el servidio es muy rápido. Se hace extraño tener que ir al fondo de la barra a recoger la comida, pero supongo que forma parte de su encanto. La terraza es muy grande, y tiene zona cubierta o descubierta con sombrillas. Permiten acceder perros a ella, para los comensales que se acompañen de sus mascotas. Después de tomar un café, un bonito paseo por la isla de Txatxarramendi para disfrutar de tan buena experiencia gastronómica entre sus paisajes. Muy...
Read moreBordes y antipáticos, o al menos una señora que estaba ahí. El local medio vacío y les dicen a dos personas que estaban delante nuestro y preguntaban para comer que tenían que esperar y que no le preguntaran cuánto tiempo porque si les decía media hora y venían al de media hora luego se lo iban a reprochar (todo esto sin decir ni mu las dos personas).
Con esa primera impresión, y una terraza más que descuidada y con poco gusto, nos fuímos al Kanala, en el que ya habíamos estado, y la experiencia volvió a ser un acierto. Con bastante más gente y nos atendieron maravillosamente bien. Amables y atentos.
Cuando uno va a comer fuera de casa, no está para...
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