Cocedero de marisco Costaluz - Restaurante Marisqueria — Restaurant in Córdoba

Imperdonable!!! Somos clientes desde hace muchos años pero ya no iremos más!! Vamos la familia a comer, llegamos a las dos y veinte y lo primero que hacemos es pedir la comida para la pequeña de ocho años que es celíaca. Preguntamos si pueden traerle unas patatas fritas y unas lagrimitas de pollo preparadas en sartén a parte por el tema del gluten y nos dicen que si. Acto seguido, pedimos nos comida y bebida para doce oersonas y a la media hora nos dice el camarero que las patatas fritas van a tardar y les decimos que no hay problema, que esperamos. Nos traen el resto de la comanda, es decir que comemos el resto de la familia y a las cuatro menos veinte de la tarde nos dicen .... "Que lo sienten pero que las patatas no las pueden freír porque solo tienen aceite de girasol"... Respondemos que no hay problema con el aceite de girasol, pero nos dicen que no, que no nos las traen. Evidentemente nos quedamos asombrados y pedimos por supuesto el libro de reclamaciones y hablar con el responsable. Vemos en la barra los aspavientos de camareros y ni viene el libro ni el responsable. Al rato, aparece el encargado más chulo que un ocho sin pedir disculpas ni arreglar el problema.... echándole la culpa al pobre camarero, (que hay que decir que en todo momento fue amable y correcto) y apostillando que es nuevo y no lo sabia. De eso nada!!!! ..... Había mucho publico y no quisieron perder el tiempo en pelar una patata y freila en sartén. Y ya para remate... Viene otro camarero, perro viejo y nos trae la hoja de reclamaciones y tras rellenarla se hace el tonto y le dice a la niña con mucho cachondeo... " Anda bonita, ahora vas a tu casa, te hinchas de comer y te pones grande"... Que poca vergüenza y falta de profesionalidad!!!! Somos gente educada y no quisimos ponernos a su altura; pero queremos que quede constancia. No...

Este medio día hemos estado comiendo allí mi madre y yo. Habíamos pedido una primera bebida, la cual fue bien atendida por el camarero. Seguidamente, pedimos la comida (salpicón muy bueno, albóndigas de choco, muy buenas, bacalao y huevo de choco) y una segunda bebida, pero el camarero pasaba de nosotras. Solo acudió cuando le llamamos la atención al camarero de barra para que nos atendiera. Nos atendió el camarero de barra y una chica. Al ver esto el camarero que nos tenía que atender, le recriminó a mi madre (una persona octogenaria) la prisa por comer, cuando nosotras no nos dirigimos a él para darle las quejas por su tardanza.

Hay que ver con los jubilados!!! Que prisa tienen!!! Tantas cosas tiene hacer???!!!

A lo que ni mi madre ni yo le dijimos nada, aún sabiendo que le podíamos haber respondido por las formas en dirigirse hacia nosotras y por lo mal que lo estaba haciendo ya de por sí.

No solo consiguió terminar de dar un mal servicio, sino que le dio la comida a mi madre, pues apenas probó bocado.

Cuando fuimos a pagar, nos trajo la cuenta este hombre y de nuevo la burra al trigo.

Señora a que ya no tiene usted tanta prisa? Le dijo a mi madre.

A lo que le dije que el problema no es la prisa que tuviera mi madre, sino que a lo mejor el rango que tenía él le venía muy grande.

Así que, en definitiva, una comida muy buena, pero el trato recibido por una persona así puede hacer que esta se vuelva incomible. Y de manera contraria tb lo digo, una comida mala puede hacerse buena con un buen trato.

Hay que ser más humildes en sala y reseñarse este trabajo, porque algunos más que camareros parecen simples...

Hoy hemos comido aquí. El servicio lamentable. Los camareros corriendo como locos por el salón ignorandonos a los clientes. La comida ha llegado mucho antes que la bebida. Una camarera rubia de gafas dando vueltas por el salón con las manos vacías. Le levantamos la mano en varias ocasiones para llamarle la atención y nos miraba y se hacia la loca mirando hacia otro lado mientras todos los demás iban como locos. Imposible pedir una servilleta o Mayonesa. Menos mal que llegó otra camarera con los ojos verdes (lástima no preguntarle el nombre) y nos atendió maravillosamente bien, haciéndonos olvidar el mal trago del servicio. Desde ese momento todo lo que necesitamos se lo pedimos a ella , a lo que nos ha respondido en todo momento con una gran sonrisa y resultó más eficaz que esperar que otro camarero caiga por suerte cerca nuestra y nos preste atención. El pulpo espectacular, bien merece su precio. La ensaladilla de marisco es de lo mejor que hemos probado. La terraza espectacular pero el tiempo no acompañaba. La próxima vez probaremos a sentarnos fuera. En general le doy un 10 al servicio de esta chica, y un 10 a la comida. Por supuesto...