Restaurante Mirador de Lallende, Bulnes
Durante nuestra visita a Bulnes, ese pequeño rincón mágico de los Picos de Europa al que se accede en funicular, descubrimos uno de esos lugares que se quedan grabados en la memoria: el Restaurante Mirador de Lallende. Ubicado en Bulnes Alto, tras un pequeño paseo por este pueblo dividido en dos alturas y atravesado por un río precioso, dimos con este restaurante familiar que nos sorprendió por su sencillez, autenticidad y sobre todo… ¡sus vistas!
El restaurante es muy pequeño y está llevado por una familia encantadora: el marido y el hijo atienden con cercanía y amabilidad, mientras que la mujer cocina con ese toque casero que reconforta. La comida es sencilla, buena y honesta, sin florituras ni excesos, pero con sabor y productos de calidad. Ideal para reponer fuerzas después de una caminata o simplemente para disfrutar del entorno.
Ahora bien, lo que hace verdaderamente único a este restaurante es su ventana panorámica: comer con esas vistas al entorno montañoso es simplemente un lujo. La naturaleza parece colarse en el comedor, creando un ambiente mágico que convierte una comida sencilla en una experiencia inolvidable.
Sin duda, el Mirador de Lallende es un rincón especial que vale la pena visitar. No solo por la comida, sino por ese momento de paz frente a una de las mejores vistas de Bulnes. Totalmente recomendable para quienes busquen una experiencia auténtica en pleno corazón de los...
Read moreNos desplazamos el domingo 27/04/25 a Bulnes a pasar el día y como solemos hacer nos guiamos por las reseñas para elegir restaurante y comer. Nuestra elección fue este restaurante ubicado en un enclave inmejorable (merece la pena subir para disfrutar de las vistas en la terraza). Nos surge una duda; ¿un restaurante debe obtener una puntuación tan elevada solo por disponer de una ubicación idílica? ¿O siendo justos con el resto de establecimientos deberíamos otorgar más valor a la cocina entre otros?... A nuestro criterio la cocina no ha sido la esperada según la puntuación que dispone, ya no solo porque las rabas eran claramente congeladas de muy mala calidad sino porque las croquetas que según la carta eran caseras también eran congeladas compradas, aunque de mejor calidad que las rabas. El problema, ya no es solo la calidad del producto, sino el engaño al consumidor. Llama la atención que los propios 'lugareños' son conocedores de la calidad del producto y la forma (timo) en la que se está vendiendo al visitante. Añadir que la tabla de quesos estaba compuesta entre otros de queso cabrales cuya calidad dejaba mucho que desear por su textura claramente harinosa. Señalar por último que para el acompañamiento del cachopín pedimos salsa de cabrales extra y además de sacarnos un vaso de tamaño chupito con la salsa fría el importe a sumar a la...
Read moreOwner (or, waiter?) is more concerned about the clients pulling out their wallet out ASAP, than having them seated comfortably.
We didn't even have the chance to catch our breath and open our bags, before getting a verification request that we will order, and then, being checked that there's an order per person.
There are other places down in the village. I know my choice if I ever get to visit this beautiful...
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