Restaurante Nordeste — Restaurant in Carreño

Always packed with a mixture of tourists , local families and just-off-the-boat fishermen the food in this lively and very noisy Candas institution is amazing. Fish based Asturian classics with rice, beans or just by themselves are the best choices and the menu changes everyday. The tough looking serving staff are friendly and efficent but dont expect them to pamper to every foody whim, they simply will not have the time. Wine choice like the food is straight forward but...

Reservamos en el restaurante Nordeste en Candas por teléfono, pero al llegar, nos colocaron en el restaurante de enfrente, que al parecer es parte de una ampliación o algo por el estilo. En ningún momento nos explicaron bien el cambio, ni por qué no estábamos en el sitio original donde habíamos reservado.

No tengo nada en contra del local donde nos sentaron, pero si uno hace una reserva específica, lo mínimo sería avisar si te van a cambiar de ubicación. Esa falta de transparencia deja mal sabor de boca desde el principio, y no precisamente del menú.

Una pena, porque esperaba algo mejor. Si vuelvo, será con confirmación triple y plano en mano. Después, el servicio fue una especie de experimento social. Tuvimos que pedir la comanda a mano alzada, como si estuviéramos intentando parar un taxi en los años 90, y eso no una, sino tres o cuatro veces. pedimos hielo y nos trajeron una cubitera, con tres hielos medio derretidos, como si hubieran sido rescatados de una copa olvidada en otra mesa.

Y para rematar, el trato fue... digamos, peculiar. A una compañera la camarera le medio increpa, con toquecitos en el hombro, que este escribiendo una reseña cuando se da cuenta de que lo está haciendo.

Sinceramente, esperaba una experiencia diferente. Si lo que queréis es comer bien y que no os traten como si os hubierais colado por la puerta de atrás, buscad otro sitio o id con el estómago lleno y las...

Hemos ido varias veces a esta sidrería y salvo algún tropiezo, la comida suele estar a la altura, con buena materia prima, raciones generosas y precios contenidos. Pero parece ser que las cosas han cambiado porque lo de la última vez ha sido desastroso en casi todos los sentidos. Los fritos de merluza estaban incomestibles y les hemos pedido que los retiraran. La merluza estaba imposible de comer, dura, correosa, insípida y seca. Congelada no, lo siguiente; pero como congelada varias veces sin respetar la cadena de frío. El color que tenía era como azulado. Hasta el camarero se sorprendió. A partir de cierta hora si comes tarde, se queda un camarero casi solo para todo y el pobre hace lo que puede. Otro fracaso fue el postre que pedimos frixuelos rellenos con mouse de chocolate, que estaban también para devolver, pero por apuro ya no lo hicimos y los comimos. El relleno de mouse de chocolate era inexistente y a cambio estaban rellenos de nata. El camarero insistió que tenían mouse, pero era tan ridículo que apenas se veía. Era todo nata. Y la nata no nos gusta. Estos mismos frixuelos los hemos comido casi siempre que íbamos y el frixuelo estaba preñado de cantidad de mouse y no de nata. Suponemos que los tuvo que preparar él porque la cocinera estaría en su hora de comer y salió lo que salió. Después de esta desastrosa experiencia lo dejaremos una temporada en barbecho y veremos...