Si eres alguien que busca probar comida de verdad, es un insulto no acudir aquí El encabezado de la experiencia fue abrumador, ya que con tan solo pedir su tapa de ensaladilla con huevos de codorniz, tú estómago ya siente el abrazo de la pura gastronomía Lo que le sigue es básicamente arte y creatividad culinaria; su sexteto de brioches de melosos de ternera, más sus baos de chorizo criollo ya dicen mucho de por sí solo visualizando su aspecto; solo verlos te hace pensar que sin probarlos ya te habrás deleitado. Pero el deleite verdadero fue su heroica liga de 6 croquetas, (3 de pato con naranja y 3 de sobrasada) donde cada bocado, cada saboreo, cada textura en la boca te salvan la vida dental y del paladar, donde cada sabor te alegra el día, donde cada mordida se convierte en una visión de como han sido preparadas con amor, conciencia y sobretodo ímpetu, dándote cuenta que es un placer que solo los que cultura alimenticia poseen pueden asimilarlo Pero si osas abandonar el local con la cantidad 0 de platos principales devorados, créame mencionar que es motivo de suspenso en conocimiento de los fogones, puesto que la playa se hace grande con su presencia cercana al establecimiento, y la montaña se aparece en forma sabrosa dándonos a conocer una de sus maravillas del mediodía veraniego, donde la costa y el campo colaboran para llevar a cabo uno de los acontecimientos gastronómicos más importantes del siglo; estamos hablando de la fideuá de pulpo con panceta, un momento de degustación que más no duró menos de 1 hora, su riqueza en sabor y su fusión terrenal marítima hizo que para la mente ya veterana de sabores y el paladar degustador se convierta en un periodo histórico de gloria alimenticia. Para cerrar el libro la guinda del pastel no se hizo esperar, puesto que la copla de postres servidos en mesa hicieron su labor, la cual fue dejar claro que la variedad de éxitos dulces, trabajando en conjunto con la elaboración mano a mano, y sin olvidar a la pieza que hace que el puzzle se complete al 100%, es decir el amor por la cocina es la arma más letal para el dogmático que solo tiene en conocimiento consumir postres por completar la comida, pero sin comerlos realmente, sin probarlos de verdad, y sobretodo, sin sentir la victoria del paladar ante una Cheesecake que remata a los enemigos ya consumidos por la patraña de jamás haber probado un dulce, y una crema de chocolate que con su sangre de oro virgen extra, su baño noble de sal más su piel chocolate ya de sabor dulce sin haberla siquiera probado, enamoran a cualquier emperador, rey, príncipe del reino culinario de verdad, del reino donde la comida es la materia existente, donde lo es todo, y más importante, donde el Carpe Diem (aprovecha el momento) se hace notar en cada celebración oral y en cada abrazo estomacal. Por añadidura, la suciedad brilla por su ausencia, puesto que un buen restaurante debe conducir al camino de la victoria deliciosa del comensal, por el camino más honrado; hablo del camino de lo impoluto, de lo limpio, de las visiones donde cada mesa limpia hacen un conjunto ordenado y brillante, y lo mejor de todo es que antes de entrar no es necesario cuestionarse a si mismo si el término "higiene" existe, puesto que ya sabemos tú y yo de sobras que más allá de la entrada se encuentra el reino de los que tienen fe en el verdadero creador, en el mesías, en el salvador: hago referencia a los que tienen ya cicatrices de guerras pasadas en su paladar, que ahora por fin contemplan como la luz asoma el final del persistente camino eterno, donde en cada momento cada guerrero ha querido tirar la toalla, sin saber que realizando este acto conllevaría a la peor de las sentencias, la cual es nunca entrar en el verdadero reino, en el paraíso. Por un momento todos pensamos que la atención al cliente es poco relevante si bien la comida es divina, pero no dejar pasar esa ternura amigable hacia él comensal será imprescindible para rellenar el itinerario de la verdadera cocina; a eso lo nombró como la constante del trabajador de 100, donde esta tiene siempre el...
Read moreBy far the best restaurant in Castelldefels. And here is why: the ingredients are always of top quality. Paella suddenly doesnt only taste of salt like usual, but of actually shrimps. The waiter told us they make the broth out of shrimp heads. Well that explains the explosion of taste! They are making AMAZING desserts. They bake their own bread and panettone, which they prepare without yeast (with lievito madre) which takes 3 days. And the result is OMG. Try their chocolate panettone. And chocolate cake. Basically, whatever you take is going to be delicious.
To sum up: amazing quality of food. It is a bit pricey, but I would rather pay a bit more and enjoy my food than eat some cheap tapas in any other restaurant in...
Read moreI have much to say about Restaurante Raices but unfortunately too long to tell. Just to make it short, I'd say Excellency it is in all senses. Excellent quality food made by a great talanted Italian chef not to mention the kind personal, cosy place and along with those tiny details. Today "Sunday" it was full but still the personnel were alert to be at our service. I highly recommend the Paella Carrillera. Super delicious. Not to mention the deserts! Whatever you pay, it's worth it! If you happen to be in Barcelona, don't miss it. It's 20 kms to the south of Barcelona. PS: Too busy enjoying the food, forgot to...
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