Restaurante Alevante — Restaurant in Chiclana de la Frontera

Innovative for sure! You have to like fish and sea products…wow for some , hmm for others. Had dinner there with my husband. The menu blew my husband’s mind. He found that the food was outstanding. For me to be quiet honest was just food presented pretty , lacking some type of amazing flavor. Some of the dishes were good, some were just average. Service was amazing.presentation of every dish and wine was like being in a theater play. Restaurant feel is empty and lack originality. It felt like a meeting room. The Melia hotel is such a beautiful property, the restaurant did not carry the nice warm feel. Overall was ok, but for +200 euros per person , I was hoping for more, also was hoping for a more substantial meal, I was hungry when I left the restaurant. *Visited this...

Hice una reserva con mucha ilusión en el restaurante Alevante para el día 3 de julio, con motivo de una ocasión muy especial con mi prometido. Lamentablemente, me veo obligada a cancelar sin haber siquiera pisado el restaurante, debido a un nivel de atención al cliente que roza lo inadmisible.

Hace tres semanas envié un correo solicitando que me reenviaran la confirmación de la reserva. Nunca obtuve respuesta. A continuación, intenté durante varios días modificar la reserva por teléfono para incluir a dos personas más. El resultado: absolutamente nulo.

Primero me atendió María, de la recepción del hotel Gran Meliá Sancti Petri, quien me dijo que la línea del restaurante estaba ocupada. Tomó mis datos asegurando que me llamarían. Nadie lo hizo. Hoy volví a llamar y me atendió Claudia, también del restaurante. Me informó que el establecimiento está cerrado hasta el miércoles. Le expliqué que, al quedar menos de 48 horas para la reserva, necesitaba una solución inmediata o tendría que cancelar, con una penalización de 120 €. Su única respuesta fue que enviara “otro email”.

No solo es inaceptable que un restaurante de esta supuesta ‘categoría’ vinculado a un hotel que presume de ser 5GL funcione con una atención tan deficiente, es además una falta de respeto hacia el cliente. No puede ser que, a escasos días de la reserva, no exista ningún canal real de comunicación, ni voluntad de dar soluciones. Ni siquiera un correo respondido. Absolutamente nada.

La experiencia, que debía ser especial, se ha convertido en una decepción profunda. Si este es el nivel de servicio antes de sentarse a la mesa, no quiero imaginar lo que puede ocurrir después. Y todo, con precios que exigen, como mínimo, profesionalidad, seriedad y respeto.

Es una pena, pero más aún una advertencia: un equipo de atención al cliente deficiente puede destruir el prestigio de cualquier restaurante, por brillante que sea su cocina. Ángel León, tienes un problema serio que debería abordar cuanto antes. No todo es el plato: la experiencia empieza...

Gran Menú Alevante con Maridaje.

Impresionante el trabajo con los productos del mar. Increíble conseguir una textura y apariencia de bacon con lubina, o una Porchetta con atún, algas y piel de morena. Increíble sabor del plancton en el aceite o la mantequilla, así como en algunos de los platos.

Sabes que estás en un restaurante con Estrella Michelín desde el minuto uno por el espectacular servicio, la coordinación de los camareros a la hora de colocar o retirar los platos y las copas. También por las espectaculares elaboraciones y presenteciones, texturas, etc. En ese sentido muy superior a otros restaurantes con una Estrella.

Sin embargo, hubo varios pequeños fallos de elaboración que nunca había visto en restaurantes de esta categoría. El primer fallo fueron las patatas que acompañaban al cazón, que estaban un poco crudas (la textura desagradable y lo peor el sabor a patata cruda). Uno de los platos de merluza a la bilbaína traía dos escamas de pescado, que se hacía desagradable encontrar en medio de la textura cremosa. También una de las puntillas (2 por plato) traía arenas, que son muy desagradables al comer.

En realidad son pequeños detalles, pero que creo que en un restaurante como este no deberían ocurrir y nunca antes me había sucedido.

Algo ya más subjetivo, la acidez de los platos. Para mi gusto abusan del vinagre y los cítricos. En algún plato hasta el punto que se complica terminar la salsa. Los vinos que maridan también tienen una marcada acidez, que empata muy bien con los platos, pero dan lugar a una digestión pesada.

En definitiva, creo que merece la pena conocer la cocina de Ángel León, aunque tal vez sería recomendable ir directamente a Aponiente donde imagino que estos detalles estarán totalmente pulidos.

(PD: Se hacía un poco molesta la música en directo que sonaba en el patio del hotel y se escuchaba dentro del...