NADA RECOMENDABLE. El local y el ambiente no está mal, sin embargo el trato y la atención de los camareros es bastante mejorable. Había varios y excepto uno ninguno nos trató adecuadamente. Para empezar cuando llegamos no nos explicaron que hay un papel en la mesa donde tienes que marcar el plato que quieres, y si quieres más de uno poner el número. Esto nos lo dijo una de las camareras pero después de que tuviésemos nosotros que preguntarle, en un buen servicio el camarero tiene que explicar el funcionamiento a los comensales. Pedimos un "barco" y nos lo trajeron en una bandeja porque los que tenían forma de barco se habían acabado, ese no es el principal problema, el problema es que el camarero que nos lo trajo en lugar de colocarlo en la mesa nos lo dio para que lo cogiésemos nosotros, haciendo que tuviésemos que parar de comer para colocar un plato siendo los clientes nosotros. Los tallarines tres delicias no están mal pero no son nada del otro mundo, sin embargo, los tallarines sakura vinieron con una salsa que no se veía bien bien mezclada con parte de aceite separada. Para pedir el postre y la cuenta tuvimos que estar constantemente llamando a los camareros puesto que, aunque en ese momento estaba el local casi vacío no estaban pendientes. Por último, destacar que se negaron a servir una jarra de agua, cuando actualmente las sirven en prácticamente todos los restaurantes de categoría tanto alta como baja. No volveré ni lo recomiendo.