Rakú — Restaurant in Corçà

Soy clienta desde hace años, me gustaba ir por el tipo de comida, la terraza y el lugar es muy agradable, no había tenido ningún problema a destacar aunque estoy de acuerdo con otros clientes en que el personal no es el más amable que me he encontrado, pero lo que nos hicieron la última vez es lo que me ha hecho poner mi opinión y experiencia, reservé hora me dijeron que por el segundo turno 22:15 ningún problema , fuimos un poco antes por si acaso, llegamos les avisamos que ya estamos allí y que nos dicen que esperamos fuera de la terraza, a las 22:45 h y viendo que había mesas ya vacías reclamo que estamos esperando, nos hacen sentarse, hasta las 23:00 no piden pedido, pedimos y nos dicen que si vemos que hemos hecho corto pedimos más platos (para quien no lo conozca vas pidiendo raciones de diferentes comidas que vas picante) 23:15 llevan los platos y poco más tarde y veían que necesitamos algún plato más pedimos 1 magret más y 2 otros platos y la sorpresa es que nos dicen que la cocina ya está cerrada y no nos pueden hacer nada más. La culpa de sentarse y pedir pedido a las 23: 15h no fue nuestra sino de tenernos alla palo plantados desde las 22:10 cuando ya podíamos sentarse seleccionados, ya que se olvidaron por completo de nosotros por lo tanto creo que si el error de tener tan poco tiempo para pedir y comer fue fruto de una falta de control por su parte, me parece de muy mal gusto dejarnos a medio comer. Han perdido unos clientes solemos ser 6 u 8, pero supongo que van sobrados y se los hace igual, una lástima, deberían pensar un poco a cuidar a los clientes, las modas pasan la temporada de verano también y quizás algún día echarán de menos los clientes que están perdiendo, no somos los únicos locales habituales que hemos tenido quejas. Espero que les...

Second time to Rakú and what I love about this charming restaurant is their inventive, delicious tapas. Today the Trumpets of Death croquettes, tuna tataki, lamb and pork ribs were the standout dishes, but everything we sampled was excellent—including yummy risotto. Great local wines. In summer the terrace is shady and welcoming but on this rainy afternoon we loved being in the cozy dining room. This Empordà village, Corça, is definitely...

Cantidad de comida ridícula para el precio. La camarera mayor, Laura, de pelo canoso, nos trató con un evidente desprecio desde el primer momento. Llegamos un poco antes de la hora de nuestra reserva y, aunque había mesas vacías, pareció molestarle que llegáramos antes, mostrándonos un mal carácter innecesario. Nos entregó la carta primero en francés y luego en catalán (no tienen carta en castellano) y no nos habló en castellano en ningún momento, pese a que le hablábamos en ese idioma y era evidente que no entendíamos. No nos explicó qué era cada plato del menú y, cuando le preguntábamos, parecía que le molestase responder, así que decidimos hacerle las consultas a la camarera más joven, de Murcia, que sí nos atendió correctamente. El mal trato de Laura no se lo merece nadie, y menos aún cuando estamos pagando por comer allí. Su actitud fue muy cruel y transmitía un claro rechazo hacia nosotros por no ser catalanes, algo que nos hizo sentir incómodos y repudiados. Resulta aún más chocante considerando su aspecto desaliñado, que contrastaba con la prepotencia con la que nos atendió. Pedí el pato bien hecho y me lo sirvieron crudo dos veces; en la foto se ve cómo chorrea sangre. La experiencia general fue lamentable. No lo recomiendo y no volveré; alguien con esa actitud no debería trabajar de...