The chef’s table experience was super cringy. Everything was tacky and trying too hard to be fine dining with no real substance behind it. The food was ok at best but left a lot to be desired in terms of flavor and boldness. It felt like it was just normal food presented in a glitzy way. The decor was also a miss with many items seemingly bought off of AliExpress. As for the wine pairing, it was just a plain joke. We were a table of 8 and didn’t even finish a single bottle. The glasses were so tiny that every bottle was still over half full before the next one. And when I thought I had seen it all, they turned on a smoke machine from underneath the table as if we were at some Halloween party! I had totally lost it at that point 🤣🤣
For this experience to be worth it, a lot more effort needs to be devoted in both technique and flavor...
Read moreComida:
-Dumplings de huevo roto: huevos rotos con patatas (muy buenas, tipo cerilla caseras) con dumplings rellenos de foie grass. Estaban ricos pero nos esperábamos otra cosa, la salsa lo mejor. -Causa limeña tipo california roll: muy rico, conseguido y muy original, diría que de lo mejor de la noche. -Hot dog: muy bueno, pan tierno y salchicha sabrosa. Como sugerencia añadiríamos más pepinillo. El precio de 4 euros por extra de patatas nos parece muy abusivo para la cantidad que viene. Croissant de jarrete: muy bueno, la verdad, pero estábamos tan llenas que no pudimos disfrutarlo bien.
Servicio: pedimos 3 platos y le preguntamos al camarero que si estaba bien de cantidad y nos dijo que si, seguidamente apareció la que parecía la jefa de sala, para preguntarnos que qué habíamos pedido e insistirnos en pedir un plato más porque consideraba que era poco, aunque no estábamos convencidas de ello. La verdad es que nos dio un poco la sensación de querer "vender" más, excusándose en que sino luego se iban a demorar mucho en traer más platos si nos quedábamos con hambre porque la sala iba a estar llena.
Como crítica constructiva creo que es mejor dejar que el cliente no acabe a reventar y darle la posibilidad de que desde cocina le saquen otro plato más o un postre, antes de que acaben muy llenos. Otro comentario de mejora en cuanto al servicio seria preguntar cómo quiere el cliente que salgan los platos, para no tener muchos platos en la mesa e ir comiendo tranquilamente. Tuvimos que pedirle al camarero que nos diera espacio porque nos sacó dos platos en seguida y creo que a la mayoría de clientes nos agobia tener que comer rápido porque la comida se queda fría o tienes mucha en la mesa.
Como sugerencia de mejora desde alguien que trabaja en hostelería diría que si tienes un empleado nuevo o que no trabaja al nivel que buscas, no pasa nada, pero quizás sería mejor que puedas decirle las mejoras o las cosas que ha hecho mal en privado y no desacreditarle en frente de los clientes (se escucha todo en la sala), ya que muestras una debilidad del local, no del empleado, y da bastante mala imagen.
En general nos gustó la comida pero nos quedamos con el sabor agridulce del servicio, que de haber pedido lo que habíamos pensado nos hubiera costado 50 euros para dos personas, (bebiendo únicamente agua y sin postre), precio que nos parece dentro de la media y genial, y al final salimos a casi 70, que ya nos parece más elevado de lo que consideramos que fue una buena comida tipo street food con toques...
Read moreLa experiencia no pudo ser peor. Venimos de Madrid, así que estamos acostumbrados a los locales de moda, a la comida fusión y a toda esta moda moderna que si se ejecuta bien, es agradable.
Para empezar, el negocio recuerda mucho, tanto en nombre como en colores y esquemas, a Streetxo, de Dabid Muñoz. Hemos tenido la suerte de ir y como expresaré en las siguientes líneas, este local no tiene nada que ver.
Las mesas están muy juntas unas de otras, siendo habitual que tu espalda choque con la de otro comensal. Ok, es un mercado, el espacio es el que es, tal vez quitar una mesa del total sea lo más recomendable por el bien del resto de las mesas.
Las servilletas y cubiertos brillan por su ausencia. No están a mano y debes pedirlos. La comida al imitar a Streetxo, se come con las manos, así que además de ser un sitio incómodo, debes usar dices servilletas y dejar la mesa llena de envoltorios de plástico, cartón y papel. Parece la mesa de unos niños.
Nos pusieron los refrescos en una bolsa de plástico, con una pajita (de plástico), cerrada con una brida (de plástico). Además del despilfarro en plástico, la brida se cierra demasiado, siendo difícil que pase el líquido a través. Un sinsentido. Un despilfarro.
Probamos las gyozas, el Pan Bao, los tacos chinos y el hot dog. Las gyozas son del montón, encima valen 12€, ni en Madrid. El pan bao es una simple masa frita, un langostino dentro y una salsa que no sabe a nada, porque el rebozado absorbe todo el sabor del conjunto. Los tacos no estaban mal, según mi pareja, a mi no me gusta el pato, pero la presentación de un plato de 15€, es decepcionante. El hot dog es lo que más rabia me dió. Un plato de 9€. Un bollo que no parece casero, con una salchicha de súper, una salsa parecida o basada en la mostaza, y cebolla crujiente. Ya está. Cualquier estudiante de Erasmus realiza el mismo plato en su piso de estudiantes. Nueve euros. Increíble.
Da la sensación de ser uno de esos sitios que se aprovechan de la moda de la comida callejera, de lo informal, de lo canalla, etc. Pero de eso no tiene nada. Nos ha costado la cena caso 50€ para dos personas. Hablamos de 25€ por cabeza, venimos de Madrid, estamos acostumbrados a estos precios y creedme que se come mucho mejor en cualquier sitio que tenga unos precios parecidos. Sin ir más lejos, hemos subido una foto con otro ticket gastado al día siguiente, en un restaurante de comida tradicional de la zona, que nos ha costado lo mismo y los platos estaban bien servidos y bien cocinados....
Read more