Helios — Restaurant in Dénia

Lamentablemente ya no podemos ir a Helios. Hemos estado allí varias veces y la última vez estaba en la barra de tapas el camarero ucraniano, que siempre atendía muy bien a los invitados. Desafortunadamente, había un empleado muy antipático en el departamento de servicio que hacía que los huéspedes que llegaban se sintieran como si no fueran bienvenidos. Básicamente, "oh, aún más invitados, será mejor que los rechace, así tendré menos trabajo". Cada uno de nosotros tenía con nosotros a nuestro perrito "Lui", que es muy dulce y siempre se acuesta muy bien debajo de la mesa. Cuando preguntamos si estaba bien, cada uno de nosotros recibió la respuesta: no hay problema. Ahora bien, hoy el empleado antipático estaba allí otra vez, queríamos ir a la terraza a comer algo. Mi esposa preguntó amablemente si podíamos tomar una mesa. La respuesta fue que al perro solo se le permitía estar en las dos mesas afuera, frente al bar. Quedamos completamente perplejos, dimos media vuelta y nos marchamos inmediatamente. No podemos entender por qué se le permite entrar una vez y no la siguiente. Nuestra familia tiene décadas de experiencia en la industria de la restauración y sabemos la importancia de la decencia y la hospitalidad. No importa cuán bajo presión estés, no puedes dejar que tus invitados lo sientan. En nuestra opinión, este empleado no lo entendió y, por lo tanto, está dañando el negocio. Volveremos y veremos si sigue allí porque apreciamos mucho a Helios y sus buenas tapas, así como a los demás empleados que no pueden evitarlo. Pero si lo volvemos a ver, daremos la vuelta y no volveremos. Andreas y Maren Moser

Leider können wir nicht mehr ins Helios gehen. wir waren schon öfters da, und der ukrainische Kellner, der die Gäste immer sehr nett bedient hat, war das letzte Mal an der Tapastheke. Im Service war ein leider sehr unfreundlicher Mitarbeiter, der eintretenden Gästen das Gefühl vermittelte, nicht wollkommen zu sein. Quasi, "ach noch mehr Gäste, die ekel ich mal lieber raus, dann hab ich weniger Arbeit". wir hatten jeweils unseren kleinen Hund "Lui" dabei,der sehr lieb ist, und immer ganz brav unter dem Tisch liegt. Gefragt ob das ok sei, erhielten wir jeweils die Antwort, kein Problem. Nun heute, der unfreundliche Mitarbeiter war wieder da, wollten wir auf die Terrasse und etwas essen. Meine Frau fragte freundlich, ob wir einen Tisch nehmen dürfen. Die Antwort war, nur draussen vor der Bar an den zwei Tischen dürfe der Hund dabei sein. Wir waren ganz perplex, drehten auf dem Fuss und sind sofort wieder gegangen. Wir können nicht verstehen, wieso man das eine Mal rein darf, und das nächste Mal nicht. Unsere Familie verfügt über jahrzenhntelange Erfahrung in der Gastronomie, und wir wissen wie wichtig Anstand und Gastfreundschaft ist. Auch wenn man noch so im Druck ist, darf man es die Gäste nicht spüren lassen. Nach unserer Meinung hat dieser Mitarbeiter dies nicht verstanden, und damit schadet er dem Geschäft. Wir werden wiederkommen und schauen ob er noch da ist, weil wir das Helios und seine feinen Tapas, sowie die anderen Mitarbeiter, die nichts dafür können sehr schätzen. Aber falls wir ihn wiedersehen, werden wir wieder umdrehen und nicht mehr kommen. Andreas...

Look. I'm only giving this one star so you read my review. Otherwise it would be five but you wouldn't read that. Helios is expensive, the female staff are miserable (the new waiter has confused me this year by being friendly), the food is average but I'm sure, as you can tell by the other reviews, this is a Fawlty towers in Spain. The location is everything when you are stroling down the front, the beer is good but you'd be missing an experience if you avoid it. Come on down and join in being scowled at, striped for food and beer whilst sitting in the sun listening to the waves. I love it!! (5 stars really, but they don't...

La única estrella que le doy es por la localización. Reservamos 2 días antes mesa para 2 lo más pegada a la playa, nos confirmaron y cuando llegamos ahí, al ver que éramos jóvenes nos pusieron en una mesa de 4 en medio de la terraza (estando libre una mesa de 2 con cartel de “reservada” en primera línea de la terraza). Para continuar, el servicio cada vez que les llamábamos obteníamos por respuesta “un momento” y así, en repetidas ocasiones. En cuanto a los platos, voy a ir uno a uno.

1. croquetas de bacalao: vienen 5, y están muy buenas.
2. tigres: tienen un precio de 8€ 4 unidades y la verdad son 4 unidades muy muy pequeñas (adjunto foto). Eso si, estaban muy buenos.
3. calamares a la Romana: nada del otro mundo, buenos pero muy sosos.
4. pata de pulpo sobre patata: este plato con precio 18€ era el que más nos apetecía probar, y la verdad que no tengo nada bueno que decir al respecto. En primer lugar, lo que nos trajeron no fue pata de pulpo, ni siquiera era pulpo todo lo que había en el plato. Nos trajeron chocos pequeños con algún tentáculo de pulpo suelto, eso si, con mucho pimentón y sal gorda. La verdad es que me parece una vergüenza que no sean capaces de decir que no les queda (en ese caso), o que no nos sirvan lo que pedimos. Una vez probamos el plato, pregunté al camarero que qué era lo que nos habían servido y su contestación fue : “mini pulpitos pequeños” ; yo le respondí que habíamos pedido pata de pulpo, y el me contestó que era así como lo servían…
5. pescaito frito: antes de pedirlo preguntamos qué pescados venían y nos comentaron que de todo un poco. Al traernos el plato, eran todo boquerones (en la carta hay un plato que es boquerones por el precio de 6€ no 12€ como es el pescaito frito) menos 4 julias.

En conclusión, no recomiendo nada este sitio. Las vistas son preciosas sí, pero tanto el personal, como los platos, como el trato no es para nada...