El entorno de paisaje y el edificio son maravillosos. Es un caserío reformado con mucho gusto y magníficas calidades de construcción. Un gran acierto el bar de tapeo y la terraza donde se puede tomar “picoteo” de calidad y a un precio muy justo. El paisaje merece la pena y es muy agradable la afluencia de público informal a la hora del aperitivo-comida. Por cierto, el txakoli Garena, espectacular. Muy suave, agradable, equilibrado. El restaurante en la planta primera, sobrio y agradable. Quizá no se podría decir que es “acogedor” pero para mi gusto la decoración y disposición de las mesas es muy correcto. Bien atendido por todo el personal, que en su mayoría resultan muy agradables y profesionales, sin exceso de atención, pero también correctos. Llegamos con al menos 20 minutos de adelanto sobre la hora que teníamos reservada la mesa, y según llegamos avisamos al personal del restaurante de que estábamos allí mientras tomamos un aperitivo en la terraza. Lo que no entiendo es como después, desde que nos sentamos en la mesa hasta que realmente nos trajeron el primer plato, pasaron exactamente 50 minutos. Nos atendió la Jefa de Sala, Garazi, y el Sumiller, Miguel?, que nos dieron mucho más tiempo del deseado para que decidiéramos los platos adicionales del menú y la bebida, respectivamente. Elegimos ( previamente en la web ) el Menú intermedio, el Gurea, a cuyo precio de 58€ hay que añadir el precio del día de los platos principales de pescado o carne, con lo que realmente asciende a un precio como mínimo de 110€. La tartaleta de boletus, delicada y deliciosa. El pimiento rojo, sabroso y con una salsa maravillosa. El puerro muy bien elaborado, aunque tenía la capa exterior dura. La kokotxa extraordinaria. Las patatas en salsa verde…..sin más. Lo que sí que no nos esperábamos, dado el perfil de las mínimas cantidades de las exquisiteces que estábamos disfrutando, fue que los platos principales tuvieran semejante tamaño y fueran tan “poco elaborados”. A pesar de que a Garazi le informamos desde el inicio que habíamos dudado qué elegir porque no sabíamos si íbamos a poder con toda la cantidad de comida en total del menú, no nos ofreció opciones de diferentes pesos de las piezas de pescado ni carne. El rodaballo excesivamente grande para dos comensales y la chuleta, que también era enorme, fueron platos que puedes tomar en cualquier restaurante-asador de prestigio. No pegaban para nada con el estilo y delicadeza de los platos previos. De hecho, el rodaballo estaba tan poco hecho que la camarera no pudo desprender la carne de la espina central. A mí personalmente me gusta el pescado muy poco hecho, pero en general a la gente no, y sospecho que cualquier otro comensal lo hubiera echado para atrás. Los postres elaborados con mucho mimo, mezcla extraordinaria de sabores y deliciosos. Finalmente, dado que no pudimos comernos ni la mitad del rodaballo, pedí que me lo pusieran para llevar a casa. Cuál fue mi sorpresa al ver que lo pusieron en dos cajas de cartón, de esas para repostería, sin protección interior, y ambas cajas iban chorreando la salsa del rodaballo por la base. Me manché todo el vestido antes de darme cuenta de que las cajas destilaban salsa. Un fallo garrafal no tener otro tipo de recipientes para “Doggy Bag”. Lo entregué en la barra del bar y allí lo dejé tras quejarme. En favor de Garazi debo decir que reaccionó muy rápidamente y nos llamó por teléfono cuando ya habíamos salido del restaurante para pedirnos disculpas por las cajas y el vestido manchado. Nos ofreció reiteradamente hacerse cargo de la tintorería, lo cual no juzgué necesario, pero nos parecieron muy correctas y adecuadas sus disculpas. En resumen, muchas cosas buenas y extraordinarias, y otras a...
Read moreHemos cenado el menú mercado el cual eran 48€ y ahora han subido a 58€. Tenía miedo de quedarme con hambre después de leer las reseñas anteriores, las cuales Garena escuchó y respondió añadiendo un plato de más. Aquí mis impresiones. Este menú NO merece la pena. Digamos que es un mini menú degustación por lo que no tiene sentido, y si fuera ellos me centraría en un menú corto, bien ejecutado y raciones generosas.
El menú empieza por “metodos de conserva”. 3 bocados pequeños pero IMPRESIONANTES que sin duda fueron lo mejor de la cena.
Sigue con el “Unte”. Un paso que omití la foto por darme vergüenza de lo que estaba sacando: Un cacho pan con aceite de oliva virgen extra que apenas me sabia. He probado mil y un mas aceites con más sabor. No se si este paso es el que ha añadido el restaurante por las quejas anteriores pero si es así me parece un insulto (ya que han incrementado en 10€ su precio). Yo metería un arroz, croquetas, algo barato pero que llene….
Le sigue la manita. Un platillo donde la manita esta al fondo, no es protagonista, no sabes lo que comes. Me dijeron que es para coger desde el fondo hacia arriba. Aun así el plato es muy rico, la manita esta a la brasa crujiente, pero se me hizo dificil de comer con la cuchara, ya que queria cortarla para degustar en varios bocados y estaba difícil cortarlo con cuchara.
Cococha (en singular, no como escriben en su menu) muy suave y espectacular ejecucion.
La merluza muy rica con el fondo también muy suave. Me hubiera gustado algo mas blanda la merluza.
El solomillo de cerdo estaba rico y bien cocinado pero me pareció lo más flojo. Además mi novia tenía 6 cachos mientras que yo 5, no se si fue fallo o que. La crema de coliflor, sin chiste, y la reducción salada.
El postre no se ni lo que era. Debajo (otra vez sin ser protagonista) una galleta casera de avellana que brillaba por su ausencia (la de mi novia era mas grande creo) en un postre que no tiene consistencia. Demasiado liquido, yo prefiero algo más solido con textura… no me gustó.
Tema vino: Como llegamos antes nos tomamos dos copas en el bar que nos cobraron 4€ x las dos luego junto a la cuenta (muy bien de precio) y luego en la comida pedimos otra copita cada uno, esta vez 14€. Por mucho que te atienda un sumiller, me parece desproporcionado.
Dicho todo esto, salí muy bien comido, estamos hablando de un estrella michelin, que cuidan el producto y saben hacerlo, pero este menú no es algo que yo pueda recomendar.
El PAN que tienen está increíble, y si no fuera por el pan, estaría cenando en casa otra vez.
Mi recomendación al restaurante es que hagan un menú mas de toda la vida, sin tratar de imitar a su joya del degustación, y hacer algo más clásico con raciones mas grandes y menos platos donde la gente estoy segura saldría encantada, ya que su cocina es espectacular y la comida muy rica.
Para acabar bien, decir que la gente es maravillosa y seguro hacen que vuestra estancia sea más agradable.
Edito: que más da que no hubiera ido a comer? Estoy valorando la comida vs lo que pagas de una manea muy factual y sincera. Todo desde el corazón para que los...
Read moreCelebramos hace poco la boda en este restaurante y tenemos lo que se dice sentimientos divididos.
La organización previa a la boda fue, en nuestra opinión, un despropósito y en varias ocasiones tuvimos la sensación de que nuestra pequeña boda (70 invitados) resultaba más una molestia para el restaurante que su negocio.
Hubo hasta tres personas representando al Garena para nosotros. La primera persona nos lo vendió estupendamente. Se podía celebrar dónde quisieramos la ceremonia, que nos permitirían pagar un bloque de barra libre y que el resto lo pagasen los invitados, los precios se mantendrían a fecha de firma del contrato, etc. La tercera persona fue la encargada de darnos las malas noticias desde arriba a un mes de la boda y sin posibilidad de buscar otro lugar.
Primero nos dijeron que no podíamos celebrar ni la ceremonia ni la fiesta allí porque éramos menos de 90 invitados. (a pesar de tener un contrato donde figuraban estas dos partes de la boda) pero que por un desorbitado precio podríamos realizarla allí (pagar los 20 menús restantes). Afortunadamente tuvieron la decencia hacernos el "favor" de ceñirse a lo firmado en el contrato después de tenernos tres días sin saber si podríamos celebrar la boda allí.
Después intentaron convencernos de trasladar la boda a las bodegas, un estrecho callejón donde no creo que entren más de 40 personas apretadas. El motivo era que iba haber más clientes en las instalaciones para que nosotros tuvieramos más intimidad (¿o para que el Garena puediera acomodar a más clientes en las zonas principales?)
Aparentemente ante nuestra negativa optaron por darnos una mala noticia: cambios en lo acordado (aunque no reflejado en el contrato) referente a la barra libre. Con la confirmación del primer representante de que los invitados podían abonar sus consumiciones después de la barra libre, a un mes de la boda nos informaron de su "forma de trabajar" en la que teníamos que abonar la barra libre hasta el final de la noche o el DJ tendría orden de apagar la música y los invitados deberían esperar en la calle a los buses de vuelta. A pesar de que pedimos explicaciones por parte del responsable éste no tuvo a bien presentarse cuando volvimos al restaurante expresamente para hablar con él y toda esta información se nos repitió sazonado con varios "es culpa vuestra por no haberlo preguntado otra vez". Dada nuestra urgencia no nos quedó más remedio que asumir un sobrecoste de unos 1.400€. Hablamos de un estrella Michellin que, en mi opinión, les queda muy grande.
Como a esas alturas ya nos cabía esperar, intentaron cobrarnos de más (precios 2024) pero como citaba el contrato se aplicarían los de 2023. Errar es de humanos.
La contraparte de todo este malestar previo a la boda es que el servicio fue bueno y la comida gustó bastante. Nos ayudaron con ciertos contratiempos y todo salió bien.
Sin embargo, globalmente la sensación fue negativa y no recomendaremos a nadie celebrar su boda...
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