Local grande con fácil acceso y aparcamiento libre en la zona. Cuenta con una zona central más ruidosa e Iluminada y unas cuatro salas más privadas. Decoración colorida y llamativa basada en obras de Salvador Dalí. Nosotros comimos en el reservado de las flores. Una mesa para 6 con suficiente espacio, ambiente con aire acondicionado. Su primer plato fuerte es la atención. Camarero atento, agradable y sirviendo en el momento justo que se le espera sin resultar demasiado. El gerente también se acercó para preguntar. Vamos con la cocina. Restaurante muy muy versátil donde puedes ir a tomar unos entrantes y una caña a buen precio o hacer una comida con diferentes entradas. Nosotros probamos su tapa ganadora, el donut de puchero. Nos encantó. El trampantojo, el contraste de la cobertura crujiente con el interior y la presentación. Pedimos una segunda vez y la cobertura no estaba tan crujiente, es importante mantener este contraste. Seguimos con unos capirotes de langostinos. Masa filo que envuelve al langostino sobre una salsa que yo diría de estilo tártara. Repetimos. El tercer entrante el brioche Pablo. En este punto para mí gusto un atun macerado con un buen brioche cargado de salsa, en este caso creo que menos seria más para disfrutar del pescado. De platos principales pedimos un choco plancha acompañado de pimientos asados. En su punto, sabroso, y lo dice mi padre que es de Cádiz. El segundo plato fue la carne. Debes pedirla y fijarte en los frigoríficos de la entrada donde verás las piezas. Seleccionamos la chuleta irlandesa. 32 euros por una pieza de algo más de 400 g. Presentada por debajo del punto con patatas panaderas fritas con una piedra de gas para que la pases al punto que quieras. La carne es mantequilla en boca con un sabor y una textura deliciosa. Sólo decir que mi marido es de Cantabria donde vamos servidos de carne y se la comía sin pasar. Tienes que probarla. El punto menos positivo fue el plato infantil, patatas fritas panaderas con un filete con mucho empanado y una carne muy fina. Seguro que le podéis dar una vuelta a esto. 135 euros acompañados por agua, refresco y tintos de verano. Genial. Tendré que volver antes de irme porque me quedó la carta de vino y los postres. Ah! Y las fotos de los platos! Mantener esa atención y esa calidad, porque al irte lo menos sorprendente es la decoración y eso que...
Read moreEl sitio por conocerlo, por ir una vez, es curioso, peculiar, es bonito, pero yo quizás soy un poquito exigente con la comida y lo vi todo así como muy... no sé, no estaba malo, pero nada para tirar cohetes. Lo que pasa que algunas presentaciones son muy espectaculares, como el risotto que viene en una seta, los tacos que vienen en una cochinita, el postre que viene en un nazareno y había otras cosas que vienen en un barco con humo... o sea, es más el espectáculo del sitio y la forma que lo sirven, que la comida en sí. Nosotros pedimos una ensalada, ponía: la ensalada más fresca de tu vida, que era con canónigos, pollo, aguacate y no sé qué más y venía con un buen chorreón de mayonesa o cualquier otra salsa, lo cual ya no era tan fresca ni tan saludable para una dieta, tenía que haber venido con aceite de oliva y hubiera estado más exquisita para mi gusto. También pedimos unas gyozas de marisco, que a nosotros nos encanta, pero claro, yo conozco las gyozas japonesas y como las ponen en otros restaurantes, que son al vapor y están tiernitas, éstas eran muy chiquititas y además eran fritas parecian congeladas, pero vamos, que me hubiera dado igual que el relleno fuera de marisco como de ternera, que eran los dos tipos que había, porque no tenía un especial sabor a marisco. Y pedimos un tartar de atún, que no estaba malo, pero bastante normalito. Los postres, pedimos lo que está en el interior de un nazareno, que era una torrija, pero con un chocolate blanco, con crema de mango, estaba exquisita, eso sí, estaba muy bueno el postre, pero claro, te cobran 7,50 € por un postrecito, grandecito para compartir, pero bueno, me parece que lo que estás pagando es la cerámica del nazareno que lleva encima, los precios de las bebidas más o menos normales. Reserva cómoda para hacerla por Internet a través de Google y personal del servicio muy agradable y rápido. Ah, éramos tres y nos cobraron pan para tres, pero solo pusieron pan para dos, evidentemente no les reclamamos pero se...
Read moreAlgo decepcionado de este restaurante del que me habían hablado bastante bien. La presentación de los platos está bastante lograda, pero el plato en sí, pese a ser de calidad, no es tan excepcional para justificar el mayor coste del mismo.
Tacos de cochinita: uno de los tacos de referencia de cualquier mexicano. Es una apuesta segura pese a no innovar nada. Lo mejor, la presentación en una figura de una cochinita tumbada que queda bastante aparente Risotto de setas: servido dentro de una seta. Algo escaso en cantidad y sin absorber el sabor de las setas. Mejorable. Brioche de Pablo: La gran sorpresa positiva de la comida. Sin duda el mejor plato que probamos. Este sí que merece la pena. Atún rojo, picogallo, aguacate y huevo macerado en soja. Por ponerle un pero, que es difícil de cortar para comerlo sin que se deshaga Huevos rotos con pulpo: la idea parece buena, pero, al igual que criticaba del risoto, el plato no se empapa del sabor del pulpo y es como comer huevos con patatas y algún trozo de pulpo, demasiado escaso, suelto. Pese a estar bueno, no me termina de convencer Torrija nazarena: Mucha presentación bajo un capirote, pero no deja de ser la torrija de postre tan de moda últimamente. No noté nada distintivo que justificase su precio
Fue una reserva de última hora y por tanto no había sitio en el interior, así que tampoco puedo decir mucho de su decoración, pero me pareció el anterior algo oscuro, y las mesas demasiado juntas, incluso una en la misma puerta del baño que yo no habría aceptado. El servicio, pese a estar en exterior, muy rápido y atento.
En resumen, un que probar como curiosidad, presentación muy original, pero el coste es elevado sin ser nada demasiado novedoso ni de una calidad excepcional, salvo el...
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