Restaurante Kobika Jatetxea — Restaurant in Durango

Aterrizamos en el Kobika sin conocerlo, y la experiencia fue muy buena. Aparte de la carta, ofrecen dos menús degustación: uno más sencillo, a 42€ por persona, y el Gourmet, a 58€. Elegimos el segundo, que arrancaba con cuatro aperitivos: una especie de gominola de vermú, crema de ajo arriero, bocado de conejo y croqueta de secreto ibérico. Buen comienzo, cuatro sabrosos bocados entre los que destacar la crema, densa y gustosa, y el conejo. Seguimos con tres platos: hongos en escabeche, alcachofa en sopa de ajo y atún rojo con helado de aove. Platos pequeños, para paladear en dos o tres bocados, en general bien conseguidos tanto en texturas como en sabores. Después un plato de pescado, rodaballo sobre una salsa de marisco, muy rico. La continuación, un huevo macerado en salsa de soja cubierto con papada tostada ligeramente in situ, resultó espectacular. Y por último, un plato de carne, carrillera a la antigua, que no desmereció a los anteriores. Dos postres dulces, el primero a base de un mini bizcocho de zanahoria, muy sabroso, y el segundo a base de pera confitada, bastante más flojo. Todo acompañado de una botella de tinto, aunque dan la opción de maridaje a razón de 25€ por persona. Cuenta final de dos personas, con un par de vermús de entrada, una botella de agua y cafés: 169,40€. Buena comida, buen servicio... anotado...

Cierra en Agosto Discretamente situado en la barriada de San Ignacio en Durango encontré el restaurante de aspecto moderno y sensación acogedora KOBIKA. Aunque den menú del día destaca la cocina de autor vanguardista y cuidada que nos deleitan los Kortabitarte, en su carta engloba la tradición y el buen hacer con las técnicas y creaciones elaboradas. Un cochinillo a baja temperatura o los afamados huevos carbonizados combinan con un wok o un rulo de lumagorri haciendo del el comer una experiencia culinaria. Pocos lugares como este donde comer pescado y marisco de confianza. Ganadores de numerosos premios se consolida el prestigio de esta casa después de una trayectoria de décadas continúan en la brecha ofreciendo una calidad de cocina que no es fácil encontrar. Por otro lado calidad de personas que no dejan de sorprenderme en...

Entramos dentro del local y esperamos a ser atendidas, había una familia a nuestra par que estaba ya dentro pero también esperando, tocaron en timbre y al poco rato salieron a atender, nuestra sorpresa es cuando les atienden a ellos y se vuelve a marchar, educadamente esperamos más de un cuarto de hora y tocamos el timbre, no salió nadie, esperamos por si era por falta de personal y estaban agobiados, asique esperamos un poco más y volvimos a llamar, ya cansadas de perder nuestro tiempo optamos por marcharnos. Entendemos que pudieran estar agobiados, con muchos clientes pero que menos que salir a preguntar cuando están tocando al timbre (qje me imagino que esta puesto para algo) o en el momento que preguntas a unos ya...