Bar Gus — Restaurant in el Port de la Selva

Friendly waitresses. They were kind enough to change the wine, because it was too sweet for us. But a huge deception that the gamba's had such a bad taste that we had to give them back. An even bigger deception that we had to pay the full price for it, because the guest ate three of them. How else can you find out that there something wrong with the food than by eating it? The first tastes bad, the second is okay, the third again bad and then you're sure. We refused a replacement dish, because our companion felt bad after eating the gamba's. I come in Selva since 1997, rarely ate at Gus, but now I know why. I won't recommend this place to the many friends and family members that visit...

Siempre me ha encantado este sitio, llevaba años siendo clienta.

Pero hoy, he llegado con mis hijas pequeñas justo cuando estaban abriendo, a la hora de desayunar. Me comentaron que estaban a punto de abrir pero que si me quería sentar adelante... Y yo la más agradecida la verdad, pues me senté con mi bebé de un mes para darle la leche.

Al cabo de un rato me viene el camarero diciendo que la próxima vez no nos sentemos, a lo que le respondo que voy con una recién nacida y una nena de dos años. Supongo que según que hombres no entienden el tema de la maternidad y que su jefa me hizo el favorazo de poder sentarme y darle el bibe a mi hija tranquilamente y no pasar el calor de agosto, ni tener que ir hasta el pueblo cargada con mil cosas para poder comerme un simple bocata.

Ya sé que fastidia entrar a trabajar y tengas a alguien sentado, yo también he sido camarera y en el mismo pueblo, pero nunca se me ha ocurrido decirle a nadie que no se siente y más viendo el panorama: de la bebé recién nacida comiendo. Un poco de empatía con las mujeres... pero bueno eso será en el año 3.000.

Evidentemente, no llegamos a los bocadillos, porqué se escuchaban comentarios mal educados. Encima cuando voy a pagar me cobran un café de más y me comentan que si tenemos prisa, no teníamos prisa de nada, mi cabreo es porqué me dijeron que la próxima vez no me sentase, pues muchas gracias, no me voy...

Nos sentamos a tomar algo y decidimos quedarnos para comer...desde el principio ( cuando aún la pequeña terraza que tienen no estaba llena) vi que eran muy lentos y tardaron más de diez minutos en tomarnos nota para un café y una botella de agua, dos camareros cierto es para un restaurante que tampoco es grande en espacio. No me gustó nada la lentitud y luego la mala organización, caos que había...servicio muy lento y aunque eso no interfiere en la calidad de la comida esta tampoco fue nada del otro mundo. Pedimos la ensalada del huerto ( a mi parecer muy sosa) sin ningún tipo de aliño ni gracia. Yo pedí la coca de escalivada y anchoa que resultó ser un hojaldre ya frío y encima una escalivada más helada aún que el hojaldre ( muy buena) pero todo frío. No le vi ninguna gracia al plato más allá de que la escalivada y las anchoas eran muy buenas porque desde luego no es una coca tradicional que te esperas encontrar. Mi acompañante pidió unas anchoas ( muy buenas) con pan con tomate que resultó ser lo mejor de todo. Los postres lo mejor de la comida. Quizá no acertamos demasiado con nuestras elecciones pero me pareció un sitio bastante normal sin nada que resalte...