Bar Pepito

Experiencia horrible. Las albóndigas con gambas hemos dejado las dos tapas enteras porque no se podían ni comer. Se lo hemos dicho a una señora y nos ha cogido el plato con rabia. La misma con la que ha vuelto para decirnos que las había probado y que estaban perfectas. ESO NO SE PODÍA NI COMER. No decimos nada. Seguimos comiendo y pidiendo de todo la niña del servicio dejándolo todo en la esquina de la mesa. Nos traen la cuenta, 111€. Dejamos 120€ y nos devuelven tres. Las albóndigas que no nos hemos comido nos las cobran cuando se las ha comido la señora camarera que le encantan. Para traernos las vuelta tardan. La reclamamos educadamente. Cuando vemos que está mal nos dice que nos hemos equivocado nosotros. Que la maquina ha devuelto eso. Los siete hemos visto los dos billetes de 50 y el de 20 con los que hemos pagado. Vuelve con el cambio correcto, la niña del servicio nos PIDE EDUCACIÓN, NOS DICE QUE NO VOLVAMOS MÁS, Y SE RÍE EN NUESTRA CARA. Desde luego no nos verán más. Ni a nosotros ni a nadie que conozcamos.