Beach Club - Pelikano Unusual Club — Restaurant in el Puig de Santa Maria

When planning a pre-wedding party, I stumbled upon Pelikano Unusual Club as a potential venue. Though it was a last-minute decision on my part, Adrian from the club truly stepped up to the challenge. In an incredible turnaround time of just 48 hours, he not only made our event possible but ensured it was spectacular!

The food and drinks were absolutely top-notch, and Adrian's remarkable organizational skills shone through when he arranged taxis for over 25 of our guests to various destinations. Our party was not only an evening of fun but also a chance for our guests to bond and get acquainted before the big day.

I can't thank Pelikano Unusual Club and especially Adrian enough for making this event such a memorable experience. We are beyond grateful and will undoubtedly return in the future!

Thank...

Mi experiencia no ha sido para nada buena, el lugar es muy bonito y agradable, reservamos en pack de pool party por 75 euros que ofrecen actividades acuaticas, musica, etc... pues al llegar por 75 euros te corresponde un espacio en un lugar de la terraza ( solo hay un espacio no sé como haran cuando 2 o 3 grupos no quieran reservar camas o sillones) con una sillas de madera, tienes que pagar aparte si quieres sentarte en un lugar mas confortable, y nl hablo de las camas balinesas ( eso lo dejan claro en su oferta) hablo de unos sofas bajo la sombra que no se dice en ningun momento que sean bajo reserva ( eso si 120 por 5 personas de ellos 100 a consumir en la barra) y si vais mas de 5 un extra de 25 euros por cada una ( ojo ademas de los 75 por persona ya pagados previamente). La piscina al inicio muy buena ( para que decir mentiras) pero a medida quenpasa la tarde y se llena el local, la piscina queda extremadamente pequeña para el aforo y el agua se vuelve turbia. Nada que la use solo al inicio, despues sali a la playa. De las actividades acuaticas ofrecida en la propaganda, ese dia ni una, solo musica y la pequeña piscina. A la hora de la comida, por favor pedir todo lo de beber incluso el agua antes del postre, pues no pudimos beber agua al final de la comida porque ya habiamos pedido el postre. En cuanto al personal de la barra, deberían poner mas, tienen mucho trabajo y se estresan tratando mal a todos. Vi varias discusiones de varios grupos, pues los cocteles a pesar de ser mas baratos no lo toman como consumición ofrecidas, por ejemplo una copa vale 12 pero el ticket no te cubre el mojito de 7euros ( no lo entendí jamás) Me molestó mucho que a cada rato nos cambiaran las condiciones, es como si fueran improvisando sobre la marcha y después se les olvidaba lo que te ofrecen, ( esa fue mi sensacion) otras reseñas dicen lo contrario. Pero creo que es un lugar muy caro para lo que pueden ofrecer, mi experiencia fue muy muy mala. Ni repetiria ni lo...

Un sitio que vive más de la foto que de la experiencia real. Sí, la piscina es fresquita y el ambiente decorativo entre mediterráneo y tropical resulta agradable… pero hasta ahí llegan los aciertos. Todo lo demás roza lo absurdo para un local que pretende cobrar precios de cuasi gourmet, ofreciendo una experiencia digna de un episodio de Pesadilla en la cocina. La atención del encargado (o dueño, porque nunca lo dejó claro) es un caso de estudio de cómo NO tratar a los clientes. Desde el recibimiento con cara de asco, hasta el tono de “te hago un favor dejándote comer”, todo transmite condescendencia y cero hospitalidad. Un simple “la cocina está cerrada” hubiese sido elegante, pero aquí prefieren hacerlo sentir a uno como si molestara. La política de precios es un poco fuera de lugar: 15 € por entrar a una piscina minúscula con una bebida (rebajado a 10 € porque íbamos a comer, como si nos hicieran un regalo). Y la bebida, por cierto, servida caliente. La comida es el gran fiasco: • Hamburguesas “exclusivas” que parecían masa para croquetas mal ligada, incomibles y con aspecto deplorable. • Entrecots servidos tarde, mal cocinados y con guarniciones congeladas. • Nachos “locos” a 12,50 € que solo tenían queso en la primera capa; debajo, puro maíz seco. • Y todo ello con precios de restaurante gourmet, pero ejecución de chiringuito de carretera en su peor versión. Para rematar, cervezas de 200 ml a 5 € y tintos de verano a 7 €, servidos tibios, sin disculpa ni detalle de cortesía. Ni un triste café, ni un chupito, ni nada. Conclusión: Pelikano Beach Club sirve para sacarse una foto en la piscina y, con suerte, olvidar la comida a golpe de cerveza (caliente). Pero si busca gastronomía, servicio profesional o simplemente un trato correcto, al menos algo jovial, es mejor ir a cualquier Burger King: pagará menos, comerá mejor y NO saldrá con la sensación de que le han...